"Quizá mi historia ni siquiera sea de interés de nadie.
Quizá mi nombre desaparezca con la facilidad con la que el viento deshoja árboles en otoño."
Ficha técnica
- Autoras: Iria G. Parente y Selene M. Pascual
- Editorial: Nocturna Ediciones
- Saga Marabilia #4
- Fantasía, romance, aventuras, drama, magia
- Páginas: 637
- Precio: 17€
- Ya a la venta
- Lee las primeras páginas
Sinopsis:
Ivy de Dione ha sabido siempre que su destino era casarse para poder reinar y ahora, por fin, va a conocer a su prometido. Sin embargo, cuando el príncipe Fausto de Granth llega a las costas de su nuevo reino, no encuentra el lugar tranquilo que esperaba. Dione es en realidad una jaula, y sus barrotes se componen de secretos e intrigas por doquier.
Mientras tanto, Marabilia se prepara para la Cumbre, el gran acontecimiento político que reúne a los regentes de los ocho reinos y que podría cambiar las vidas de todos.
Es posible que Ivy de Dione conozca su destino. Pero también que lleve toda una vida equivocada.
Opinión:
Siempre es para mí un placer y un gusto leer una nueva novela de Iria y Selene. Más todavía si ésta es una nueva historia que no lleve al mundo de Marabilia, una de mis sagas de fantasía juvenil favoritas. Y, como siempre, en esta nueva aventura mágica, estas dos jóvenes autoras nacionales se han vuelto a superar.
Jaulas de seda nos lleva hasta Dione, más o menos dos años después de la acción ocurrida en Ladrones de libertad, para ponernos en la piel de la princesa Ivy de Dione, joven casadera que, una vez más, la han prometido con un príncipe de Marabilia para que pueda haber un rey que gobierne el reino en el futuro puesto que las mujeres no pueden gobernar solas como reinas. Esta vez, el prometido de la princesa es el joven príncipe Fausto de Granth, heredero al trono de Granth. Fausto marcha hasta Dione para conocer a su prometida y para, pocas semanas después, desposarse con ella.
Aunque ninguno de los dos se conoce ni tampoco quiere ese matrimonio, saben que deben obedecer los deseos de sus padres, los reyes de sus respectivos reinos, porque ese es su papel, para aquello que han sido educados desde la cuna. ¿Cómo luchar contra el destino que parece estar ya más que escrito?
Antes de la boda tan esperada, empero, una nueva Cumbre está a punto de celebrarse en Marabilia. Una Cumbre que puede que lo cambie todo para siempre o que lo deje todo tal y como está. Ante todos estos acontecimientos, ¿qué hará Ivy? ¿Qué hará Fausto? ¿Se atreverán a ser lo que ellos quieren ser en detrimento a lo que siempre les han enseñado que debían ser?
Con cuatro narradores en primera persona, Iria y Selene nos cuentan toda la trama de Jaulas de seda a través de cuatro puntos de vista distintos. Estos son los de Ivy, Fausto, Samira de Granth (hermana pequeña de Fausto) y Cordelia (prima de Ivy y una de sus damas). Al igual que ya sucediera en Ladrones de libertad, eso hace que tengamos más puntos de vista con los que profundizar más en la trama principal, en las secundarias y en los distintos personajes de la novela.
A diferencia de otras novelas de Marabilia, la trama de Jaulas de seda se sucede en el palacio de Dione, el único escenario además de la capital del reino (dejando el puerto de Granth que sale en el primer capítulo). Porque, además de la historia de Ivy y Fautso, esta novela nos presenta toda una buena trama de conspiraciones palaciegas que nos tendrá en vilo a lo largo de toda la novela. Una intriga que está relacionada con la trama principal, formando parte de ella.
Aunque la trama de Jaulas de seda es muy buena, lo mejor de esta novela (como todas las de las autoras) son los personajes y el mensaje que transmite a los lectores.
Hablemos primero de los personajes.
Éstos están muy bien construidos y vemos a lo largo de las páginas una evolución tremenda a un ritmo constante, un ritmo real, un ritmo para nada forzado. Todos y cada uno de ellos están muy bien caracterizados. Tenemos a Ivy, una joven princesa que siempre le han dicho cómo debe comportarse, hablar, vestirse... Nunca ha sido dueña de su vida. Luego el príncipe Fausto, un joven pragmático con una fría lógica y que siempre actúa dejándose llevar por la razón y no por los sentimientos. Le encanta tener el control de la situación. En contraposición a su hermano, tenemos a la imparable e inquieta princesa Samira que es puro nervio y no suele pensar mucho antes de actuar. Es una joven muy enérgica pero que esconde muchas inseguridades dentro. Por último, Cordelia, la prima de Ivy, una muchacha de muy buen corazón, dulce y que brilla con luz propia como una estrella. Siempre ha hecho todo lo que se esperaba de ella y se casó siendo muy joven.
