"El que busca la verdad merece el castigo de encontrarla".
Ficha técnica
- Autor: J.P. Bango
- Editorial: Wave Books Editorial
- Sello. Wave Gold
- Distopía, futurista, apocalipsis
- Páginas: 396
- Precio: 16€ (papel)/ 3'30€ (e-book)
- Gracias a la editorial por el ejemplar digital
Sinopsis:
Tras siglos de reiteradas catástrofes, en la Tierra solo queda espacio para una gran ciudad, oculta tras una enorme cúpula, llamada Tecnópolis. A su alrededor, la Tierra se ha trasformado en un desierto apenas habitado donde un arbusto xérofito ha subyugado la fauna y la flora. En este contexto yermo, Hikaru, un oficial sanguinario del ejército de Tecnópolis es juzgado por un episodio violento ocurrido en el desierto tiempo atrás. Lo que Hikaru no sabe es que hay quien está utilizando ese juicio para ponerlo a prueba. Perseguido por unos y por otros, el oficial tecnopolitano se verá obligado a adentrarse en el desierto intentando desentrañar no solo el misterio que rodea a la reciente desaparición de su esposa, secuestrada en extrañas circunstancias, también los secretos arcanos que ocultan las enigmáticas gentes que todavía lo pueblan.
Opinión:
No voy a negar lo mucho que me encantan las distopías y todo lo que tenga que ver con mundos postapocalípticos o apocalípticos a secas. Ese es el motivo por el cual comencé esta lectura con muchas ganas y más después de esa sinopsis tan sugerente que presenta la novela. Por estos motivos, y al terminar su lectura, me alegra poder decir que me ha dejado un gran sabor de boca.
El embrión de Kylie nos lleva a un futuro distópico y postapocalíptico en donde el mundo ya no es lo que una vez fue. Un gran desierto rodea lo que queda de civilización y el vinegod, un arbusto xéorfito es el dueño del mundo ya que todo lo que una vez hubo fue devorado por él. Tecnópolis es el único resquicio que queda de la civilización, una gran ciudad protegida por una cúpula que resiste tanto al desierto como al vindegod.
Pero el desierto no es un lugar deshabitado. Una comunidad de personas resisten allí, adaptados al nuevo ecosistema y que utilizan el vinegod para sobrevivir, algo que los tecnopolitanos temen y envidian al mismo tiempo. Porque el vinegod enloquece a la gente que lo consume, los infecta y los infectados tienen la entrada prohibida a Tecnópolis.
En un mundo inclemente y sin piedad, la lucha por sobrevivir es incluso más despiadada que la propia Naturaleza y las luchas y tensiones entre los tecnopolitanos y los predas (los habitantes del desierto) es un cóctel molotov que, si no se detiene, solamente puede llevar a un camino: hacia la destrucción. Y dentro de toda esta vorágine de destrucción y odio se encuentra el oficial Hikaru, el cual lo único que desea es hallar a su esposa desaparecida.
Con una premisa interesante, sugerente y con toques innovadores en lo que respecta a las distopías, J.P. Bango ha creado un mundo apocalíptico muy interesante y original donde lo que queda de la humanidad ha tenido que intentar sobrevivir a causa de los cambios que se han producido en la Tierra a causa del vinegod. En esta ciudad donde reside todo lo que queda de la civilización humana, Tecnópolis, los humanos están divididos y sometidos a un sistema jerárquico de castas (sistema que va desde la alfa hasta abajo, sistema que sigue la lógica del orden que tiene el alfabeto griego) donde los de arriba son los privilegiados y mientras se va bajando se van teniendo cada vez menos o ninguno, siendo los niveles inferiores de la ciudad lo lugares más marginados.
