"Hoy, por primera vez, no quiero escuchar el graznido de los cuervos."
- Título original: Akegarasu yume koiuta (en japonés 明烏夢恋唄)
- Autora: Sakuhiro (en japonés 朔ヒロ )
- Editorial Española: Arechi Manga
- Editorial Japonesa: Futabasha
- Tomo único
- Cuenta con dos spinoff, ambos licenciados por Arechi: Rajou Koidzukiyo (2 tomos); Koizome Ryu Amegoromo (tomo único)
- Tomo único serializado en la revista Comic Marginal de la editorial Futabasha. Publicado originalmente en Japón en 2019
- BL, folklore, fantasía, sobrenatural, erotismo, mxm romance, drama
- Traducción: Blanca Mira
- Páginas: 212
- Precio: 9'95 €
- Ya a la venta
- Gracias a la editorial por el ejemplar de prensa para su lectura y reseña
SINOPSIS
Akito, un oficinista de buen corazón, se ve arrastrado por un peculiar yokai llamado Tofu Kozou a un burdel exclusivo para yokais. Allí conoce a Suiren, un bello prostituto de cabello oscuro y piel morena, que resulta ser un cuervo tengu.
Disfrutad de esta historia de amor entre un cliente y un prostituto, ambientada en un lujoso y espléndido burdel.
OPINIÓN PERSONAL
Como muchos ya sabéis, de BL hay de todos los géneros y para todos los gustos y colores. Si bien, en un inicio, todo lo que las editoriales editaban en España hace unos años atrás eran slice of life, historias de primeros amores adolescentes y con poca erótica, ya las cosas han dado un giro - más que necesario - y ahora nos llegan BL de otros géneros y con otro tipo de historias. Y uno de los géneros que más hacía falta era el de la fantasía, concretamente la folklórica tan típica japonesa y que hemos visto en otro tipo de cómics o de otro tipo de productos procedentes del país nipón. Arechi está apostando mucho por el género de la fantasía en general y el del folklore japonés en particular y, después de Bena o Mi amor secreto, nos llega La balada del cuervo de Sakuhiro - que se publicó en la misma revista que Bena-, así como otras dos obras spinoff relacionadas con la misma y que pronto podremos disfrutar de ellas. ¿Qué nos ofrece esta primera obra, este tomo único, que nos llega de la mano de Sakuhiro? Sigue leyendo.
Akito es un oficinista con un trabajo que no le llena y que, para más inri, no es para nada lo que más se ajusta a él y a su forma de ser. Mientras está en el parque contemplando a los cuervos al atardecer, ve a unos niños molestar a alguien y, a pesar de que se había prometido dejar de meterse allí donde no lo llaman, algo dentro de él es más fuerte y espanta a los niños maleducados. Al hacer eso, Akito descubre que no se estaban metiendo con una persona, sino con un yokai, un ser del reino de los espíritus. Este, como agradecimiento, le ofrece tres tablillas antes de desaparecer. Es entonces cuando, de sopetón, algo en el parque cambia y se abre una entrada al mundo de los espíritus: Al mundo de los yokai.
Lleno de curiosidad, Akito ve un barco gigante en un lago hermoso lleno de nenúfares. Este lugar se llama Kasumi, y no es una posada precisamente, sino un burdel exclusivo. Para nada interesado en ello, y queriendo marcharse del lugar cuanto antes, algo cae encima de él antes de poder regresra al mundo de los humanos. Y ese algo posee unas hermosas alas negras. El chico alado en cuestión es un hermoso yokai prostituto, un tengu llamado Suiren. Maravillado por su piel morena y sus ojos verdes, Akito es incapaz de apartar la mirada de él. Pero resulta que un cliente está molestando a Suiren y Akito, como no podía ser de otro modo, utiliza uno de los talismanes que le había dado el chico Tofu para solicitar a Suiren y librarlo de la insistencia del cliente.
"Me has comprado, así que lo normal sería que hicieras lo que quisieras conmigo."
