lunes, 3 de abril de 2023

Reseña: Pétalos de papel de Iria G. Parente y Selene M. Pascual

 "A veces, creer que ya no te queda nada más que perder es justo lo que necesitas para que desaparezca el miedo a arriesgarte"


FICHA TÉCNICA

- Autoras: Iria G. Parente y Slene M. Pascual

- Editorial: Molino, sello de Penguin Random House

- Ilustraciones a cargo de Paulina Klime

- Fantasía, LGBTIQ, romance, misterio, drama, new adult, libro único

- Páginas: 544

- Precio en papel: 19€

-Precio en ebook: 8'99€

- Ya a la venta 


SINOPSIS

Un mundo en el que caben todos los mundos.
Un chico con el poder de crear puentes entre ellos.
Una chica que llega por accidente... y que no puede regresar a casa


Dani es una chica normal. O lo era hasta que un libro se la tragó y llegó a Albión, una dimensión regentada por una clase noble que impone sus normas escondida tras sonrisas fingidas y bailes a medianoche. Un mundo en el que los visitantes como ella son meros siervos a su merced.

Marcus es el heredero de la familia Abberlain y el único con el poder de devolver a Dani a su hogar. Un don que muchos envidian y quisieran controlar a cualquier precio. Un paso en falso y la vida que Marcus ha construido con tanto esmero escudado tras una máscara de indiferencia podría derrumbarse a su alrededor.

Cuando sus historias se entrelacen, Dani y Marcus harán temblar la bien asentada jerarquía de Albión, pero...

Alterar el orden es peligroso.

Y ni siquiera el amor puede desafiar al destino.


OPINIÓN PERSONAL

Hace ya siete años que leo las obras de Iria y Selene. Siete años en los que no he dejado de enamorarme de cada uno de sus libros, de sus historias, de esos mundos y de sus personajes gracias a las buenas construcciones de sus tramas, del worldbiulding de sus universos y de la buena caracterización y psique de sus personajes. En estos siete años he podido ver cómo evolucionaban como escritoras a través de las páginas. Desde Alianzas (la primera novela que leí de ellas) hasta esta nueva versión de Pétalos de papel, Iria y Selene no han dejado de demostrar lo buenas creadoras de mundos que son, siendo esta reescritura de Pétalos de papel un tributo a ellas mismas como autoras y una puesta en escena de toda esa evolución desde que empezaron a escribir juntas gracias a un reto y a esa primera versión de Pétalos de papel que lo inició todo. 

"Lo primero que tienes que saber de esta historia es que la voy a olvidar."

Dani Ferrer es una chica normal y corriente de Madrid que, sin comerlo ni beberlo, aparece en otro mundo y en medio de un callejón con un licántropo. Dani, lógicamente, cree que está soñando. ¿Cómo va a ser eso posible? Y más cuando aparecen dos hombres de la nada diciendo que deben devolver a la criatura a su libro. ¿Cómo que su libro? ¿Qué es lo que está pasando? Dani, que no entiende nada, tampoco se lleva la mejor de las impresiones de Marcus Abberlain, un conde que parece ser el único ser de ese mundo, llamado Albión, para llevar a los visitantes de vuelta a sus libros, es decir, a sus mundos. Marcus quiere devolver a Dani al suyo, pero no hay ni rastro de su libro ni tampoco hay rastro de Lía, la mejor amiga de Dani con la que comparte piso y que estaba con ella cuando empezó a leer un libro y una luz salió de él tragándoselas. Sin el libro, Dani no podrá volver a su mundo y deberá quedarse para siempre en Albión. 

A Dani no le quedará otra que confiar en Marcus para que la ayude a regresar a su mundo y encontrar a su mejor amiga. Para ello, ambos deberán fabricar cientos de mentiras para evitar que se descubra que Dani es una visitante y mantenerla a salvo de las reglas que rigen Albión, así como de la reina, sus caballeros y la corte. Pero, de entre todas esas mentiras, algo surgirá entre Dani y Marcus; algo que no estaba previsto y que puede causarles mucho dolor ya que, una vez un visitante regresa a su hogar, olvida lo vivido en Albión. Pase lo que pase, si Dani es capaz de regresar a su mundo, olvidará a Marcus. 

Estructurado en siete partes, llamadas recuerdos, y un epílogo, Iria y Selene cogen las voces de Dani y Marcus para narrarnos su historia a través de unos escritos para una Dani del futuro, una Dani que habrá regresado a su mundo y que, por ende, no recordará lo vivido en Albión. El lector se vuelve esa Dani, esa que no recuerda, que no sabe nada y que no cree en cuentos de hadas para desgranarnos una historia que sucede en un mundo donde caben todos los mundos, alternando partes en las que narra Dani y luego Marcus. 

