miércoles, 11 de octubre de 2023

Crónicas de manga: El predilecto del dios vol. 4 de Ayumi Komura

 "Kagura volverá a ser Yashiro. Y, cuando sea mío, no pienso volver a dejarlo marchar"


Kenta está decidido a hacer cualquier cosa para que Yashiro vuelva a su cuerpo original, pero primero tiene que hablar con Rin y arreglar las cosas entre ellos.

SINOPSIS

Tras experimentar la realidad paralela en la que Yashiro no se enamora de él, Kenta consigue despertarse de ese largo sueño y entiende la naturaleza de sus sentimientos. Está nervioso, pero también decidido a hacer cualquier cosa para que Yashiro consiga volver a su cuerpo original. Sin embargo, antes de ello decide que tiene que hablar con Rin y arreglar cuanto antes la situación tan tensa que hay entre ellos dos. ¿Cómo reaccionará Rin ante la confesión de Kenta?

Leer la reseña del primer tomo aquí

Leer la reseña del segundo tomo aquí

Leer la reseña del tercer tomo aquí 


ANÁLISIS DEL TOMO

Llegamos a la recta final de El predilecto del dios con un penúltimo tomo lleno de confesiones, de sentimientos a flor de piel y dudas ante una nueva situación que nuestros protagonista deberán afrontar para seguir adelante con sus decisiones. 

Después de pedirle a su divinidad ir a un mundo en el cual Yashiro no esté enamorado de él, y hacer todo lo posible para que eso no suceda, Kenta se percata de sus verdaderos sentimientos por su mejor amigo. Al ser consciente de que no puede estar en un mundo donde el afecto de Yashiro no sea única y exclusivamente para él, Kenta está listo para ir en busca de Yashiro y confesarle lo que siente. No sin antes contarle a Rin, su rival en el amor, qué es lo que va a hacer. La chica, enamorada de Kagura, intentará por última vez que ella sea la elegida y que Yashiro desaparezca para que quede únicamente Kagura. Pero Rin, a sabiendas de que eso no haría feliz a Yashiro (y por ende a Kagura) se rinde ante la evidencia y el amor de los chicos, confesándole a Yashiro los sentimientos de Kenta como último acto de venganza en contra de su ex.

Sin comprender cómo ha podido suceder ese cambio en su amigo de la noche a la mañana, Yashiro no sabe cómo debe enfrentar a Kenta cuando vuelvan a verse. ¿Aceptará Yashiro los sentimientos de Kenta? ¿Volverá a su cuerpo original a pesar de no cumplir con las condiciones de su divinidad? Y de ser así, ¿qué futuro les espera a los dos?

Con una gran carga sentimental, este cuarto tomo cierra la etapa por la cual comenzó toda esta historia: el cambio de cuerpo. Al fin ha llegado el momento de que nuestros tres protagonistas enfrenten y encaren sus sentimientos, se sinceren ellos mismos y con las personas que les importan. Después de un tomo tres centrado exclusivamente en Kenta y en cómo se da cuenta de sus verdaderos sentimientos, ha llegado la hora de que se vea cara a cara con Yashiro para confesarle lo que anida en el fondo de su corazón. Pero, antes de ello, decide ser justo con su exnovia y rival en el amor, Rin; la cual hará el último intento para convencer a Yashiro de que se quede como Kagura y que permanezca a su lado. Pero, en esa última cita juntas, Rin puede vislumbrar cómo Yashiro es incapaz de sentirse una chica, en ser "Kagura" y olvidar su verdadero yo. Esto hace claudicar a la joven y dejarle a los chicos la vía libre para que puedan estar juntos. 

Una de las cosas que más me han gustado de este tomo, y de la serie en general, es el personaje de Rin, por la visibilidad bisexual que da, la normalización de una condición sexual que en Japón (y en el resto del mundo) está muy estigmatizada y que no es el personaje típico de discordia en un triángulo amoroso, sino una mujer fuerte y resolutiva que sabe salir adelante sin lamentarse ni arrastrarse ante nadie. Rin, además, siempre ha sido un apoyo para Kagura/Yashiro y, a pesar de estar enamorada de Kagura, nunca ha querido ir en contra de sus sentimientos, siendo consciente en todo momento de que Yashiro está enamorado de Kenta y que ella no tiene muchas posibilidades. Por ello en este tomo, a pesar de todo, ella piensa en su felicidad y se retira con una sonrisa en los labios a pesar de tener el corazón roto. 

Por todo ello, me alegro de que en este volumen se profundice más en el personaje de Rin, en que veamos cómo le va todo después de la desaparición de Kagura y la vuelta de Yashiro, gracias a la aparición de un personaje que ya conocimos capítulos atrás. La casualidad quiere que Rin se tope con Yukihito, un chaval que conoció en una quedada y que tengan una "cita" donde ambos se sinceren el uno al otro, viendo que tienen muchas cosas en común, además de la sexualidad. Entablar amistad con él ayuda a Rin a comprender algo esencial sobre sus sentimientos por Kagura. 

A las puertas del final la serie, es el turno de  Yashiro y de Kenta para dar un paso más en su relación que ya no se basa únicamente en la amistad. Pero la reminiscencia de su supuesta "heterosexualidad" parece perseguirlos, sobe todo a Yashiro que, por su naturaleza bondadosa, siempre acaba siendo incapaz de negarse si le piden ayuda, máxime si es una chica con la que haya tenido una relación. Kenta, que lo conoce mejor que nadie, siente que él es el único que de verdad ha pensado en lo que significa que se entreguen el uno al otro, en el paso que eso implica en su relación y que ya no pueden permanecer como simples amigos. Kenta quiere más. ¿Será Yashiro capaz de darle lo que Kenta desea?

 

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