" Y es gracias a ti. Gracias a tu sangre, aún puedo vivir como un ser humano."
Un monstruo herido, perturbado por sus impulsos vampíricos.
SINOPSIS
Minoru Sayo, un oficinista convertido en vampiro, resulta herido al proteger a Yamadera y ser arrollado por un tren. Sin embargo, esa experiencia al borde de la muerte despierta los oscuros instintos vampíricos que yacen en lo más profundo de Sayo.
¡Los papeles de amo y sirviente se invierten en esta sinfonía vampírica!
- Leer la reseña del primer volumen
- Gracias a la editorial por el ejemplar de prensa para su reseña
ANÁLISIS DEL TOMO
La vida de Minoru Sayo dejó de ser monótona y del montón cuando una mujer lo mató en un callejón y se transformó en vampiro. Escondiendo su nueva identidad, su compañero de trabajo y subordinado, Yamadera, ha descubierto toda la verdad y no solamente no piensa ir aireándola por ahí, sino que dejará que Sayo se alimente de él y guardará silencio siempre y cuando lo ayude a encontrar a la misteriosa mujer que lo transformó en vampiro para que haga lo propio con él.
"Ahora sí que te pareces al monstruo de mis sueños."
Sin importar el método que lo transforme en vampiro, Yamadera está dispuesto a todo: ¡hasta dejar que un tren lo arrolle y lo mate! Deteniendo a su subordinado e impidiendo que pierda la vida, Sayo no podrá evitar sucumbir al demonio que lleva dentro, a ese ser de la oscuridad sediento de sangre. De la sangre de Yamadera. Sintiendo que su parte humana ha claudicado, Sayo se oculta, se abandona y falta al trabajo sin mayores explicaciones, negándose a comer y haciendo que Mirei, su nueva amiga vampiro, y el mismísimo Yamadera, decidan ayudarlo a su manera para que vuelva a ser el de siempre.
"Hay algo que odio mil veces más que morir y es aburrirme."
Después de resistirse a ingerir la sangre de Yamadera, Sayo comenzó a alimentarse obligado por parte del chico, disfrutando este del placer de estar al lado de un monstruo, aunque odiando que siga teniendo una parte humana y niegue esos nuevos instintos que lo atormentan. Sin encontrar a la mujer que transformó a Sayo, y con la aparición de Mirei, una vampira con apariencia de niña, Yamadera le pide que le diga cómo puede volverse un ser de la noche. Cuando se planta ante las vías del tren para morir y que Mirei lo torne como ella, llega Sayo y evita el golpe fatal. Esto hará que Sayo pierda el control, clavando sus largos colmillos en el suave y tierno cuello de Yamadera, ingiriendo su fluido vital fuera de sí; sin percatarse de que va a dejarlo seco. Casi acabando con la vida que había salvado previamente, Sayo se marcha y termina completamente sumido en la depresión. En ese estado de completa vulnerabilidad, dejadez e indefensión, perdido, Mirei y Yamadera harán todo lo que esté en sus manos para hacer que Sayo vuelva a ser él.
"Creo que no me queda otra que matar a esa sangre pura."
Manteniendo el homoerotismo, el misterio y la propia oscuridad que siempre ha rodeado al mito del vampiro, en este segundo tomo pasan muchísimas cosas - y en muy pocas páginas- sin que ninguna de ellas sobre. No solamente tenemos acción y la aparición de un nuevo personaje, sino que Amidamuku nos ofrece unas pequeñas pinceladas sobre la infancia de Yamadera, escenas que nos pueden hacer entender un poco más la psicología rota y perturbada de este personaje, uno que sabemos desde el principio que tiene graves problemas de salud mental.
Tratando temas como la soledad, el abuso, la oscuridad, la salud mental, la muerte, la vida y los impulsos, Esta noche te chuparé la sangre es una obra que utiliza el mito del vampiro para tratar todo tipo de temas, a veces de una forma grotesca y dura pero otras de forma mucho más sensual y evocadora. Y es que las interactuaciones de Sayo y Yamadera no tienen desperdicio, siempre yéndose al campo de la homoerótica. No sé si Amidamuku hará que haya una relación amorosa entre ellos, pero yo los shipeo muy mucho y sí que quiero que entre ellos haya mucho más y no se quede solamente en momentos y escenas de evocación homosexual.
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