miércoles, 2 de septiembre de 2020

Primeras impresiones de "Nieve sobre los pinos" de Hidebu Takahashi

 "No te he traído ningún cadáver. Así que, a cambio, dejaré que tomes este cuerpo vivo otra vez."


FICHA TÉCNICA

- Título original: Yuki to Matsu
- Autor/a: Hidebu Takahashi
- Editorial: Milky Way Ediciones
- Serie de 3 tomos (Completa en Japón)
- Boy's  love, drama, época, romance
- Traducción: Judit Moreno (DARUMA Serveis Lingüistics)
- Periodicidad: bimestral
- Precio: 8'50€
- Ya a la venta


SINOPSIS:

Qué mirada más gélida... ¿Será que tu corazón sigue muerto? Yo te lo calentaré.”

Bajo la nieve que cae sin cesar, yace un joven al borde de la muerte, espada en mano. El médico Shôan lo encuentra por casualidad y le salva la vida. Sus destinos quedan enlazados a partir de ese instante, en el que ni siquiera conocen aún el nombre del otro.

¡He aquí la primera entrega de esta historia ambientada en el Japón antiguo y dibujada con un estilo único!


OPINIÓN: 

No quiero engañaros: he estado a punto de no comprar este manga. Y eso que, cuando fue anunciado en el Manga BCN del 2019, fue una de las licencias de la editorial que más me llamó la atención. Por qué, os preguntaréis, no quería hacerme con Nieve sobre los pinos. Pues porque se me atravesó el dibujo el día que decidí chafardear aprovechando mi suscripción en la plataforma Futekiya (lugar donde se puede leer bl en inglés online a través de una suscripción).  En el manga el dibujo es algo fundamental porque forma parte de la trama visual que el o la autor nos quiere contar a través de viñetas. Aún así, mi sexto sentido no dejaba de decirme que le diera una oportunidad, que siguiera el palpito. 

Suerte que lo hice.

Nieve sobre los pinos comienza una noche de invierno. La nieve cae y el medico Shôan, mientras busca cadáveres, encuentra a un hermoso joven con la garganta cortada tirado sobre la nieve. Shôan cura al joven a quien comienza a llamar Yiki (nieve en japonés) ante las reticencias del chico a decirle su nombre.  Después de cobrarse sus favores como doctor, Shôhan le pide a Yuki que le traiga algún cadáver ya que se dedica a hacer ungüents y demás con partes del cuerpo humano. En el momento en el que Yuki no cumple con la demanda de Shôan y vuelve a su lado, sus destinos quedan unidos para siempre. 


Con una narrativa fluida a través de un dibujo personal, elegante y que se funde perfectamente con el escenario elegido para contar esta historia, este primer tomo de Nieve sobre los pinos nos introduce a los dos protagonistas, Shôan y Yuki, y se va perfilando, a lo largo de los cuatro episodios que contiene, su relación al mismo tiempo que se nos da información a cuenta gotas, tanto de su psicología como del pasado de ambos. Aunque en este tomo el personaje más potente es Yuki, ya que todo lo que acontece gira a su alrededor; a su figura enigmática. Desde el inicio se nos abren mil preguntas sobre por qué Yuki estaba con la garganta abierta sobre la nieve y quién es el causante de esa herida.   

Pero es la soledad del alma, el miedo y el sufrimiento lo que este primer tomo me ha transmitido. Porque, conforme pasamos las páginas y vamos avanzando, el lector se percata de que ni la vida de Yuki ni la del doctor son fáciles. Y eso se acentúa, además, en la propia época en la que se ambienta la historia; escenario que permite darle un toque de más peligrosidad y oscuridad a la trama. Que nadie crea que entre las páginas de Nieve sobre los pinos va a encontrar un plot con contenido histórico del Japón de la Era Edô, porque se equivoca. La época, en este caso, simplemente es el escenario donde Hidebu Takahashi decide instalar la acción. 


En cada una de las páginas se respira la amargura de ambos personaje. De Yuki, sobretodo, quien no ha tenido una vida para nada fácil. Desde el inicio parece un ser inanimado, como un muñeco que se mueve por una especie de hálito vital que le permite moverse, pero que es más un cadáver que un ser vivo. Todo lo contrario que el doctor quien, a pesar de sus primeras intervenciones, es un personaje que trasmite luz y esperanza: un nuevo comienzo. Es inevitable que la vida de ambos se mezcle y se entreteja, como las dos hebras de dos ovillos de hilos diferentes que, juntas sobre un telar, crean un nuevo dibujo juntos.  

Un aspecto que me ha gustado mucho es la cotidianidad que hallamos en Nieve sobre los pinos. Takahashi integra a la trama principal subtramas que nos traslada al día a día de Yuki y Shôan, permitiendo que el lector consiga, además de empatizar con ellos, fundirse con el escenario y meterse de lleno en la historia. Sumergirse en ella. Tampoco es que sea muy difícil ya que el propio dibujo, con esas lineas sinuosas y donde predomina el negro y el blanco, llega a ser hipnótico. Y pensar que la primera vez no me gustó, ahora se me antoja no solamente muy expresivo, sino atractivo y en consonancia con la obra.

Nieve sobre los pinos es pues un manga con una trama adulta, algo oscura, donde el amor da lugar a segundas oportunidades, donde la casualidad y la suerte puede otorgar una nueva vida a aquellos que menos se lo esperan; a almas destrozadas que buscan un poco de cariño y una mano amiga que les dé calor. Para mí, a sido una grata lectura y que me ha dejado con muchas ganas de continuar el manga y de seguir conociendo a Yuki y Shôan. 


    
La recomiendo a aquellos lectores que disfrutan de mangas con tramas que tratan temas sensibles, impera el drama y donde sus personajes tiene sus claros y sus oscuros; su pasado, su dolor y donde la felicidad no es tan fácil de conseguir. 





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