domingo, 18 de noviembre de 2018

Reseña: El chico del súper (Conveni-kun)

"Yamai... Yamai, ahora me he enamorado de ti"

Ficha técnica
- Título original: Conveni-kun
- Autora: Junko
- Editorial: Ediciones Tomodomo
- Tomo único
-Boy's love, romance, comedia, adolescentes
- Traducción: Ana María Caro
- Precio: 8€
- Ya a la venta

Sinopsis:

Un tomo autoconclusivo, ligero y muy tierno, en el que el amor vence al miedo y los prejuicios.

Endô deja los estudios tras sufrir acoso escolar. Cuando al fin se arma de valor para abandonar su vida de nini, conoce a Yamai, un chico con pinta de gamberro que se convierte en su compañero de trabajo. A pesar de su apariencia intimidante, Yamai resulta tener un corazón de oro: rescata a un gatito a punto de ser atropellado, lo cuida e intenta buscarle un hogar. Endô acepta adoptarlo y los dos se acaban haciendo amigos. Sin embargo 
¿qué ocurrirá cuando Yamai descubra la razón por la que a Endô le hicieron la vida imposible?

Opinión:

En su día, hace algunos añitos, navegando por las páginas para leer manga por scans, en la época en la que volví a sumergirme en el género BL, me topé con este manga y lo leí. Me pareció una historia tan bonita y tierna que deseé, como muchas otras y otros lectores, que alguna editorial apostara por este tomo único. Fue una alegría que las chicas de Tomodomo decidieran licenciarlo como novedad para el XXIV Salón del Manga de BCN para que yo, y  mucha otra gente, disfrutara nuevamente de esta historia de amor y que nuevos lectores la descubrieran por primera vez.

El chico del súper es una historia autoconcusiva que nos presenta a Nakaba Endô, un chico que dejó el instituto y que no se dedica a hacer nada hasta que su tío le pide que lo ayude en su tienda a causa de que una de sus empleadas se ha ido. Eso hace que Nakaba vuelva a sair a la calle y dejar su inactividad. Lo malo es que uno de sus compañeros de trabajo, Yamai, es un chico con mala uva y con el cual Endô no se acaba de sentir a gusto. Pero todo esto cambia cuando Endô ve cómo Yamai rescata a un gatito de ser atropellado por un coche. Es en ese momento en el que Nakaba se da cuenta que Yamai no es el macarra malumorado que él creía.

A partir de ese momento, y a causa del gatito, la relación de Nakaba y Yamai se irá haciendo más estrecha hasta que unos compañeros de secundaria de Endô van al súper y se descubre el motivo por el cual dejó el colegio. ¿Qué pasara entre ellos ahora que Yamai lo sabe todo?

Con un total de 5 capítulos, Junko nos presenta, con su particular estilo de dibujo hermoso y lleno de expresividad, una historia de amor tierna; una historia con cierta dosis de realismo donde trata temas sociales importantes como es el bullying, la depresión, el malestar, el miedo al rechazo y el tener que aceptarse a uno mismo sin complejos aunque seas diferente a la norma.

Pocos personajes son los que interactúan en esta historia, siendo casi todos secundarios, y dejándoles el protagonismo absoluto a Endô y Yamai. Junko nos retrata así a dos personajes que son completamente diferentes, pero que se saben complementar a la perfección. Nakaba es un chico que lo ha pasado mal. Está dolido y tiene miedo de que se descubra su secreto, aquel que hizo que se metieran con él en el instituto y el motivo por el cual se marchó. Ante ese miedo a que lo hieran de nuevo, se alejó de la sociedad, pero en realidad es un chico muy inocente, sensible, tímido, tranquilo y agradable. 

Opuesto a Nakaba tenemos a Kôhei Yamai, un chaval con cara de pocos amigos, bastante mal hablado y que tiene malas pulgas y que no quiere que nadie vea la fachada sensible y de buenazo que tiene, y que Nakaba descubre cuando lo ve salvando al gato. Yamai no se corta en decir lo que piensa y, en verdad, es un chico abierto que no le ve nada de malo al secreto de Nakaba una vez lo descubre. Es más bien todo lo contrario. 

El mensaje positivo que nos da la autora es precioso y muy importante para la juventud de hoy en día. Vemos una evolución en el personaje de Endô gracias a Yamai que lo acepta sin reservas tal y como es, y es de ese modo en el que comienza a fijarse en él. Yamai transmite el mensaje de que no hay que tener prejuicios, que hay que aceptar a las personas por lo que son y no por el modelo social establecido. También somos testigos de que el amor, el amor sin toxicidad, el amor sin ulteriores motivos, puede vencerlo todo y hacer un gran bien en las personas: puede llegar a curarnos las heridas internas que nadie más que nosotros podemos ver y que el amor de los demás puede hacer que las personas lleguemos a aceptarnos tal y como somos. 

Respecto al apartado artístico, el dibujo de Junko es precioso, con marca de la casa por parte de la autora. Una vez lo has visto, sabes que ese es su estilo particular y es reconocible en todas sus otras obras. Su estilo es muy pulcro, con una gran capacidad de transmitir sentimientos al lector de una forma impresionante con las facciones y los ojos de los personajes. Hace un buen eso de las tramas para dar más expresividad a los personajes además de para sombrear o embellecer el entorno; un entorno donde no hay demasiados fondos más que los estrictamente necesarios, ya que la autora destaca más a los personajes que a los lugares, apareciendo más de forma detallada cuando es necesario. 

Además de la historia de El chico del súper, este tomo incluye un oneshot titulado "Cuestión de Inmadurez" donde nos cuenta la relación de un estudiante con un oficinista y, para terminar, un extra de El chico del súper que complementa la historia y conocemos un poco más a uno de los personajes secundarios de la obra.

Sobre la edición de Tomodomo: muy cuidada y preciosa. Tenemos las primeras páginas a color, papel blanco de buena calidad, sin moiré, el tomo cosido, su sobrecubierta... ¡Si es que son una gozada las ediciones que hacen estas chicas! Y nunca me cansaré de decirlo. El manga me lo compré en el Salón del Manga y me dieron un marcapáginas con la ilustración a color incluida en el tomo, uno que está disponible si compráis el tomo por su página web.

La traducción de Ana María Caro es clave para el disfrute de este manga. Tampoco me canso nunca de decir las magníficas y acertadas traducciones que hace ya que adapta completamente a nuestra jerga lo que los personajes dicen en japonés, manteniéndose fiel (todo lo buenamente posible) a lo que la autora quiere transmitirnos con sus personajes, ese lenguaje que también es una marca definitoria del carácter de cada uno. Y lo consigue. Me encanta la manera en la que habla Yamai y la vis comica de la historia no se pierde en ningún momento.

En conclusión, El chico del súper es una historia BL preciosa altamente recomendable donde Junko trata temas actuales como es el bullying a alguien que no cumple los cánones sociales, con un mensaje positivo y una historia de amor preciosa que arranca al lector sonrisas por lo kawaii que es todo y otras por los momentos cómicos de los personajes. Una historia que merece la pena, que transmite ternura y calidez. Una historia que releerás más de una vez. 

Nota 5/5




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