A través de sus ideas, sentimientos, frustraciones, esperanzas y miedos, Iria y Selene nos tejen toda la trama de Jaulas de seda que, como ya he mencionado, sucede siempre en el palacio real de Dione. Pero, aun así, no necesitamos más escenarios que ese y pocos más para que se desarrolle la acción. Un punto interesante y que hace que el título de la obra sea una perfecta síntesis de su contenido es la relación de los personajes con pájaros y que está relacionado con sus caracteres. Ivy es un jilguero, Fausto tiene a su nasir, Samira es un colibrí y Cordelia un gorrión. También hay muchas metáforas referidas a las jaulas en las que están dentro cada uno de los protagonistas.
Aunque estos cuatro son los personajes principales de la novela, no podemos olvidar a muchos de los secundarios importantes como el padre de Ivy, el rey Derrick, el consejo del reino, Portia y Valora, las otras damas de Ivy, Greta, Logen... Sin olvidar muchos personajes de anteriores libros que no voy a desvelar y que regala muchos momentos estelares (risas).
El toque mágico de la novela está en los nasires, unos pájaros que sólo nacen y se crían en la isla de Granth y que son los compañeros de la familia real desde que nacen. Cada vez que nace un príncipe o una princesa, se le entrega el huevo de un nasir. Cuando éste nace, se crea un gran vínculo entre persona y nasir que hace que los dos formen parte de un sólo ser. De un todo. Gracias a este factor, los nasires dan mucho juego y permiten que se sucedan muchas situaciones, unas que son inolvidables, otras graciosas y otras de índole más serias.
Pero la guinda del pastel está en el mensaje de la obra. O quizá debería decir mensajes.
Esta obra es un canto a la mujer, un canto a la lucha de las mujeres, a la sororidad y al feminismo.
Es la primera vez que leo una novela de fantasía donde se plantean todas las dudas que una mujer de ese estatus social debería hacerse y de un modo tan realista y cercano. Iria y Selene nos muestran la crueldad que hay detrás de esa utopía falsa que es el desear o querer ser una princesa. Porque su vida ni es de cuento ni es fácil. Ivy no tiene el control de nada en su vida. Debe ser de la forma que otros desean que sea. Ha sido moldeada para que se comporte como debería comportarse una princesa (según un protocolo establecido por hombres) sin importar su verdadero yo o sus deseos. ¡Ni siquiera puede vestir las ropas que quiera! ¿Qué persona en su sano juicio querría esa clase de vida?
Con realismo, Iria y Selene decostruyen el estereotipo de las princesas y nos muestras de forma descarnada todas aquellas presiones y prejuicios y juicios a los que estamos sometidas las mujeres. Porque a nosotras siempre se nos mira con lupa porque si no sigues las normas y te comportas como debería hacer una mujer (en este caso una princesa/ dama de nobleza) serás criticada, amonestada...
Pero Jaulas de seda va mucho más allá. No hace como otras novelas que permiten que las mujeres se conformen, sino que aquí vemos una lucha, un modo de entendimiento, una forma de intentar cambiar las cosas.Y, lo más sorprendente: esta no es una lucha por las armas o la fuerza, sino una lucha de voluntades, de convicciones. Una lucha a través de la palabra, del discurso, del entendimiento para llegar a una igualdad.
Iria y Selene nos muestran que hay muchos tipos de luchas y muchos tipos de mujeres. Podemos luchar por nuestros derechos y por la igualdad de muchas maneras y según nuestra posición.
Y, lo más importante, que esta lucha no es una empresa solitaria, sino que es una lucha entre todas. La amistad y la sororidad impregnan este libro. El patriarcado nos ha separado durante mucho tiempo por miedo, para tenernos apartadas, solas y sometidas. Pero no estamos solas, y juntas somos más fuertes. ¡Somos imparables!
Y ese es el mensaje: que nunca dejemos de luchar. Las mujeres somos fuertes, somos maravillosas y somos iguales a los hombres. Si no nos rendimos, si luchamos, si estamos juntas, podremos conseguirlo. Puede que no sea ni hoy ni mañana, pero en el futuro lo será.
Jaulas de seda es un canto a la esperanza, un canto a las mujeres. Un libro que las mujeres necesitan leer tanto como lo necesitan los hombres. Porque sin ellos no podremos conseguirlo. Ellos deben entender nuestras necesidades, la injusticia, escucharnos y apoyarnos para que las cosas cambien.
Este es un libro imprescindible y otra de mis lecturas favoritas de 2018.
Sé que me dejo cosas en el tintero, pero la magia está en que tú, como lector, las descubras por ti mismo. Te aseguro que no te vas a arrepentir de este viaje de regreso a Marabilia.
Nota 5/5
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