lunes, 30 de julio de 2018

Reseña: Los Suzuki en París



"¿Pero qué tipo de ciudad es esta? Hay porno por todos lados. Tokio era mucho mejor."

Ficha técnica
- Título original: It's Your World
- Autora: Junko Kawakami
- Editorial: Letrablanka
- Edición especial española recopilación de los dos tomos en uno sólo 
- Traducción: Fidel De Tovar
- Precio: 10€
- Ya a la venta


Sinopsis:

La familia de Hiroya se ve obligada a mudarse a París cuando la empresa donde trabaja su padre le traslada a su filial francesa.

Vivir en el extranjero es toda una aventura. Pero aprender un nuevo idioma y un nuevo modo de entender el mundo no es tan fácil cuando tienes trece años. ¿Conseguirá Hiroya llevar una vida normal a más de 9.000 kilómetros de su Tokio natal?


Los Suzuki en París es la primera obra para Francia de la japonesa Junko Kawakami, que suele trabajar para editoriales japonesas desde su casa de París. Una serie francesa de dos tomos, recopilados en uno solo para la edición española. Una edición única que cuenta además con las ilustraciones realizadas originariamente para la sobrecubierta de la edición japonesa.

Opinión:

Desde niña que siempre me ha fascinado las diferencia existentes entre distintas culturas, así como ver los distintos choques entre varias, la mezcla de éstas o el hecho de tener que acostumbrarte a una nueva que no tiene que ver a la cultura que has mamado desde la cuna. Por ello me tiré de cabeza a por este manga, Los Suzuki en París, sin dudarlo.

Los Suzuki en París nos cuenta la aventura de la familia Suzuki en dicha capital Francesa a través, sobre todo, de los ojos de pequeño de los Suzuki, Hiroya Suzuki que, a causa del traslado de su padre a París, la familia debe mudarse a un país completamente desconocido, con una lengua desconocida, gastronomía opuesta y una cultura completamente diferente a la japonesa. Hiroya, junto a sus padres y a su hermana Lumi, deberá aprender francés y a aclimatarse a la "ciudad de la luz" y toda la multiculturalidad de la sociedad parisina. 

Con buenas dosis de humor, Kawakami nos explica una historia divertida y fresca de una familia normal japonesa en París, el típico choque cultural de occidente y oriente con un dibujo muy personal, con pocos fondos, pero cuando salen paisajes o edificios de París son aquellos más emblemáticos y con mucho detalle y realismo, donde la autora demuestra que vive en esa misma ciudad actualmente y que, a causa de eso, sabe de lo que habla cuando nos presenta las diversas vicisitudes que deben sortear los Suzuki para vivir su día a día.

Además de la dificultad del idioma, la más importante, deben acostumbrarse a utilizar una moneda distinta (el euro), aceptar las dificultades para encontrar (si se puede) productos japoneses que antes estaban al alcance de su mano y convivir con vecinos que no comprenden algunos de sus comportamientos y viceversa, pero que no les queda otra que entenderse. Y oye, al final hacer buenas migas y todo.

Eso mismo es lo que le ocurre a Hiroya en el instituto. No sólo debe esforzarse para comprender las clases, sino que siente que nadie le comprende y, para más inri, sus compañeros no saben ni pronunciar bien su nombre, llamándolo "Iroya" si pronunciar la hache aspirada (como una jota). Pero una chica de su clase, Fátima (mi personaje favorito), lo ayudará con el idioma y, poco a poco, se harán amigos. Al igual que, finalmente, Hiroya irá siendo uno más de entre sus compañeros de clase. 

Kawakami crea en este manga una buena imagen de la realidad dentro de la comicidad de situaciones absurdas que, tal vez, no lo sean tanto y que no dejan de demostrar las dificultades de las personas cuando salen de su zona de confort para vivir en un lugar desconocido. Porque uno no se percata de las diferencias que hay de un país a otro hasta que lo sufre en sus propias carnes. Y, aún así, tampoco es tan diferente. Puede que la comida, la lengua, el modo de expresarse y de actuar varíen, pero el comportamiento humano, los anhelos y deseos son los mismos. Lo que nos mueve es igual en todos lados y todas las culturas tienen, en mayor o menor grado, semejanzas a causa de estar creadas y a la vez mezcladas por el propio ser humano. 

Tal vez la única pega, para mí, de este manga es que es muy general. A lo que me refiero es que todo el conjunto  en sí, toda la historia, es muy general y la autora no llega a profundizar más en algunos temas interesantes que plantea; quedándose en la superficie sin aprovechar la chicha. Claro que esto puede ser debido a causa de la longitud de la obra (dos tomos de unas 150 páginas ya que este tomo es la recopilación de los dos originales y tiene 300 páginas), o tal vez sea a causa de que la intención de Junko fuera crear una obra fresca y divertida sin ir más allá porque, realmente, tampoco hace falta.

La edición de Letrablanka es muy buena: tomo  de tapa blanda con sobrecubierta, papel blanco, sin excesos de colas y otros pormenores (sorry Ivrea), aunque no cuenta con ninguna página a color y puede que a muchos les chirrie el precio a pesar de ser más que justo por las páginas que contiene. La traducción me ha parecido más que buena por parte de Fidel De Tovar cosa que contribuye a que te rías más mientras lo leer.

En resumen, Los Suzuki en París es un manga divertido, ameno y refrescante que nos muestra la multiculturalidad de una ciudad, choques culturales y que, en el fondo, todas las personas del mundo podemos entendernos y abrazar parte de otras culturas sin perder la nuestra. Porque, si algo hay que tener claro, es que lo que nos hace iguales son nuestras diferencias.  

 Nota: 4/5








No hay comentarios:

Publicar un comentario