Sin tener la posibilidad de marcharse hasta el día siguiente, pero sin deseo alguno de usar a Suiren como prostituto, Akito y el yokai tengu pasan la noche hablando de trivialidades antes ir a dormir, sin que nada pase entre ellos. Pero eso será suficiente para que Suiren le pida que regrese y para Akito desear volver al Kasumi y reencontrarse con Suiren.
Con una ambientación perfecta que nos traslada a ese folklore japonés, al mundo de los espíritus, con yokais y con un dibujo precioso y detallista, Sakuhiro nos presenta La balada del cuervo, una historia de amor entre dos seres de mundos diferentes y que trasciende a las especies.
"Al menos una vez, me gustaría estar con alguien a quien yo eligiera, sin que fuese por trabajo..."
Después de ayudar a un yokai al que unos niños estaban molestando, Akito, un oficinista que no está satisfecho con su trabajo, pero que lo necesita para pagar una deuda; acaba en el mundo de los espíritus y en el burdel exclusivo llamado Kasumi. Allí conoce a Suiren, un cuervo tengu que es un prostituto de muy alto standing. Gracias a los tres talismanes que le da Tofu Kozou, el yokai al que ayuda en el mundo humano, y que es el aprendiz de Suiren, decide ayudar al tengu cuando un cliente lo está avasallando para evitarle problemas. Sin querer realmente acostarse con el yokai, o que este lo sirva, Akito no tiene más remedio que pasar en el Kasumi la noche, pero solamente habla con Suiren y duerme a su lado, sin más. Esto hace que ambos sientan una conexión especial y que tanto Suiren como Akito quieran volver a verse.
Porque Akito tiene una profunda herida, una que le hiciera una persona muy importante para él, dejándole una deuda que se está esforzando por liquidar. Y lo que menos necesita es que otra persona lo vuelva a herir de la misma forma.
Pero la realidad no podría ser más diferente.
"Tú, ¿nunca has experimentado un amor normal?"
Y es que, a pesar de lo que Akito está imaginando, para Suiren él es alguien muy especial; sin importar que sea un humano. Para él, la aparición de Akito fue un soplo de aire fresco, la primera vez que alguien no lo usaba ni lo solicitaba para tener sexo. Verdaderamente, Akito quiso ayudarlo y regresó para verlo, aunque tardara bastante tiempo en poder hacerlo. Entre ellos parecía haber algo, una magia que va más allá de la que existe en el mundo de los espíritus. Pero esta se rompe, se le escapa a Suiren de entre los dedos cuando el miedo se apodera de él.
Presentándonos un mundo de fantasía, el mundo de los yokai, pero solamente lo que engloba el prostíbulo y sus alrededores, Sakuhiro nos narra un romance muy bonito, sano y sin toxicidad, lleno de esperanza, de segundas oportunidades, con una ambientación hermosa, un dibujo muy lindo y detallista, con una muy buena narrativa; haciendo que tengamos un buen tomo único con sus tiempos bastante bien medidos y narrándose todo para no dejar ningún cabo suelto.
Por otra parte, los dos personajes principales están muy bien creados, con características y psicologías bien marcadas, aquellas que hacen que actúen como lo hacen y que no haya nada en sus acciones que pueda parecer incongruente a lo largo de la obra. Y esto me gusta porque a veces los autores no saben ser consecuentes ni orgánicos con sus personajes y se pasan por alto hasta su idiosincrasia para que lleguen a un punto, aunque este punto sea imposible tal y como se plantea a los personajes inicialmente. Además algo que, sin duda, sabe hacer Sakuhiro es trasmitir emociones con su trazo, consiguiendo hasta emocionar al lector y que suelte alguna lagrimilla en los momentos más emotivos del tomo.
Aunque esto no es todo. Y es que Sakuhiro sabe meter cuando toca una escena erótica, integrando las escenas de sexo cuando así debe ser, sin forzarlo, siendo natural para los protagonistas el entregarse al otro y, aunque tenemos censura, esta no es invasiva y se puede ver todo bien, sin impedir que el lector pueda visualizar todo lo que ocurre. Al final, y a pesar de la erótica, esta no es la parte fundamental o importante de la historia, por ello tampoco tenemos muchas dosis de la misma y sus escenas explícitas son muy bonitas.
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