miércoles, 7 de agosto de 2024

Crónicas de manga: Sucide Line vol. 3 de naked ape

"Una vez veas lo que hay detrás de esta puerta ya no habrá vuelta atrás."



SINOPSIS

Kuroda intenta ponerse en contacto con la misteriosa organización Suicide Line a escondidas de su compañero Ikaga. Sin embargo, Kuroda es secuestrado por alguien que no esperaba.

Por su parte, Ikaga toma un camino diferente para acercarse al núcleo de Suicide Line. ¿Quién fue el culpable de la masacre de la familia Kuroda? ¿Cuál es el paradero del tío de Ikaga? ¡Guiados por las líneas rojas, todos los misterios saldrán a la luz!

- Leer la reseña de los volúmenes anteriores

- Gracias a la editorial por el ejemplar de prensa para su reseña


ANÁLISIS DEL VOLUMEN Y DE LA SERIE

Consiguiendo llamar la atención a una extraña organización que se hace llamar "Suicide Line", que ayuda a otras personas a encontrar al o a los asesinos de sus seres queridos para que puedan vengarse de ellos y seguidamente suicidarse, Kuroda contacta con ellos para conseguir su propósito, el motivo por el cual se convirtió en policía: hallar al asesino de su familia. En medio de todo esto se da un nuevo caso de desaparición y Kuroda e Ikaga deberán investigar rápidamente el paradero de un niño raptado presuntamente por su padre después de haber golpeado a la madre de mala manera. Solucionando el caso, y consiguiendo llegar a la hora acordada para citarse con uno de los miembros de "Suicide Line", a Kuroda se le hará entrega de una llave sin explicarle ni aclararle el significado de la misma ni tampoco qué es supuestamente la puerta que abre. Debiendo investigar todo lo que pueda sobre esa llave y si esas personas que conforman "Suicide Line" son dignas de su confianza, Kuroda tendrá un nuevo aliado inesperado a la vez que, finalmente, acabará por contarle una verdad a medias a su compañero  Ikaga cuando la desaparición de Aoba, el antiguo compañero de Kuroda, parece estar involucrado en casos de corrupción policial y con "Suicide Line".

Cerrando el círculo iniciado con el primer volumen, naked ape ponen punto y final a Suicide Line un thriller psicológico y policiaco, con cierto elemento sobrenatural, que es mucho más de lo que parece y que trata problemáticas muy reales dentro de la sociedad que no son solamente desapariciones ni asesinatos.

Viviendo por y para la venganza, Kuroda lleva años buscando al asesino de su familia, algo que lo tiene completamente traumado y el propio detonante que hizo que consiguiera una habilidad que es más un castigo que una bendición: ver el hedor de la muerte como si fueran líneas rojas. Después de resolver varios casos de desapariciones junto a Ikaga, parece que Kuroda se haya olvidado un poco de su venganza. Nada más lejos de la realidad.  Buscando incansablemente en la red sobre "Suicide Line", Kuroda logra dar con ese supuesto grupúsculo de personas que te ayudan a hallar a aquel o aquellos de los que te quieres vengar para que cumplas con tu objetivo antes de... ponerle fin a tu existencia; una que solamente vive para impartir tu propia justicia y ahogar la sed de venganza. Y eso es, realmente, lo que desea Kuroda y su motivación para vivir día tras día. Pero, antes de lograr que confíen en él, una de los miembros de  "Suicide Line" lo pondrá  prueba cuando le hace entrega de una llave con ciertas instrucciones que siguen formando parte de la dicha prueba. Lo que Kuroda no espera es que alguien lo descubra y que esté dispuesto a ayudarlo porque esa persona perdió a un ser querido en el pasado después de que se pusiera en contacto con "Suicide Line" y lograra culminar su venganza. 

Entretanto, Ikaga sigue investigando el caso de la niña decapitada, ya que no está nada convencido de las pruebas forenses ni tampoco cree que el verdadero asesino fuera el padre de la niña. No tiene sombra de duda de que hay algo mucho más complejo tras ese caso y no cejará en su empeño hasta descubrir la verdad. Las cosas empeorarán cuando a Ikaga y a Kuroda les encarguen buscar al desaparecido Aoba, el antiguo compañero de Kuroda, quien ha desaparecido dejando solamente un apartamento inundado de sangre. Al parecer, Aoba estaría involucrado en algo turbio dentro de la policía para encubrir a peces gordos que han cometido crímenes y que no deben salir a la luz pública. Para más inri, ahí no quedará la cosa porque parece que la llave que le entregaron a Kuroda, el propio desaparecido Aoba y una antigua agente de la policía muerta están conectados. ¿Qué se supone que es todo esto? Incapaz de resolver y hallar la verdad solo, Kuroda deberá confiarle parte de sus secretos a Ikaga para que lo ayude a desentrañar el más complejo y macabro de los rompecabezas. ¿Encontrará finalmente al asesino de su familia? ¿E Ikaga? ¿Por qué la extraña desaparición de Aoba se parece tanto a la de su tío, el hombre que no ha dejado de buscar durante años?


Con un final de infarto, aunque bastante anticlimático poe lo apresurado que resulta la resolución final de la historia, Suicide Line es una obra compleja, muy psicológica y con personajes muy bien caracterizados y grises que trata principalmente sobre la vida y la muerte, ambas como antítesis, como formas distintas de impartir la justicia y llevar a cabo una venganza personal en un mundo donde las leyes humanas, en muchas ocasiones, no pueden ejercer la justicia que las víctimas quieren o necesitan para poder seguir adelante. 

