"¿Por qué no eres capaz de ver lo mucho que te quiero?"
FICHA TÉCNICA
- Título original: Tsukiattenai Noni Fuufu Yattemasu (en japonés 付き合ってないのに夫婦やってます)
- Autora: Yamada Papiko (en japonés 山田パピコ)
- Editorial Española: Arechi Manga
- Editorial Japonesa: Houbunsha
- Tomo único serializado en a revista Hanaoto de la editorial Houbunsha. Se publicó originalmente en Japón en 2021.
- BL, romance MXM, slice of life, drama, familia, erótico, tomo único, familia LGBTIQ
- Traducción: Clara de las Heras (Daruma Serveis Lingüístics, SL)
- Páginas: 214
- Precio: 9'95€
- Ya a la venta
SINOPSIS
Decidí que Ryû y yo solo seríamos amigos
Kiichi Amakasu, un chico gay, vive con su mejor amigo, Ryûnosuke Shibata, un chico hetero. Llevan tres años cuidando juntos a Mako, la sobrina de Ryûnosuke, y poco a poco se han ido convirtiendo en una familia. Sin embargo, Kiichi guarda un gran secreto: hace tiempo que está enamorado de Ryûnosuke. Por el bien de Mako, Kiichi ha estado ocultando sus sentimientos, pero en una noche de borrachera… ¡saltan chispas entre los dos!
¡Una historia sobre la familia y el amor no correspondido que te hará sentir mariposas en el estómago!
OPINIÓN PERSONAL
Yamada Papiko es una autora que conocí en 2021 cuando leí en la plataforma digital Renta Doutei ni Ai nante Sakebenai una obra de dos tomos bajo el título en inglés de How Can I Find Love When I've Still Got My V-Card!? Desde entonces la narrativa de la autora, así como su dibujo, me cautivaron e investigué sus obras. Una de las que más me interesaba es precisamente la que, con muy buen tino, ha licenciado Arechi para nuestro país. Y es que Una preja sin citas, de las últimas obras de la prolífica mangaka, es un tomo único que, con una historia sencilla y con tintes mil veces tratados en otras obras, es capaz de enamorar al lector por sus personajes, por los micromensajes que hay escondida en ella y su hermosísimo dibujo. Todo ello es un amalgama de elementos que, con maestría, la sensei combina con comedia, drama y erotismo en su justa medida.
Un día, Mako le dice a Kiichi si no le gustaría casarse con Ryû y ser su mujer haciendo con ello que salten todas las alarmas de Kiichi. Aunque éste es gay y Ryû lo sabe desde siempre, Kiichi también es conocedor de que su amado es hetero y que su relación no puede traspasar la amistad por el bien de Mako y por el suyo propio. Porque el futuro para Kiichi es incierto y, a pesar del comportamiento de Ryû, a pesar de que los tres sean una familia y que se adoren con locura, Kiichi sabe que, algún día, Ryû encontrará a alguna mujer y él tendrá que irse de su vida. Puede que sea más tarde o más temprano, pero algún día ambos ya no podrán estar juntos y eso lo mata por dentro.
Lo más importante es Mako y Kiichi siempre lo ha tenido claro así que evita pensar en lo inevitable y vivir el presente. Pero una noche de borrachera, él y Ryû, mamadísimos, traspasan la línea de la amistad y cruzan terreno pantanoso. Muy pantanoso. Porque ¿y si Ryû no ve a Kiichi solo como su amigo sino como su compañero de vida y no está dispuesto a perderlo?
Y es que Kiichi lleva años enamorado en silencio de Ryû y, aunque ese fue el motivo por el cual le propuso vivir juntos y ayudarlo a criar a una niña de solo 2 años, durante los 3 años siguientes, ambos han sabido construir una hermosa familia de tres y criar a una niña igual de bien que cualquier familia heteronormativa y aceptada socialmente. Y es que, la familia no la hace la sangre ni la sexualidad de los progenitores sino el amor y el cariño de todas las partes en cuidarse, respetarse y preocuparse los unos por los otros. Y esto Ryû lo tiene muy claro.
