"Aunque quiero comportarme como una pareja, soy tan terco que no me dejo mimar"
SINOPSIS
El consejero de belleza Natsume ha correspondido a su apuesto y descarado compañero Sahashi. Entre ellos, parece que todo ha cambiado por completo, y a Natsume le desconcierta la actitud dulce de su compañero. ¡Es el peor momento para que Sahashi se marche de viaje de negocios con una impresionante modelo!
ANÁLISIS DEL TOMO
Natsume es un consejero de belleza que, después de empezar con bastante mal pie su relación profesional y personal con su compañero de trabajo Tôma Sahashi, termina enamorándose de él y pasando de ser su amigo con derecho a roce a algo más. Sin tener muy claro si son pareja o no, a pesar de que en el fragor del sexo Natsume le confesó que le gustaba, la relación entre ambos no es que haya cambiado mucho más allá de que, ahora, hay sentimientos amorosos de por medio. En una fiesta, cuando Sahashi se reencuentra con Risa Yumihara, una antigua amiga suya de su época de modelaje, Natsume no puede evitar sentirse celoso de la guapísima modelo ya que Natsume, por su cabezonería y su orgullo, tiene miedo de dejarse ir cuando está con Sahashi y aceptar sin ambages el amor de este.
Las cosas dan un giro cuando Risa pide que Sahashi sea su maquillador en un importante evento y el chico acepta participar a pesar de ser un consejero de belleza y no un maquillador profesional como tal. Separados mientras dure el evento, Natsume no podrá evitar dejarse carcomer por la preocupación, las dudas y los celos a la vez que, por un evento propio de su marca, llega un maquillador a la tienda: Nakajô. El chico, que es gay, pilla juntos a Natsume y Sahashi, dejando claro desde el principio su interés por Natsume. ¿Reconocerá Natsume lo enamorado que está de Sahashi y se comportará con este como su pareja? ¿Podrá dejar de lado su terquedad y sucumbir completamente?
Dejando atrás la relación forzosa y de consentimiento dudoso entre Natsume y Sahashi, este segundo tomo de Cosmetic Playlover mejor muchísimo respecto con el anterior, centrándose mucho en los sentimientos de Natsume y en qué piensa o siente respecto a su nueva relación con Sahashi. Después de que ambos comenzaran simplemente como dos compañeros de trabajo, que forman un dúo por el bien de las ventas de la tienda, y comenzaran una relación totalmente sexual y carnal por las amenazas de Sahashi relacionadas con el amor secreto de Natsume, ambos han comenzado a sentir por el otro algo más fuerte que el deseo y la lujuriar.
Sahashi, que siempre había sido un pasota en el trabajo y solo quería diversión, cambia radicalmente el chip y desea implicarse a fondo en lo que hace para ver la preciosa sonrisa de Natsume, una que ha comenzado a adorar cuando va dirigida a él y solo a él. Y es que Sahashi no ha podido evitar enamorarse de Natsume y de desear que éste le corresponda. Eso hizo que el chico se tomara en serio su relación, y que no fueran solo dos follamigos, hasta que Natsume le confesó que le gustaba. Siendo ahora una pareja, algo que Natsume sigue sin tener muy claro, el chico no deja de esforzarse para mejorar y que Natsume se sienta orgulloso de él y le sonría.
Tornándose la historia más seria, sin dejar de lado el erotismo y las pasionales escenas de sexo explícito (todas sin censura en la edición española de Panini), Sachi Narashima se centra mucho en Natsume y en mostrarnos su psique para comprender al personaje. Siendo un completo cabezota y un orgulloso, Narashima nos desnuda el interior de Natsume para comprender sus reticencias en entender y aceptar que él es la pareja de Sahashi. Sin experiencia en el amor, enamorado desde hace años de una persona que no le iba a corresponder nunca, Natsume solo ha tenido rollos y no sabe cómo debería comportarse ahora con Sahashi. Tampoco es que Sahashi deje su sarcasmo de lado y de que se comporte con él de forma diferente. Pero, aunque eso no haya cambiado, no importa. Natsume se ha enamorado de ese Sahashi descarado, ese que le dice las cosas a la cara, que parece un pasota pero que en realidad se comporta así por unos sucesos en su época de modelo. Un punto muy positivo es que los personajes no son perfectos, son conscientes de ellos y, aún así, se han enamorado precisamente por eso: siendo conscientes de los puntos fuertes y débiles del otro.
Como ya he comentado, este tomo me ha gustado muchísimo más que el primero. En la reseña del primer volumen ya dije que me había sobrado mucho el cliché de la violación y me alegro que en este tomo ellos ya sean pareja - o algo así hasta que en el final del tomo es ya cien por cien confirmación de pareja - porque ambos personajes son atractivos (no solo físicamente, también por sus formas de ser y sus caracteres) y el tema de la cosmética es muy interesante y que una historia esté ambientada en el mundo del maquillaje siendo un BL no suele ser muy común.
Más cosas buenas de este segundo volumen: que siga Bitterness Playlover. Si bien también este spinoff de Kakizaki empezó siendo más tóxico si cabe que la historia de Natsume y Sahashi, ciertamente casaba más con los personajes y este segundo capítulo también me ha gustado más que el primero y quiero saber más de esta extraña pareja, porque los personajes de Kakizaki y Saionji tienen una relación de tira y afloja que engancha. Estoy deseando ver su evolución y como Kakizaki se enamora de Saionji ya que este último ya se sabía que estaba más que pillado por Kakizaki. Se nota que a Sachi Narashima le gusta hacer personajes tsundere. No le ha bastado uno que nos ha hecho dos.
En definitiva, me alegro de haber seguido la serie porque este segundo tomo me ha convencido del todo en seguir con la serie, así que tengo muchas ganas de leer los siguientes porque, como me decía mi sexto sentido, Cosmetic Playlover tiene potencial y lo he visto y espero seguir viéndolo a través de los siguientes tomos.
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