"Aunque me traigas de cabeza y seas un desastre quiero estar contigo"
SINOPSIS
Yukiji Yano y Jun Shizuki pertenecen a la misma banda de música y mantienen relaciones como parte de un acuerdo que los beneficia a ambos.
Por casualidad, Shizuku se entera de que Yano tiene circunstancias familiares complejas y necesita saber y entender más sobre sus problemas. Mientras tanto ¿un amigo de la infancia aparece para unirse a la banda?
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ANÁLISIS DEL TOMO
Siendo ahora una pareja con todas las letras, dejando atrás su etapa de follamigos, Zeniko Sumiya nos sumerge en la nueva etapa en la relación amorosa de Yano y Shizuki quienes se van a vivir juntos y, en esa convivencia, comenzarán a descubrir nuevas facetas sobre el otro que desconocían.
"¿Y si nos vamos a vivir juntos?"
Después de haber estado juntos durante 4 años como follamigos, Yano y Shizuki, dos jóvenes que se conocieron en la banda de viento local y que son tan diferentes como lo es un huevo de una castaña, aceptaron sus sentimientos y se declararon el uno al otro. Siendo novios, Yano le propone a Shizuki que se vayan a vivir juntos porque, si no, prácticamente no pueden verse o coincidir por los horarios que cada uno tiene en su trabajo. Yano, queriendo cumplir todos los requisitos de Shizuki para encontrar piso, logra convencerlo y ambos encuentran un nidito de amor adecuado a sus necesidades y, aunque solo llevan 6 meses como novios, dan este paso agigantado dentro de su relación.
Profundizando más en los personajes, Zeniko Sumiya nos muestra la nueva etapa en la relación de Yano y Shizuki que han dejado atrás el ser simples follamigos para ser novios y, además, comenzar a vivir juntos, compartiendo así su día a día. El vivir junto a la persona que amas siempre es algo bastante importante y crucial. Es la puesta a prueba de una relación, la etapa en la que empiezas a conocer más a esa persona en el ambiente cotidiano, en el que debes compartir tu intimidad y en la que, como no, salen a flote los defectos de cada uno y ambos deben empezar a amoldarse a la otra persona y hallar el equilibrio perfecto que requiere la convivencia para que las cosas funcionen. Porque el amor no lo puede todo aunque en la ficción siempre quiera pintarse que el amor todo lo puede. Puedes querer mucho a una persona y ser tan incompatibles que vivir juntos sea el inferno.
Desde que le propuso vivir juntos, Yano está exultante. Deseando evitar ver a su chico partir de su apartamento porque debe irse a trabajar, ahora puede darle la bienvenida por las mañanas después de una noche dura de curro en el bar, prepararle el desayuno, hacerle mimitos y arrumacos... En fin, todo lo que quiera y que él tanto disfruta aunque Shizuki crea que se beneficia más él de esto que el propio Yano. Pero realemnte Yano disfruta cuidando de su enamorado, siendo el novio perfecto. Por su parte Shizuki, que al principio no estaba muy convencido de irse a vivir con Yano, acaba cediendo porque sus sentimientos por Yano son igual de fuertes que los de su novio, pero con el paso de los días comienza a darse cuenta de lo poco que sabe de Yano. Y ese comecoco no tiene nada que ver sobre sus gustos ni personalidad, sino que no sabe nada de su familia, sus amigos... Aunque Shizuki quiere conocer lo más básico y fundamental de su pareja, a su vez siente que Yano no quiere que él lo sepa y Shizuki tiene miedo de intentar forzarlo demasiado y que eso cree fricciones entre ambos.
Sin perder el tono cómico y ligero que ya vimos en el primer volumen, Zeniko Sumiya añade mucha más complejidad y seriedad en este segundo tomo, siendo mucho más maduro y adulto que el anterior. Más centrado en la figura de Yano, aunque principalmente desde el punto de vista de Shizuki, Sumiya nos contará su pasado, su mala relación con su padre y aquello que no desea que Shizuki sepa de él; mostrándonos la faceta no perfecta del personaje que ya sabíamos del primer tomo o que, al menos, intuíamos. Gracias a la aparición de nuevos personajes secundarios, nuestros dos protagonistas avanzarán en su relación, sobre todo porque ambos son tan nulos para el amor que, sin la ayuda y consejos de terceros, que pueden ser más objetivos por presenciar las cosas desde fuera, les costaría mucho más poder entenderse a ellos mismos y a su pareja.
Para mí Zeniko Sumiya está haciendo un trabajo excelente en Por tu culpa no puedo respirar y es otro de los BL que más estoy disfrutando en lo poco que portamos de 2024. No solamente ha creado a unos muy buenos protagonistas y secundarios, que estan en la historia por razones de peso y que ayudan a que los protagonistas avancen y son detonantes importantes, sino que la obra y todo lo que sucede en la misma es coherente y la trama avanza a buen ritmo, aprovechando muy bien el espacio y narrándolo todo con la longitud necesaria: sin alargar los conflictos, pero tampoco sin resolverlos rápido y de forma chapucera.
Sobre la edición española, quiero comentar que hay mucho moiré en el tomo (aunque gracias a los dioses del BL no es de ese feo que hace mucho daño al ojo, sino que es uno bastante ligero, que lo ves claramente, pero no desgracia el dibujo ni molesta en exceso al leer) y que espero y deseo que esto se solucione para los próximos números y para cuando hagan reimpresión de este.
Con todo, vale tantísimo la pena Por tu culpa no puedo respirar que, aún sabiendo lo del moiré, me compré este segundo volumen en cuanto pude. Tengo muchísimas ganas de continuar leyendo este maravilloso slice of life protagonizado por dos chicos bobísimos, patosos en el amor, pero que se quieren muchísimo y que, juntos, no solamente están aprendiendo lo que es el amor y el convivir con la persona que amas, sino que están complementándose el uno al otro y haciéndose felices entre sonrisas y caricias, y en donde la pasión física a pasado de serlo todo a ser un complemento más en su relación.
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