Eran las
6:15 de la mañana cuando me levanté el pasado sábado 19 de mayo. El madrugón en
un sábado, ese día sagrado para mantener más que nunca los famosos 5 minutos más en la cama,
se debía a que debía coger el AVE en la Estació de Sants que salía a las 8:25
(pero que salió a las 8:30, ains esta RENFE) para poner rumbo a Madrid y acudir
a la ansiada WaveCon (o 1r Evento Wave Books. Cristian ya le has puesto el San benito y así se va a quedar para siempre, con WaveCon XD).
Después de
más de dos horas y media en el AVE (donde no pude ni moverme y me tocó al lado de un señor que olía un poco bastante mal), llegué a la capital de España (aleluya, aire) y me dirigí
hacia mi hospedaje, donde descansé un poco antes de irme a comer. A las 15
horas ya estaba en la puerta de Abonavida, el lugar donde se celebraba la
WaveCon y allí, como una escultura de diosa helenística estaba Karol Scandiu,
una de las editoras de Wave con su amiga Laura Ac (una chica maravillosa que me robó
el corazón después de que me dijera lo mucho que le había gustado mi novela. Además vestía de ninfa a causa de la lectura de la obra de mi compi Francis, Ninfea).
En fin, al poco rato vino más gente, entre ellos el autor de El Pequeño Bastardo. Primera sangre, Axel A. Giaroli, una persona maravillosa (además de
un autorazo y un artista) que curró como el que más para que el evento fuera un
exitazo (en algunos momentos temí que fuera a herniarse, el pobre. ¡Grande, Axel!)
Entre todos
los que nos habíamos reunido antes de la hora “oficial del evento” fuimos a
socorrer a la preciosa leona Irene Comendador, editora de Wave, para acarrear unas cuantas cajas
porque, oh, sorpresa: la calle donde estaba el local es p-e-a-t-o-n-a-l.
Oh, oops…
En fin.
A pesar de
ese pequeño contratiempo (entre otros que no contaré, que son secreto
profesional XD), fuimos preparándolo todo mientras más autores y colaboradores
iban llegando. Ahí estaba Ana Morán Infiesta, Cristian Blanco, Javier Herce, Monty
Brox acompañada de nuestro querido editor Miguel Ánguel Naharro, Francis Novoa,
Maiquel Da Costa (que llegó in extremis), Laura Morales, Mimi Alonso y Nari Springfield.
Aunque eso
no fue todo, ya que muchos colaboradores de Wave nos regalaron su presencia y
su cariño. Allí estaban Amparo Montejano y Jose Rodriguez Montejano de “Círculo
de Lovecraft”, Belen Edreida, Bey Acosta de "El pequeño rinconcito de Bey", Silvia Argüelles, David youtuber de “Davidleelibros”,
Susana Calvo… Uff, aquello era un no parar de venir gente que ama los libros. (Seguro que me dejo gente, sorry. Más que nada porque a algunos no os vi con todo el lío, jeje).
Cuando todo
estuvo preparado (gracias al currazo de los organizadores y del infatigable
Axel, que es un tesoro, súper educado y maravilloso. Poca gente hay como él), los autores y los amantes de las
letras bajamos a la especie de “sótano”, “sala oscura”, "bodega" donde se respiraba un
ambiente bohemio, intimista y muy acogedor que parecía teletransportarnos a otro mundo, uno mágico lleno de historias y mundos paralelos al
nuestro.
Los maestros
de ceremonias, y aquellos que abrieron la WaveCon, fueron los tres editores:
Karol Scandiu, Irene Comendador y Miguel Ánguel Naharro. Al poco, dieron paso a
los tres primeros autores: Francis Novoa, Monty Brox y Cristian Blanco. Los
tres hablaron de sus respectivas novelas (todos los libros publicados, de momento, por
Wave están reseñadas en el blog, menos Nube
Negra que la estoy leyendo XD y Ausculta
por razones obvias. Si no les habéis echado un vistazo, no sé a qué esperas) y nos dieron unas cuantas primicias. Monty dijo que
está trabajando en la segunda parte de Caperucita
y que, si todo va bien, para las mismas
fechas de la primera parte saldrá esta segunda. Cristian nos habló de nuevos
proyectos y de que le encanta interconectar sus mundos (estilo el maestro
Stephen King), y que muchos de sus personajes salen en otras historias como es
el caso de Casiano de La llamada de la
luna. De Francis Novoa, que nos leyó magníficamente el por qué
escribió Ninfea con una buena "chueta" de extractos de entrevistas
que le han hecho (XD), no nos dijo nada más. Francis, queremos más obras
bizarras tuyas, y no te excuses en la cerveza para escurrir el bulto XD.
Siguiendo con
el evento, les tocó el turno a Axel A. Giaroli y Ana Morán Infiesta. En
primicia, antes de que el evento comenzara y durante éste, Axel reveló que
tenía muy bien estructurado (en realidad tiene escrita una biblia) todo el
mundo que rodea al Pequeño Bastardo,
novela que bebe de muchas fuentes de inspiración como Mazinger Z, Rebelde sin casua, El
hombre en el castillo de Philip K. Dick, entre otros. Así pues, el autor
nos aseguró que habría más partes de esta adrenalítica ucronía basada en la II Guerra Mundial. En el caso de
Ana, explicó las ganas que tenía de crear a un personaje antagonista, en este
caso una bruja, que fuera potente en su obra El renacer de la concubina del demonio, un personaje femenino que demuestra que no
necesita a un hombre para nada, es más que hay que ir con pies de plomo con
ella, y con un carisma desbordante; el mismo que su protagonista Liz O’Hara.