Albión es un reino mágico regentado por una reina inmortal en el cual llegan visitantes a través de libros. Esos libros son sus mundos y solamente un Abberlain, el heredero con los ojos morados, tiene el poder para devolverlos a sus mundos. Pero, como en todos los mundos, en Albión las cosas no son tan sencillas para los visitantes. Aquellos que llegan foráneos pueden ser esclavizados por los nobles de Albión a través de unos tatuajes que les aparecen en el cuerpo, una marca que los identifica como visitantes. Algunos visitantes logran volver a sus mundos gracias a Marcus o Alyssa (la mejor amiga del conde), pero no todos tienen tanta suerte. Es para evitar que algún noble pueda esclavizar a Dani que Marcus y ella, a pesar de llevarse como el perro y el gato, deciden crear una red de mentiras para hacer creer a todos que Dani es una noble de Albión mientras buscan el libro y a Lía. 

Obviamente, nada es fácil y menos cuando Dani no acepta su situación de buenas a primeras. Tampoco ayuda que el conde sea un pijo estirado y que ambos se lleven fatal y no dejen de lanzarse puyas. Dani, dicharachera, malhablada, sin cortarse un pelo, no se dejará avasallar por el frío, serio y estirado Marcus Abberlain por muy conde que sea y por mucho que sea su única vía de escape a su mundo. El ser tan diferentes y con caracteres tan chocantes hará que sus inicios juntos sean complicados, ácidos y con batallas dialécticas que suelen ser marca de la casa de las autoras. La dinámica de Dani y Marcus es uno de los grandes aciertos de la novela. Al ser narrada en primera persona, y con dos puntos de vista solamente, sus interactuaciones iniciales le dan mucha vitalidad a la novela y hace que el lector se enganche y empatice con los personajes. 

Aunque no solo son Dani y Marcus. Y es que todo lo que es Albión y el resto de personajes secundarios también están muy bien construidos e integrados en la trama. El mundo de Albión es muy interesante, también es un universo muy seliriense, dándose a lo largo de las páginas las pinceladas necesarias, y en distintos momentos del relato, para que comprendamos sus reglas y sus dinámicas. Del mismo modo van apareciendo toda una serie de personajes secundarios complejos y relevantes para la historia de forma orgánica, como pinceladas en un gran tapiz para trazar un cuadro, un relato, una historia. 

En Pétalos de papel se nota el bagaje de sus autoras en todos los años y libros que han publicado, haciendo que el ritmo de la novela sea estable: ni lento ni precipitado. No hay ni una palabra o una coma de más en el relato. Todo está en la medida justa, tanto los momentos de transición como los de acción. La narrativa es fluida, divertida, emotiva... Iria y Selene siempre son capaces de despertar muchos sentimientos en los lectores y, obviamente, en Pétalos de papel también lo consiguen. Como también consiguen que haya frases y escenas inolvidables (¡los guantes!). Sin olvidar que en toda la novela hay pequeños guiños a sus libros anteriores. Para quienes los hemos leído es un regalo (o una puñalada, según como se mire) el reconocer a qué novela pertenecen. Para quienes no los hayáis leído, no os perdéis nada relevante para la trama de Pétalos de papel. Es más, si luego os animáis a leer más cosas de las autoras podréis entender esas referencias. 

Respecto al final, me ha parecido perfecto. No podía concebir otro para Pétalos de papel. El lector está siendo avisado desde un inicio de cómo terminará todo. Desde la primera página sabemos que Dani va a volver a su mundo, lo que no sabemos es qué le depara en Albión y qué vivencias tendrá allí ni qué secretos esconde Marcus o el mismo Albión. Y es que un final no equivale a algo inamovible o finiquitado para siempre. Un punto y final también es sinónimo de una nueva historia. Además, como guinda del pastel, Iria y Selene tienen un relato extra de la historia justo después del epílogo de la novela en Wattpad que podéis leer aquí si todavía no lo habéis hecho. 

Sobre la edición física de Pétalos de papel, el libro editado por Molino es de formato tapa blanda con solapas y, en su interior, tenemos ilustraciones maravillosas de Pauline Klime que escenifican algunas partes de la novela que se está narrando en la página, algunas de las cuales he colocado en la reseña y que Iria y Selene compartieron en sus redes sociales.  

Para resumir, Pétalos de papel me ha parecido una novela sublime, muy personal, más seliria que nunca una novela que recoge todo lo que Iria y Selene han logrado en estos diez años que llevan escribiendo juntas. Es un canto a que pueden hacer lo que se propongan, es un desafío que se han hecho a sí mismas después de esa primera versión de Pétalos de papel y que han superado con creces. Es un libro perfecto para los lectores que las seguimos desde hace tiempo y también lo es para aquellos que decidís abrir la puerta a sus universos por vez primera.  


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