martes, 7 de noviembre de 2023

Reseña: No estoy tan bueno para que me comas vol. 1 de Yamada 2chome

"Siento miedo, pero me gusta lo que hace. Me encanta. No podría escabullirme de esta ni aunque quisiera" 



FICHA TÉCNICA

Título original:  Tabetemo Oishikuarimasen (en japonés 食べてもおいしくありません )

Autora: Yamada 2chome (en japonés 山田2丁目 )

- Editorial Española: Panini Manga

- Editorial Japonesa: Libre

- Serie abierta con cinco tomos serializada en la revista Magazine Be X Boy de la editorial Libre. Se publicó originalmente en Japón en el año 2019

- BL, romance MXM, comedia romántica, fantasía, sobrenatural, erótica, estudiantes 

- Decimotercer puesto en la categoría BEST comic de los premios BL Awards en 2020

- Traducción: Bernat Borràs (Daruma Serveis Lingüístics, S.L.)

- Páginas: 180

- Precio: 8'95€

- Ya a la venta


SINOPSIS

En un mundo donde prevalecen los demonios y los humanos escasean, Hiyori, un humano, es considerado un manjar para los demonios. Su compañero de clase Hodaka, un demonio agresivo de cuernos grandes, descubre su secreto e incluso lo besa para probar su sabor. La situación de Hiyori es cada ves más peliaguda. ¿Qué ocurrirá cuando los instintos de los demonios se entremezclen con el placer?


OPINIÓN PERSONAL

El BL en España está más en expansión que nunca gracias, en gran medida, a la gran apuesta de Panini en traer series abiertas y largas y, por supuesto, de las editoriales japonesas más conocidas y top dentro del género. Siendo una de las editoriales españolas que más apuesta por el catálogo de la editorial Libre (la cual edita la revista Magazine BeBoy y la GOLD donde se publican muchísimos de los BL más archiconocidos), han hecho posible que, después de varios años, regrese al mercado español Yamada 2chome (Si me llevaras a una isla desierta, editada por Nowevolution) con su obra más famosa: una divertida y erótica comedia romántica sobrenatural muy slice of life donde los demonios son el gran grueso de la población del planeta y los humanos una especie de leyenda urbana. 

En un mundo donde el 90% de la población son demonios y los seres humanos han pasado a ser una rareza, Hyori es un humano que esconde su condición ante sus compañeros de clase. Gracias a que los demonios pueden tener cuernos grandes o pequeños, el chico se escuda en esto último para pasar desapercibido. Todo iba perfecto en su día a día hasta que un compañero de clase, con unos cuernos bien grandes llamado Hodaka, descubre su secreto por el olor que Hiyori desprende.

Hodaka, a quien Hiyori ayudó cuando estaba sufriendo un ataque de dolor a causa de sus cuernos, detectó la humanidad de su compañero por el delicioso y dulce aroma que éste desprende. Desde ese día, Hodaka ha sentido un hambre y un deseo voraz por devorar a Hiyori el cual acepta ayudar a su compañero con su dolor de cuernos ya que, al parecer, cuando Hodaka degusta a Hiyori el dolor remite. 

Dicen las malas lenguas que cuando un demonio detecta a un humano éste quiere comérselo vivo. Hiyori va a vivir de primera mano qué es experimentar el apetito voraz de un demonio y el placer que esto provoca. 

Con gran dosis de comedia juntamente con otra altísima de erotismo, Yamada 2chome nos presenta un slice of life de fantasía sobrenatural donde juega con la dicotomía de el cazador y la presa y también con el sentido metafórico de la palabra "comer", estando en este contexto concreto el el aspecto más sexual y lujurioso. ¿No se dice que comer nos da un inmenso placer?

Utilizando la naturaleza sensual y lujuriosa de los demonios, seres sobrenaturales archiconocidos en todas las culturas, la sensei nos crea una comedia romántica divertidísima y muy entretenida entre dos chicos en plena adolescencia donde las hormonas están más que revolucionadas. 

Hiyori, nuestro protagonista, es un humano que esconde su verdadera naturaleza sin que nadie haya descubierto que no tiene cuernos. Escudándose en que los demonios se diferencian entre los que tienen cornamenta pequeña o grande, y que los cuernos solo se manifiestan si el demonio está excitado o emocionado, Hiyori se camufla con los demonios de su alrededor sin más. Esto cambia completamente cuando Hodaka, el demonio más popular del insti por su gran cornamenta, la cual enseña en muchas ocasiones sin ser capaz de controlarlo, descubre lo que es gracias a su apetitoso olor. 