Además dijo que nos deleitará con más aventuras de esta familia de caza
monstruos con antepasadas de Liz.
Sin parar ni
un minuto, el siguiente fue mi turno juntamente con Javier Herce y Maiquel Da
Costa. A mí, los caballeros me cedieron la palabra y hablé la primera (con la vergüenza
que me da hablar en público), pero el ambiente, la oscuridad, y el foco que me
daba en toda la cara, simplemente hacía n que viera a Irene (que con su preciosa
sonrisa me daba ánimos) y a Miguel Ángel que con su mirada me infundía valor. Así
que me lié la manta a la cabeza y hablé de Ausculta
y de cómo me vino la idea de la novela (que contaré en otro momento, porque vaya tela. Siempre me vienen flashes en los momentos más inesperados), así como
el motivo por el cual no hablo mucho de la sociedad Mentis: fue por la simple razón de que no quise; que me parecía
algo cargante e innecesario para contar lo que quería: la vida de As con un
mensaje social como fondo.
Al terminar
mi turno, Javier nos encogió el corazón hablando de los motivos por los cuales
escribió La casa Ferrer en un momento
en el que se había planteado abandonar la escritura (no, Javier, ahí casi me
revienta el corazón, cariño mío, con lo grande que eres), y cómo se daba el gustó
de escribir esa novela que llevaba tiempo queriendo plasmar. Gracias a Wave,
esa novela de terror de fantasmas vio la luz y Javier no dejará lo que mejor
sabe hacer y, lo mejor, se lo pasó tan bien escribiéndola y las criticas han sido tan positivas (lógico, porque la novela lo vale) que no dejará de
escribir sobre este género.
Seguidamente, fue el turno de palabra de Maiquel que casi spoileó sobre Yinn. Ten
cuidado con lo que deseas, una novela con gran dosis de humor negro, terror
y toques macabro protagonizada por un mindundi que, un día, despierta a un genio muy cabrón. Su charla sobre la personalidad del Yinn y sobre otro
personaje, el Doctor Zimmerman, no tuvieron desperdicio y fue un gusto
escucharlo sobre por qué escribió la novela y qué pretendía con ese final. Y sí, queremos más novelas con el Doctor Zimmerman.
Al terminar
nuestro turno, la maravillosa Amparo Montejano de “Círculo de Lovecraft” me
pilló por banda y, en el exterior (que allí abajo no se cabía, estaba el aforo
completo) me hizo una entrevista tan fantástica y currada que me hizo sentir
como si fuera Stephen King (sí, es que ese es uno de los grandes escritores que
admiro y el que me vino a la cabeza en ese momento). Y, por esa razón, me perdí
a cuatro de las nueve autorazas de la antología Toxic Femme (que no me cansaré jamás de recomendar. ¿Las has leído?
¿Qué, perdona? ¿Cómo que no? ¿¡No!? ¿¡¡¡A qué esperas!!!? Eh, sin presión ni
nada. ¡Qué la leas, coño!). En fin, sólo pude ver el final de la intervención
de “las chicas tóxicas” Monty Brox, Laura Morales, Mimi Alonso y Nari Springfield
en el que Laura decía que no había sido lo suficientemente “mala” en su relato
(Laura, tía, ¿cómo que no? Cómo me hiciste sufrir, jodía XD), Monty contaba que
le había costado ser “mala” en su relato (que después Cristian y yo supimos que todo lo que allí acontece está basado en hechos reales, vamos que Monty se ha montado un relato catártico genial) y a Nari decir que se lo había pasado genial, pero
que había cierta dificultad a la hora de crear a un personaje femenino “tóxico” con un trasfondo psicológico realista, comprender por qué hace lo que
hace.
Terminadas
las presentaciones, no sin que antes los editores hablaran de las demás publicaciones
de aquellos que no habían podido acudir par hacerlo ellos mismos, se realizó el
primer sorteo de la tarde de unos packs de libros Wave y un cheque de Amazon. Con
un merecido descanso de unos minutos, los autores fuimos a las mesas juntadas
al final de la sala y estuvimos firmando nuestros retoños de papel. Ahí se nos
unió Fernando Codina para dedicar su increíble antología de terror Te veo y otras miradas sin vida. Después
se realizó el segundo sorteo de un e-reader y una cesta multiwave.
Y así, entre
charlas, abrazos, fotos, risas, más besos, más abrazos y achuchones, acabó uno
de los mejores días de mi vida, uno que jamás podré olvidar.
Porque fue
pura magia.
No encuentro
otro sinónimo posible.
Nada más me
queda por decir que gracias. Gracias a los editores por confiar en mí como
bloger y autora, a los organizadores del evento que lo dieron todo, a los demás
colaboradores, a todos los autores que ya os considero de mi familia y a todos los asistentes.
Y, nada, espero
que la próxima WaveCon sea en Barcelona para volver a revivir el ritual de los
abrazos, charlas, fotos, risas, besos, más abrazos y más achuchones.
PD: Gracias a todos los compis y colaboradores por compartir las fotos por RRSS. Me he permitido el lujo de coger algunas para esta humilde crónica.
Firmando en la WaveCon |
Todos los libros de Wave Books |
Los editores. Sin querer salen los tres |
No olvidamos a los que no pudieron estar |
Monty Brox y una servidora en la firma |
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