Menú

Encuentrame en:

domingo, 23 de junio de 2024

Reseña: Diez años sin ti de hitomi

 "Al ver mi cuerpo magullado, por algún extraño motivo, me sentí aliviado. Fue como si se me estuviera perdonando".



FICHA TÉCNICA

Título original:  Hitori to Hitori no 3650nichi (en japonés 1人と一人の3650日) 

Autora: hitomi 

- Editorial Española: Arechi Manga

- Editorial Japonesa: Takeshobo

- Tomo único serializado en la revista Reijin UNO! de la editorial Takeshobo. Publicado originalmente en Japón en 2020

-  BL, slice of life, psicológico, salud mental, erotismo, drama, sin censura, segundas oportunidades, trauma

- Séptimo puesto en la categoría BEST Newcomer de los premios BL Awards de 2021 

- Traducción: Meritxell Sans

- Páginas: 180

- Precio: 9'95 €

- Ya a la venta

- Gracias a la editorial por la copia de prensa para su reseña


SINOPSIS

Maki, un joven gay, se reencuentra con Katsumi, quien le había rechazado con crueles palabras: «Me das asco», y se entera de que, aunque supuestamente es heterosexual, mantiene relaciones sexuales con un tipo con mala fama. Katsumi, por su parte, al haber herido a Maki para protegerse, busca el alivio de su culpa permitiendo que desconocidos lo traten con violencia y le hagan daño.

Pero cuando Maki se entera de esto, enseguida le dice a Katsumi: «Yo seré quien te castigue».


OPINIÓN PERSONAL 

Hacer buenos tomos únicos no es para nada una tarea fácil. Hay que tener en cuenta el espacio del que se disponen para conseguir llegar al lector y desarrollar la historia sin dejar cabos sueltos o cosas sin explicar bien y, sobre todo, saber cerrar la trama de tal forma que no parezca precipitada o incongruente. En Diez años sin ti, el manga debut de hitomi, la mangaka no solo demuestra que es capaz de hacer eso en un tomo único, sino que lo demuestra tanto en la historia que da nombre al volumen como en el oneshot (relato corto independiente) que le da cierre. 

Maki y Katsumi hace diez años que no se ven. A pesar de haber sido uña y carne en sus tres años de instituto, ambos se separaron de la peor forma posible cuando Maki se le declaró a Katsumi y este lo rechazó de la forma más cruel e ignominiosa posible. Ahora, buscando un libro que quiere leer en una librería, Katsumi se reencuentra con Maki, el cual trabaja en dicha librería. Al verse, los recuerdos florecen en ambos y, aunque ninguno sabe muy bien cómo reaccionar, este reencuentro significan cosas diferentes para ambos. Para Maki es como el cierre del círculo, la muestra de que el daño que le hizo el que fue su amigo ya hace tiempo que sanó, mientras que  para Katsumi es un castigo; el recuerdo del injusto pecado que cometió contra una persona importante para él. 

"Ese día cometimos un error. Tanto Katsumi como yo".

Días después, Maki va a un bar con un amigo y, allí, le parece ver a Katsumi ligando... ¿con un hombre? Boquiabierto, Maki descubre que Katsumi no solamente no es hetero, sino que tiene sexo violento con hombres de mala calaña. Incapaz de entender por qué se hace eso, cuál puede ser el motivo para dejarse violentar por otros hombres, donde no halla placer alguno, Maki acaba deteniendo a Katsumi de que vuelva a cometer una locura. Es entonces cuando Katsumi le confiesa la verdad que anida en su corazón desde hace diez largos años y por qué necesita autoinfligirse daño a través del sexo que, más que sexo, es dejarse violar por hombres que no conoce de nada y, así, sentir que obtendrá paz y redención por haberlo destrozado como lo hice cuando se le declaró en el instituto. 


Sindo el causante del sufrimiento de Katsumi, Maki se ofrece para ser aquel que ejecute el castigo que tanto implora Katsumi. Pero, en vez de castigarlo, lo que hace Maki es curar las heridas supurantes y gangrenosas de Katsumi; aliviando las heridas de una alma atormentada y de un cuerpo marcado por el mayo de los sufrimientos. ¿Logrará Maki que Katsumi se perdone?

Psicológica, tormentosa y muy sentida, Diez años sin ti es una historia adulta con personajes bien construidos y grises que nos habla de salud mental y de la salvación que podemos hallar en las caricias de las personas que nos quieren de verdad. 

Llevándose muy bien en el instituto, siendo inseparables, la relación de amistad entre Maki y Katsumi se rompe en mil  pedazos el día de la graduación de ambos; día en el que Maki decide confesarle sus sentimientos a Katsumi. Este, implacable, coge esos sentimientos, los aplasta como si de basura se tratasen y los lanza bien lejos de él; partiendo en mil pedazos el corazón de un joven que ha descubierto que no es hetero y que lo ha rechazado de la forma más cruel la persona en la que más confiaba y amaba. 