Como el nombre de la ciudad indica, Tecnópolis es una urbe donde la tecnología está al orden del día, pero ésta es una que está condicionada con los tiempos que corren: la dureza del desierto. Y ese es uno de los puntos fuertes de esta novela: la gran ambientación y el mundo inhóspito que ha creado Bango así como la forma en la que ha sabido crear todo un mundo acorde con esa situación que la propia humanidad está viviendo. Porque, como ya he dicho, no solamente está Tecnópolis, sino todas aquellas personas que viven fuera de ella y que han sabido adaptarse de forma orgánica al propio desierto y que saben sacarle partido al vinegod para todo aquello que necesitan para vivir; secreto que los tecnopolitanos buscan.
En toda esta vorágine era imposible que el conflicto no estuviera presente en El embrión de Kylie. Con una mezcla de narrador en tercera persona donde usa el tiempo pasado o presente y el uso de la primera persona, J.P. Bango nos hace un recorrido por todo este mundo usando de forma muy inteligente estos dos tipos de narradores a la vez que nos mezcla distintos tiempos internos de la propia historia. Es decir, el autor se mueve entre el pasado y el presente según le interesa y según necesita para contarnos lo que quiere explicarnos en las menos de 400 páginas de esta novela en su edición en papel.
Esa alteración entre las distintas líneas temporales hace que el autor juegue con la información que quiere que el lector sepa y así no cosernos a información al principio de la obra, sino que nos la va dando poco a poco cuando es justo y necesario sin cortar la acción en ningún momento, sino más bien lo hace para destensar algunos momentos o para aclarar algo o para dejar al lector con la boca abierta con algo que no esperamos.
Porque esta novela es impredecible y eso, además de por lo bien pensada que la tenía su autor, es gracias a su habilidad con ese juego temporal lo que hace que la intriga esté siempre permanente y queramos seguir leyendo para descubrir todo lo que El embrión de Kylie esconde.
Que son muchos secretos, sin duda. Secretos que, una vez se termina la novela, no son desvelados y eso hace pensar que habrá otro libro más, mínimo. De no ser así, esta novela terminaría por cojear y sería una pena que quedara así, con ese final donde casi no se resuelve ninguna de las tramas abiertas ni se descubren los secretos más importantes de la novela.
Dejando de lado el final, uno muy precipitado en sus últimas cien páginas, otra cosa que hace brillar esta novela son los personajes y la sociedad humana que el autor a creado, sobre todo la que vive en Tecnópolis. Todos los personajes que aparecen, sean más principales o más secundarios, están muy bien definidos psicológicamente y se mueven a través de sus creencias y moralidades. Eso hace que veamos muchos conflictos entre ellos, porque cada uno actúa según su conveniencia a lo largo de la trama. Porque los tecnopolitanos son personas engreídas y soberbias que se creen superiores a los predas y los desprecian por considerarlos "bárbaros", algo que nos demuestra que la humanidad no parece que pueda o quiera cambiar por muchos siglos que pasen o por muchas desastres que sucedan.
Por este motivo choca bastante el modo en el que viven los predas (las gentes del desierto) que tienen un sistema social distinto, aunque éste depende de la zona porque no todos los predas viven en el mismo lugar y tampoco tienen un régimen organizativo igual entre ellos.
Sobre los personajes en concreto hay que destacar que los principales sufren una gran evolución a lo largo de las páginas, una muy interesante que les abre los ojos a través de viaje, del aprendizaje y de muchas penurias que les hacen ver que no todo es blanco o negro, que los buenos no lo son tanto y que los demonios puede que no sean tan malvados como los pintan. Por eso puedo decir que en esta novela no hay ni buenos ni malos, sólo conflictos de intereses entre dos putos de vista distintos en pos de la supervivencia en un territorio hostil.
En definitiva, El embrión de Kylie es una más que interesante novela apocalítica, una distopía interesante que saca muchos temas morales a relucir, donde se cuestiona la humanidad de las personas y qué tipo de personas son válidas y las que no. Un mundo original e interesante, con acción, traiciones, juegos temporales y una narrativa muy adictiva que engancha y no te suelta hasta el final.
¿Estás dispuesto a acompañar al oficial Hikaru a buscar a su esposa aunque eso le suponga abandonar todo lo que una vez fue y descubrir que la verdad no es aquella que él siempre ha creído?
Nota 4/5
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