Aunque parece un despreocupado y algo viva la virgen, Ryû es un hombre sensible, empático que se preocupa mucho por los demás. A pesar de no tener ni idea de niños, ni poder ocuparse realmente él solo de Mako, no pudo abandonar a la niña cuando supo que su hermana se había largado con un fulano y había abandonado a la pequeña. Él, que se ha criado en una familia desestructurada, con una madre que prefería estar con hombres y no con sus hijos, no está dispuesto a que su sobrina pase por lo mismo y, por ello, decide acogerla. Para él que Kiichi decidiera vivir con ellos es lo mejor que le ha pasado en la vida. A su lado ha sido capaz de experimentar el amor y la felicidad de una familia y el querer estar con alguien más allá de una noche de sexo. Para él Kiichi es lo más importante junto a Mako, pero cuando sucumben ambos a la lujuria a causa del alcohol, Ryû siente que ha acorralado a Kiichi y que su relación se tambalea. ¿Serán capaces ambos de ser sinceros y confesarse lo que realmente sienten?
Otro punto es ver cómo los niños ven normal cualquier cosa que viven en su día a día y que es la propia sociedad patriarcal y homófoba la que hace que lo que debería ser normal sea raro. El mensaje de la educación en la diversidad creo que es importante y que el lector lo puede ver reflejado en el personaje de Mako y cómo a ella le importa un pito no tener padre ni madre "biológicos" o tener dos "padres" en Kiichi y Ryû. Ella es feliz y está bien cuidada, ¿qué más da lo demás?
Volviendo al tema de los momentos eróticos, destacar lo magnífica que es la sensei en la realización de escenas sexuales. El ambiente en la lectura cambia, se transforma, es capaz de trasmitir el deseo y la pasión a través de los besos y las caricias que plasma con su trazo. Y las miradas... Las miradas que dibuja Yamada Papiko son ardientes y hablan muchísimo dentro de la obra, tanto en los momentos de lujuria como en otras situaciones más dramáticas.
La edición española de Arechi me ha gustado muchísimo en general. El tomo es de tamaño b6, página a color inicial con un color fetén, páginas con encolado frisado a la tapa, impresión nítida y cero transparencias o moiré. La rotulación también me ha parecido la mar de correcta y se lee perfectamente (soy pesada con esto pero real que quienes tenemos problemas de visión es importante que las fuentes no cansen la vista y que se lea bien). Feliz también por el tema censura ya que, por la manera de dibujar de la sensei, no hay mucha censura japonesa, y aunque hay alguna cosilla tapada es mínima y se goza muchísimo el poder ver lo que la mangaka quiere que el lector vea sin fogonazos blancos o sables láser.
La traducción de Clara de las Heras es muy buena y me ha encantado. Ya he leído algunos mangas traducidos por ella y me gusta cómo le da voces a los personajes y aquí me ha hecho reír en los momentos justos y ha sabido reflejar las personalidades de Kiichi, Ryû, de la adorable Mako, así como la del resto de personajes secundarios.
Una pareja sin citas ha sido una lectura muy bonita y personal para mí, ya que me he sentido muy identificada con Kiichi y porque muchas de las cosas que han vivido los protagonistas también las he vivido (y las vivo) a diario siendo la tía-madre de un sobrino de 4 años desde el día en que nació. Así que creo que este tomo único hará las delicias a aquellas personas que tenemos niños a nuestro cargo y podemos empatizar con estos muchachos y, también, a quienes les gusta ver cómo se normaliza en una obra de ficción que no solo existe la familia heteronormativa y que nos da mensajes positivos sobre la creación de una familia sin lazos de sangre y del amor más puro tanto familiar como el romántico. A pesar del drama, este tomo único es una lectura confortable y segura para cualquier tipo de lector donde no tenemos conductas tóxicas, al contrario. El amor y el respeto son las bases de cada una de sus páginas.
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