Siendo el aroma de Hiyori un calmante excelente para su dolor de cuernos, Hodaka le pide a éste que deje comérselo, es decir, lamerle las orejas, comerle la boca  hasta el fondo, mordisquearle la lengua y saborear su deliciosa piel. Hiyori, que intenta negarse, sucumbe ante el placer que el demoníaco Hodaka le da cada vez que lo toca, lo lame y lo saborea en todos los sentidos de la palabra. Aceptando ayudarlo con su dolor de cuernos, Hiyori deja que Hodaka lo saboree día sí y día también en una rutina que practican en los lugares más recónditos del instituto. Como Hiyori no es un demonio, no puede comprender muchas de las cosas que le dice Hodaka, como el tema del sabor o del olor, pero viendo el ardor que Hoadaka manifiesta cada vez que se lo "come", Hiyori no solamente se pierde en el placer, sino que empieza a creer que su compañero siente algo por él. ¿Es posible que Hodaka esté enamorado de Hiyori? ¿Y Hiyori? ¿El placer que siente es a causa del terror y la adrenalina por ser devorado por un peligroso demonio o es por algo más allá de la lógica y la segregación de hormonas?

No estoy tan bueno para que me comas coge la idea del cazador y la presa y juega con la ambigüedad del paradigma. Aunque el cazador natural de un humano sea un demonio, es decir, Hodaka, y la presa sea el indefenso humano, ¿realmente Hiyori es la presa o es el cazador que tiene al demonio a sus pies a causa del placer que el demonio siente cada vez que saborea al humano? Aunque pueda parecer lo contrario, Hiyori  no es un personaje para nada pasivo. Aunque sea humano, es decir, la especie en extinción y, en principio, una presa, es un chaval muy fuerte y echado para adelante. Aunque se deje hacer por Hodaka, y sucumba al placer, no deja que el demonio lo ningunee, haciéndose valer cuando debe y poniendo a Hodaka en su sitio. Por su parte, aunque Hodaka sucumbe a sus instintos, como buen demonio, también tiene en cuenta la opinión de Hiyori, aunque no sea siempre así cuando el frenesí en él es demasiado fuerte. Ante la diferencia de personalidades y caracteres de los protagonistas hace que tengamos muchos tomas y dacas, zascas y escenas divertidas, llenas de tensión y otras muy ardientes. Al final debemos tener en cuenta que la mangaka juega muchísimo con los instintos de cada especie, además de tener en cuenta que estamos ante adolescentes inmaduros e inexpertos que van a cometer errores a cada paso que den en una edad complicada. A Hiyori y Hodaka les queda mucho camino por delante donde seremos testigos del desarrollo de su relación que, si bien empieza siendo puramente física, sus emociones y sentimientos darán un paso más allá. 

De la mezcla de todo lo expuesto nos sale una obra muy entretenida, divertida y maravillosamente erótica. La química de Hiyori y Hodaka es máxima y la sensei sabe trasmitir el deseo, la lujuria y el miedo a través de sus personajes. Gracias a las perspectivas con las que nos dibuja las escenas más sexuales, no tenemos nada censurado en el tomo siendo el trazo de Yamada 2chome muy explícito. En pocas palabras: que no se corta un pelo en nada y TODO es explícito sin la necesidad de mostrar de primera mano los genitales masculinos. El dibujo de la sensei es muy expresivo y si bien no hay muchos fondos y las viñetas se centran más en mostrarnos a los personajes, todo el conjunto cumple su función ya que No estoy tan bueno para que me comas es simple y llanamente la historia de Hiyori y Hodaka, de su relación en sí, donde que uno sea demonio y el otro humano es simplemente un condicionante dentro de la narración para que la mangaka pueda jugar con cierto elementos y contarnos la historia que a ella le apetece. No busca innovación, no busca profundidad, no busca una trama sesuda. Esta obra busca que el lector disfrute y se evada y lo consigue dentro del público al que va dirigida la obra.


La edición de Panini es muy buena. Tenemos un tomo de tamaño b6, con sobrecubierta y primera página a color. No hay ningún tipo de problema en el encolado de las primeras o últimas páginas, la impresión es de buena calidad y la rotulación es de diez. Pero lo mejor, sin duda, es la traducción de Bernat Borràs que hace un trabajo impecable. Su forma de traducir ya me conquistó en Love Nest y ahora vuelve a encantarme con lo bien que ha plasmado las voces de Hiyori y Hodaka y lo bien que están traducidos los juegos de palabras que aparecen con los términos comer-devorar que hacen referencia al deseo y a la lujuria puramente sexual. 

Para concluir: No estoy tan bueno para que me comas es un boys'love muy divertido y erótico gracias al elemento sobrenatural-fantástico de la existencia de un mundo moderno casi enteramente poblado por demonios con escasos humanos en su haber. A quienes gusten y disfruten de las historias ligeras, sin pretensiones y sin complejidad o profundidad, de las comedias románticas para pasar un buen rato y con altas dosis de homoerotismo, estoy convencida de que os lo pasaréis genial con esta lectura. 


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