" Sentí cómo se me llenaba el agujero que llevaba abierto en el corazón"
FICHA TÉCNICA
- Título original: グレープフルーツムーン (Grapefruit Moon)
- Autora: Tomo Serizawa (en japonés 芹澤知)
- Editorial española: Nowevolution
- Editorial japonesa: France Shoin
- Tomo único serializado en la revista Canna y publicado en el 2020
- Romance, slice of life, repostería, MXM romance, Boy's love
- Traducción: Ana María Caro
- Páginas: 194
-Precio: 9€
SINOPSIS
Kazuki, un universitario amante de los dulces, comienza a trabajar en Fujimura, una pequeña pastelería de barrio que acaba de ser reformada. Allí conoce al exigente Yôichirô, un pastelero serio y eficiente en cuya presencia el torpe Kazuki se siente inseguro. Pero con el tiempo Kazuki descubre que Yôichirô es en realidad amable y comprensivo y, sobre todo, que los pasteles que salen de sus dedos son pequeñas maravillas.
Por eso, cuando se entera de que Yôichirô dejó su puesto en la cocina de un importante hotel porque había perdido la pasión por su trabajo, Kazuki hará lo imposible por demostrarle cuánto le gustan sus pasteles… y él.
La historia de un joven puro y entusiasta que, con el brillo de los sueños en la mirada, luchará por devolver la ilusión al guapísimo pastelero que más admira.
OPINIÓN PERSONAL
¿A quién no le gusta una buena tarta de chocolate, una tartaleta de frutas, uno buñuelos de crema o, en definitiva, un buen dulce que se te deshace en la boca? A mí me pirra la repostería, tanto comerme esas delicias dulces como crearlas, por eso siempre que hay obras donde el tema central son los pasteles (o haya dulces de alguna manera entre sus páginas) tiene todas las papeletas para que yo le dé una oportunidad. Por ello no dudé en ir a por Grapefruit Moon y más estando firmado por la mangaka Tomo Sherizawa, autora de Hime Muko, una obra de romance sobrenatural publicada por la editorial japonesa Shu Cream que me enamoró. ¿Qué encuentra el lector entre las páginas de este dulce tomo único?
Kazuki es un universitario friki de los pasteles. Desde pequeño ha adorado ir a la pastelería del barrio a por sus dulces favoritos y ha soñado con ser pastelero. Su torpeza le ha impedido poder estudiar en la escuela de repostería, pero no ha abandonado su sueño y está en la facultad de económicas para, en el futuro, abrir su propio negocio. Mientras va a comprar su tarta favorita, ve que la pastelería del barrio a la que acudía siempre de niño ha vuelto a abrir después de haber cerrado por reformas. Allí no solamente es contratado a tiempo parcial para trabajar durante sus vacaciones de verano, sino que conoce a Yôichirô el nuevo pastelero. Kazuki no tarda en prendarse del talento de Yô para crear dulces y por ello quiere que su talento y su dedicación en la pastelería sean reconocidos. Pero hay algo más que admiración en los sentimientos de Kazuki por el atractivo pastelero.
Aunque tenemos romance, Grapfruit Moon es un manga donde su trama principal gira alrededor de la repostería, pero sobre todo, sobre los sueños de las personas y, también, de la desesperanza de quedarse vacío cuando has alcanzado tu meta y te quedas sin un nuevo horizonte al cual llegar. Son esos puntos los que conforman Grapfruit Moon y, a través de nuestros protagonistas, Tomo Serizawa nos narra una historia llena de esperanza, que el final de una meta no significa que no puedan haber nuevos objetivos que realizar a través de una narrativa fluida, evolución de los personajes a lo largo de las páginas y un dibujo espectacularmente detallado.
Sensei diseña paneles increíblemente detallados tanto de las tartas, como de los personajes y en los mismos fondos. Las escenas clave y emotivas son hermosísimas. Hay una belleza visual que te hace sumergirte en la historia desde el principio y te da la sensación de que estás ante algo mágico y ese mágico es la creación de algo con las propias manos, el amor y la pasión por lo que te gusta. Sus páginas trasmiten no solamente el amor por la repostería, también el amor entre nuestros protagonistas.
Si bien he dicho que la trama secundaria es el romance, eso no quita que sea también importante y que se entreteja perfectamente con la trama principal, llegando al final a converger como una única trama unitaria. El tomo es enteramente para todos los públicos, porque no estamos ante una historia que necesite o en la que se busque que haya erotismo. Por ello que nadie espere escenas sexuales porque no las hay, y tampoco se las necesita para nada. Las propias acciones de los personajes hacen entrever su química y su afecto: el desarrollo de sus sentimientos.
Sobre los personajes, Kazuki y Yôichirô no podían ser más diferentes y, aún así, encajar tan bien. Kazuki es un joven de diecinueve años que tiene toda la vida por delante. Va a la universidad y su sueño es imparable. Por su parte, Yôichirô está ya en sus treinta y ya a alcanzado el objetivo por el cual quiso hacerse pastelero y sigue en el oficio por inercia, porque no sabe qué otra cosa hacer. Ambos aprenderán el uno con el otro, avanzando conjuntamente entre harina, cema pastelera y azúcar hilado.
Sobre la edición española no tengo ninguna queja. Nowevolution aprendió desde hace tiempo de los errores de sus primeros mangas editados y todas sus publicaciones tienen buena impresión, nada de moiré, el papel no trasparenta, la rotulación es buena y sus tomos siempre están cosidos, cosa que les otorga mayor resistencia a que las páginas no se suelten con el paso del tiempo. Puede que la única pega que le ponga sea que hay partes en donde carteles y demás no se han vuelto a rotular solamente al castellano, sino que se ha optado por poner la traducción debajo del texto japonés, sobrecargando así la viñeta. Pero esto es más cuestión personal mía, porque para nada afecta la lectura o hace que se disfrute menos de la obra.
El plus de que el manga sea más bueno si cabe, respeto a historia quiero decir, es gracias a la traducción de Ana María Caro. Me he reído en muchísimos momentos gracias a su elección de palabras o de frases echas. Siempre les da las voces correctas a todos los personajes, dotándoles todavía más de vida de lo que ya les dan los mangakas. Un diez.
En resumen: Grapfruit Moon pasa a ser uno de esos mangas que sé que voy a releer más de una vez y que te dejan el corazón calentito cuando estás triste y se vuelve una muy buena lectura de este 2022. Ojalá más gente disfrute de esta obra y que puedan llegarnos más obras de sensei para disfrutar de su talento. Como dice Serizawa sobre su propio manga: "Me hará feliz que este tomo os ayude a relajaros cuando queráis tomaros un respiro, como si de un dulce pastel se tratara".
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