Diez años después, de la forma más casual y mundana, ambos vuelven a encontrarse y el dolor y las antiguas heridas salen de nuevo a flote. Pero si bien Maki ha logrado superar el duro golpe que le infligió Katsumi, este último no ha podido olvidar el sonido del corazón de Maki al hacerse añicos. Buscando autocastigarse para sentir que expía poco a poco el daño que le hizo a su amigo, Katsumi busca sexo violento con hombres de dudosa moral que abusan de su cuerpo y le dañan físicamente este y también el alma. Cuando Maki descubre esas prácticas sexuales de Katsumi, y sabiendo los motivos del hombre para hacerse eso a sí mismo, decide ser él mismo quien inflija el correspondiente castigo a Katsumi. 

Pero las manos de Maki no dañan a Katsumi, es todo lo contrario. El cuerpo de Maki, está sanando el de Katsumi con cada caricia, con cada embestida y, poco a poco, los sentimientos de ambos vuelven a surgir. Ambos vuelven a sentir esa atracción que, de adolescentes, no supieron afrontar y florece todo desde cero. ¿Podrán ambos amarse sin reservas? ¿Podrá Katsumi aceptar la gentileza y el amor que le ofrece Maki sin sentir que no merece su perdón?

Sensible, pero mostrando la crueldad en su dosis justa y necesaria, hitomi nos sumerge en una historia adulta con dos personajes brutalmente bien desarrollados y con una muy buena psicología donde se nos habla de la culpa, del castigo, la redención y la salud mental en solo cuatro capítulos con una narrativa fluida y un dibujo increíblemente detallista que rebosa sentimientos y humanidad. 

Psicológica e introspectiva, Diez años sin ti es una historia de segundas oportunidades que nos muestra lo que puede provocar la inmadurez de la juventud, el daño que puede hacernos el miedo, la necesidad de la aceptación y de lo importante que es saber perdonarse a uno mismo y de sentir que, en ese proceso, estamos con alguien que nos apoya y que nos quiere. 

Hitomi es una reina a la hora de plasmar sentimientos a través de su arte, uno increíblemente detallista y capaz de trasmitir una miriada de sentimientos al lector con el trazo de sus lápices. Todo esto acompañado de un trazo fino y hermoso y un muy buen dominio de las viñetas, ya que su narrativa es muy fluida y tiene un muy buen control del espacio.

Como he dicho más arriba, en Diez años sin ti viene una historia extra que no tiene nada que ver con la que da nombre a la obra, un oneshoot titulado "Los inmaduros crecemos en verano" y nada tiene que envidiarle a "Diez años sin ti", siendo un relato corto completísimo y buenísimo.  

"Nunca hubiese imaginado que llegaría el día en el que me lo pasaría mejor con un hombre en el campo que saliendo con mujeres."

"Los inmaduros crecemos en verano" nos cuenta la historia de Daiya, un tokiota ricachón que sale cada dos por tres con tías, que decide irse unos meses al campo para desconectar y vivir esa experiencia plácida que tanto predican en la televisión. Allí conoce a un joven de su edad, Yûsuke, el cual es más fuerte que él, a pesar de ser bastante bajito. Encontrando la compañía de Yûsuke placentera y muy divertida, aprendiendo a desenvolverse en el mundo rural, Daiya comienza a pasar su día a día en casa de su nuevo amigo, y lo que debería haber sido una estancia corta en el campo, se vuelve en una larga estancia de un año. Pero las cosas dar un giro cuando Daiya cruza la línea roja de su relación con Yûsuke. 

Completamente sin censura, Arechi manga nos presenta una buena edición de tamaño b6, con sobrecubierta y la página inicial a color, tal cual la edición original. El tomo, como suele ser habitual, viene cosido, el papel no trasparenta y la impresión es buena sin que haya moiré en las tramas o saturación de tinta o borrones. La rotulación también está bien. La traducción corre a cargo de Meritxell Sans y es correcta. Aunque hay alguna que otra erratilla tonta, el tomo se lee muy bien. Personalmente, hay algunos momentos en el que el tono de Diez años sin ti no me acaba de casar mucho con la obra o con las voces de los personajes. También hay alguna que otra frase rebuscada. Pero bueno, esto es más una preferencia mía que no busca ser una crítica negativa como tampoco le resta puntos a la obra per se.  


Demostrando lo buena que es como mangaka desde su obra debut, obviamente que LA REINA RECOMIENDA Diez años sin ti, una obra que ya me enamoró hace dos años cuando la leí en francés y vuelve a conquistarme el corazón por la sensibilidad de hitomi a la hora de hacer personajes humanos, grises e imperfectos. 

Si os gustan los volúmenes únicos con personajes adultos, historias psicológicas, duras y serias, pero con un final feliz y redentor, este es vuestro manga. Además, como bonus, tenemos una historia corta también muy buena que es la guinda del pastel. Dadle una oportunidad porque no os vais a arrepentir.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario