"Me habría gustado hablar más con él..."
SINOPISIS
Totonô observa, analiza, deduce y aconseja con una honestidad que, a veces, llega a ser demasiado imprudente. Sin embargo, aunque puede parecer arrogante, nunca juzga sean cuales sean sus conclusiones. Es joven y reservado, pero tiene una imagen clara de la sociedad contemporánea. Gracias a ello, es capaz de resolver tanto problemas cotidianos, a menudo fruto de la idiosincrasia japonesa, como los crímenes más ruines.
Reseña del primer tomo aquí
ANÁLISIS DEL TOMO
Totonô Kunô, un joven estudiante universitario, se ve envuelto en otro caso misterioso cuando quería ir al museo a ver una exposición de arte contemporáneo y el autobús que coge es secuestrado en plena ruta con todos sus pasajeros. Una vez abandonada su ruta habitual y yendo a otro sitio, los secuestradores les hacen descender en la mansión Inudô donde cosen a más preguntas a los secuestrados en una especie de análisis psicológico. En este extraño ambiente, Totonô se siente fascinado por otro pasajero, Shô, quien también tiene la mente rápida y despierta y, lo más importante, no parece molestarle su actitud o su forma de exponer sus pensamientos. Mientras tanto, la policía está investigando unos extraños asesinatos. ¿Y si ambos casos están relacionados? Totonô, nuevamente con el uso de su labia y su ingenio, deberá descubrir las intenciones de los secuestradores y también lo que esconden los demás pasajeros del autobús.
En este segundo volumen tenemos la conclusión del caso que se quedó a medias en el primer volumen: el secuestro del autobús. Su resolución me ha parecido magistral, lleno de giros argumentales que el lector no imagina y un final que te deja de piedra. Yumi Tamura sabe plasmar muy bien la psicología humana y crear personajes en consecuencia a distintas personalidades, valores e ideales que plasma perfectamente tanto en el propio diseño artístico como en la exposición de sus psiques. Esto hace que tengamos muchísimos personajes con distintos puntos de vista y comportamientos, dando pie al juego psicológico y mental propio de las novelas de misterio y la catapulta para que Totonô pueda hacer uso de la dialéctica con la que resuelve los misterios.
Seguidamente al caso del autobús, tenemos un capítulo de transición en el cual Totonô, que va hacia Hiroshima, se encuentra con una pasajera que va hacia Kioto a ver a sus padres biológicos que no conoce porque su madre adoptiva le ocultó unas cartas de los mismos donde hay unos dibujos que esconden una serie de mensajes secretos.La última historia, que yo la llamao el caso de la herencia, queda a medias y Totonô aceptará el caso que le propone la joven Shioji para que esta consiga ser la heredera universal de la fortuna de su abuelo muerto en detrimento de sus primos. Algo oscuro hay detrás de esta familia y de su modo de heredar la fortuna. ¿En qué se está metiendo nuestro detective pelocho?
Don't Call it Mistery demuestra lo buena que puede ser una obra, independientemente de su demografía, un simple indicador de target sin más. La calidad de Yumi Tamura queda más que plasmada en esta obra y, al leerla, uno entiende por qué en Japón es un bestseller. Don't Call it Mistery hace las delicias de los amantes del misterio, de las novelas policiacas, pero también de quienes gozamos con obras más filosóficas y existencialistas. Sea el motivo que sea el que hace que alguien se acerque a este manga, sin duda no lo dejará indiferente ni lo dejará escapar de sus páginas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario