viernes, 17 de noviembre de 2023

Crónicas de manga: Barreras del corazón vol. 4 de Mika

 "¿Todavía puedo seguir queriéndote?"


Todo ha cambiado entre Kakeru y Yamato tras su fugaz beso en Kioto. Y lo peor es que Yamato no puede recordar nada. ¿Le confesará Kakeru lo que ocurrió entre ellos?

SINOPSIS

El sol se está poniendo en Arashiyama, Kioto, mientras un aguacero cae sobre la ciudad y se produce el momento más esperado por Yamato y Kakeru, ¡un repentino beso! Sin embargo, para Kakeru ese nervioso beso que le dio Yamato no fue más que algo momentáneo. Además, debido a su pérdida de memoria, Yamato no recuerda lo ocurrido y sigue adelante como si nada hubiera cambiado entre los dos, pero lo cierto es que la distancia entre ellos es cada vez mayor… Kakeru se siente a la vez dolido y enfadado por la pérdida de memoria de Yamato, algo que impide que la relación vuelva a su cauce; aun así, ¿podrá recomponerse y contarle toda la verdad a Yamato?

- Lee la reseña del primer tomo aquí 

- Lee la reseña del segundo tomo aquí

- Lee la reseña del tercer tomo aquí 


ANÁLISIS DEL TOMO

En este cuarto tomo de Barreras del corazón Mika continua desarrollando e indagando en los más profundos sentimientos de Yamato y Kakeru en este dulce slow burn de dos amigos de la infancia destinados a ser mucho más.

Después de lo sucedido en el viaje de estudios, Kakeru no puede quitarse de la cabeza a Yamato y a lo sucedido antes de que éste perdiera el conocimiento debido a la fiebre. Kakeru, que no sabe qué cara poner cuando estén nuevamente frente a frente, no deja de darle vueltas y más vueltas a todo desde dos mil ángulos diferentes y sintiendo que se le dispara el corazón a cada segundo que cierto suceso pasa por su mente. Y es que, si antes ya estaba confundido sobre los sentimientos de Yamato, ahora que las cosas parecen estar claras no sabe qué debe hacer y qué consecuencias tendrá en su relación. 

Pero Kakeru no espera que Yamato no recuerde nada, haciendo que se sienta estúpido y muy enfadado por haberse partido los cuernos y devanado los sesos para nada. Haciéndole el vacío, distanciándose de él, ahora es el turno de Yamato de intentar comprender qué le pasa a su amigo. Cuando, por fin, todo regresa a su memoria, Yamato va corriendo en pos de Kakeru para poner las cartas sobre la mesa. Ya no hay vuelta atrás. ¿Qué harán ambos ahora que los sentimientos de ambos han aflorado y comenzado a expandirse como una flor que se abre en plena primavera?

Dando un pasito más hacia adelante dentro de este dulce slow burn estudiantil, Mika sigue indagando en lo más profundo de sus personajes, en la psicología de sus sentimientos y lo que estos están haciendo en ellos. La confusión es el sentimiento más palpable a lo largo de todo el tomo por parte de Kakeru quien, aunque ahora sabe lo que siente realmente Yamato, no acaba de entender por qué su amigo se siente así. Eso hace que no pueda dejar de darle vueltas para intentar comprenderlo. Todo ese conglomerado de emociones que embriagan a Kakeru se vuelven ira cuando Yamato no recuerda nada, haciendo que Kakeru, que está trastocado todavía, se cabree como una mona y nos muestre su carácter más arisco y gruñón.

Cuando Yamato es consciente de lo ocurrido en el puente Togetsu durante el viaje de estudios, acude a hablar con Kakeru y ambos se sinceran, se cuentan lo que han sentido y lo que sienten, soltando lo que guardan dentro dispuestos a no seguir huyendo de sus sentimientos. 

Aunque esto no quiere decir que las cosas se hayan arreglado y que el paso definitivo se haya dado entre ellos. Y es que, como en buen slow burn, Mika nos muestra reacciones realistas y no algo que se da de golpe como por arte de magia. Los sentimientos humanos son más complejos y complicados que eso y la sensei está más que dispuesta a explorarlo con calma y tranquilidad, de forma orgánica, que se dé sin forzar nada la situación sino como algo natural a lo que se llega en el momento adecuado. Eso le da más profundidad a los personajes y a la historia y yo lo agradezco profundamente ya que Barreras del corazón, como buen slice of life romántico, busca profundizar en los sentimientos de sus protagonistas, explorar su interior, las bases de la relación de Yamato y Kakeru y de allí irla expandiendo; hacerla cada vez más profunda y más fuerte.

A pesar de los años de amistad y de confianza, Yamato no había sido capaz de sincerarse con Kakeru con aquello más importante para él: sus sentimientos por él. Esa cobardía había llevado a Yamato y a Kakeru a un punto muerto, en que ambos daban vueltas en círculos. Ahora ambos podrán dejar de dar tumbos para ir hacia una nueva dirección. 

Siendo el turno ahora de Kakeru de reflexionar sobre lo que siente por su amigo, en este cuarto tomo vemos más que nunca a un Kakeru algo perdido sobre cómo deben ser las cosas con Yamato ahora que están todos los puntos sobre las íes. A su vez, Yamato, quien no debe seguir escondiendo lo que grita su corazón, muestra lo que siente, pero también deberá pensar qué es lo que implica eso para su amigo y los límites que deberá trazarse a sí mismo para respetar los deseos de Kakeru. Ambos deberán aprender a abrirse más, a comunicarse un paso más allá que anteriormente y a ser más sinceros con ellos mismos y con el otro. 

Barreras del corazón es una historia muy linda, adorable, confortable de leer, un muy buen slow
burn
 en donde su autora explora el interior y la psicología de los personajes principales que, poco a poco, van evolucionando, creciendo y madurando mientras van comprendiéndose ellos mismos y a la persona que más le importa.    

 

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