A través de distintos casos policiales, naked ape nos muestran las facetas más bajas y horrendas del ser humano y lo que una persona puede hacer dentro y fuera de unos parámetros legales que han dictaminado otros seres humanos. Antagónicos, pero a la vez unidos por el destino, y más parecidos de lo que realmente parecen por fuera, Kuroda e Ikaga son los protagonistas de este thriller vibrante con mucha crítica social subyacente en todos los casos que se narran; dos policías de Tokio que buscan a alguien por distintos motivos y que ello propició que se hicieran policías. Investigando por su cuenta para encontrar a esas personas, esos hilos que los unen hacen que acaben trabajando juntos buscando a otras personas desaparecidas y vivas, algo que Kuroda no había hecho nunca antes; encargándose de hallar siempre a cadáveres gracias a los poderes que le ha sido otorgado por la habilidad que su trauma le hizo desarrollar como recordatorio de la sangre de su familia que un asesino despiadado derramó. 

Junto a Ikaga, Kuroda no solamente verá de forma distinta la muerte y la vida, sino también el significado de su propia y aterradora habilidad. Aunque, sin duda, lo que hará que su vida cambie por completo será el descubrimiento de "Suicide Line" y de lo que esta supuesta organización es capaz de hacer por aquellas personas que claman venganza en lo más profundo de sus corazones. ¿Conseguirá Kuroda descubrir quién mató a su familia y cobrarse su tan ansiada venganza?

A pesar de que la obra se cierra bien y que la trama principal se resuelve, el final y el momento culmen de la obra son muy apresurados, tanto que, cuando llegamos al clímax de la historia, este se vuelve bastante anticlimático al no darse los tiempos necesarios para que ese clímax se dé en las condiciones adecuadas narrativamente hablando. Esto hace que no se termine de desarrollar todo lo bien que se debería el final y la resolución de los casos personales de Kuroda e Ikaga; dejando cabos sueltos relacionados con el entramado principal y un final abierto que, si bien no me ha molestado para nada y me ha parecido bastante satisfactorio en general, te deja un poco frío, máxime cuando los dos tomos anteriores han sido muy buenos y el ritmo de la historia era completamente diferente al de este tercer tomo. 

No sé si es que las autoras no han podido hacer más episodios porque les cancelaron la serie o cuáles han sido los motivos para que hasta ellas mismas reconozcan que el final es algo apresurado en los agradecimientos (cosa que invita a pensar que originalmente no iba a ser así), pero es que le ha faltado, como mínimo, un tomo más a esta historia para que todo se desarrollara mejor y se lograra la profundidad y la redondez que merece todo el entramado de Suicide Line. Es que los ritmos y tempos de los dos primeros tomos no encajan con el del final tan apresurado, ya que, si se hubiera querido hacer la serie en tres tomos, las cosas se habrían aligerado más en el segundo para lograr que el final no fuese tan precipitado, pero no es el caso.

Todo esto, obviamente, son elucubraciones mías después de haber leído la obra y vienen a colación básicamente porque Suicide Line me ha parecido una obra muy buena y me ha dejado un pelín decepcionada el cómo se descubre la verdad, algo que es muy potente y no me esperaba para nada. Y, por supuesto, luego están los cabos sueltos que se dejan y otros asuntos que se quedan en el aire por la celeridad con la que se pone punto y final a la obra. 

Dicho esto, globalmente Suicie Line me ha parecido una obra muy buena, un thriller psicológico, policiaco y con toques sobrenaturales y de terror en tres volúmenes que vale mucho la pena y que me ha hecho pensar en varias problemáticas de nuestra sociedad al tratar temas actuales a través de una subyacente crítica social con datos reales sobre las desapariciones en Japón. Porque, a pesar de los asesinatos, Suicide Line trata de desapariciones y de la búsqueda de esas personas que un día se esfuman sin dejar rastro sin que sus familias, en muchas ocasiones, sepan por qué o dónde podrían haberse marchado. 


Sabiendo mantener el misterio de principio a fin, naked ape ha crean en Suicide Line una miniserie muy compleja y muy completa (a pesar de los cabos sueltos que se quedan por el camino) que me ha mantenido enganchada desde el principio y que he disfrutado más de lo que me habría imaginado cuando se aunció este josei. Cuidando los detalles, a pesar del precipitado final, todas las piezas importantes encajan a la perfección, nada está sacado de la manga al más puro estilo deux ex machina, snio que todo mantiene una coherencia interna sin que aparezcan elementos que fastidien la lectura y que estén por estar y, lo mejor de todo, es que no se mete ningún tipo de romance innecesario con ninguno de los protagonistas. Es más, lo que se hace es acercar más a los dos policías y hacer que su relación sea más estrecha. No en vano ambos están interconectados. 

En definitiva, Suicide Line es un muy buen thriller josei, una miniserie de demografía femenina que demuestra sin despeinarse que las obras hechas por mujeres para mujeres tienen la misma calidad que cualquier obra destinada principalmente a un público masculino. A los amantes del género de terror, del misterio y de las obras policiacas les encantará esta obra con tantos matices y vertientes que se esconden entre sus páginas. 

   

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