martes, 9 de abril de 2024

Reseña: La tejedora que urde una historia de amor ciego vol. 2 de Mahiro Kobayakawa

"Aquellos días tan maravillosos que pasamos en la aldea acabaron de la misma forma que este día:con ellos desapareciendo." 


FICHA TÉCNICA

- Título original: Moumoku no Orihime wa Koukyuu de Koutei to no Koi wo Tsumugu ( en japonés  盲目の織姫は後宮で皇帝との恋を紡ぐ)

- Autora: Mahiro Kobayakawa (小早川真寛 en japonés)

- Ilustración de la cubierta: Nagi Kasumi (凪かすみ en japonés)

Editorial española: Monogatari Novels (Sello de Monogatari Media Editorial) 

- Editorial japonesa: Futabasha Publishers Ltd.

- Serie de 5 volúmenes

- Light novel, shôjo, misterio, histórica, romance

-Publicado originalmente en el 2020 por la editorial  Futabasha Publishers Ltd.

- Traducción: David Valle Berjillos

- Corrector: David Jurado Muñoz 

- Páginas: 265

-Precio: en papel 14'95€// en digital 9€

- Ya a la venta

- Leer la reseña del primer volumen

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- Gracias a la editorial por la copia de colaboración para su reseña


SINOPSIS

Admirada por el emperador y en medio de su educación para convertirse en emperatriz, Fan Renka, una mujer ciega que trabaja como tejedora en el palacio interior, se encarga de resolver incidentes misteriosos que ocurren en palacio como un asesinato causado por la «Maldición de la sirena» o el suicidio de «El espíritu del árbol del ciruelo».

Mientras tanto, salió a la luz que la verdadera identidad del emperador estaba siendo asumida por dos hermanos gemelos que actuaban como si fueran una sola persona. A raíz de eso, empieza a surgir un movimiento llamado «Emperador solo hay uno».

«¡Esta es la turbulenta y trascendental historia de amor y misterio de Fan Renka, la consorte que busca acabar con el mal que intenta destruir el palacio interior!»


OPINIÓN PERSONAL

Siguiendo la misma estructura narrativa que en la primera novela, Mahiro Kobayakawa continúa contándonos las aventuras de la tejedora ciega Renka, la cual se prepara para ascender al trono como la nueva emperatriz del reino. 

A pesar de ser una simple dama de la corte de quinto rango menor, Renka es una pieza clave dentro del Palacio interior al ser la única capaz de hacer los obi especiales que se usan allí dentro y que aprendió a confeccionar cuando era niña. Aunque la joven tejedora ansiaba una vida tranquila tejiendo sin más, al verse envuelta en un caso misterioso junto a su sirvienta Linxing, llamó la atención del guapísimo emperador Eikô y del eunuco enmascarado Yôsei. Ambos hombres, enamorados de la joven, resultan ser, además de los amigos de la infancia de Renka, hermanos gemelos y los emperadores del reino; los cuales llevan años fingiendo ser un único ser para gobernar el país. Habiendo aceptado ser la próxima emperatriz del reino, la actual emperatriz, Biyu, la está asesorando y preparando para que sea capaz de cumplir sus funciones como compañera del emperador. Pero, mientras Renka es aleccionada como la sucesora de Biyu, nuevos sucesos misteriosos acontecen dentro de los muros del Palacio interior, unos en los que Renka acabará inmiscuyéndose de nuevo. Y es que, a pesar de que la muchacha había deseado vivir en paz en palacio, ahora ya no puede simplemente ignorar lo que sucede; máxime cuando parece que vaya a estallar una guerra civil entre los bandos de cada uno de los emperadores.   

Centrado en la educación de Renka como emperatriz, y en los movimientos políticos que comienzan a darse a causa de Eikô y Yôsei, Mahiro Kobayakawa sigue profundizando en la vida del Palacio interior y en el nuevo entramado político que se ha despertado después de que se descubriera la farsa de los dos emperadores gemelos.  

Consciente de la figura en la que va a convertirse, habiendo aceptado su nuevo sino, los días de Renka han cambiado bastante. No solamente tiene clases con Biyu para aprender todo lo que le concierne saber a una nueva emperatriz, sino que tanto Eikô como Yôsei han acordado un orden para ir a visitarla en sus aposentos como el emperador. Aunque ya ha salido a la luz la farsa de ambos, y que los nobles y el gobierno saben que son dos personas, ambos continúan el juego de ser el emperador a sabiendas de que seguir con ello los pone en peligro por los dos bandos diferenciales que se han establecido y que exigen que solamente uno de ellos reine y gobierne el país. 

Renka, ajena a esto, volverá a verse envuelta en distintos casos misteriosos, y peligrosos, dentro y fuera del Palacio interior. Ahora que no es una simple tejedora de obi, sino la próxima emperatriz, la joven no duda en involucrarse en lo que sucede dentro de las lujosas estancias del palacio lleno de consortes y concubinas. En ese lugar, donde las mujeres son amigas y competidoras entre ellas, Renka deberá enfrentarse a nuevas dificultades ante los deseos de poder de algunas y el de venganza de otras mientras las vidas de Eikô y Yôsei pueden estar también en peligro.    

Utilizando la primera persona principalmente, y desde el punto de vista de Renka, este segundo volumen de La tejedora que urde una historia de amor ciego sigue la misma estructura y estela que el primer volumen de la serie. Contándonos la acción desde el punto de vista de Renka, la autora nos desenreda los entresijos de lo que sucede en el Palacio interior y de las intrigas políticas que ocurren dentro de ese micromundo de mujeres en donde, a causa de la sociedad patriarcal machista en la que viven, las mujeres compiten entre ellas por la atención del emperador y para escalar posiciones entre los distintos rangos de la corte.  

Contándonos cosas históricamente propias de la época imperial de la antigua China, la autora nos introduce dentro de un mundo de mujeres que, dentro de la parafernalia y del lujo, es un sitio salvaje donde las lealtades y las traiciones están a la orden del día, donde las traiciones se pagan con sangre y donde la ley de la más fuerte e inteligente prevalece frente a las mujeres más débiles. 

Mostrándonos los duelos por la supervivencia de las mujeres propiedad del emperador a través de distintos sucesos, Kobayakawa nos retrata también la historia de amor entre Renka y los hermanos gemelos Eikô y Yôsei, dos hombres que la aman profundamente y que desean tener a la bella dama para ellos. Jugando limpio, turnándose para visitarla, ambos cortejarán a la tejedora de distintas maneras mientras, por su parte, Renka no quiere tener que elegir. Temiendo el día en que deba quedarse con uno solo, Renka disfruta de la relación que mantienen los tres. Esas visitas para ella son un tesoro, lo mismo que cuando jugaban juntos de pequeños. Siendo la única que siempre los ha sabido distinguir, Renka quiere mantener el status quo hasta el final, pero su corazón ya la está traicionando, puesto que este parece arder y latir por uno de los hermanos más que por el otro. ¿Será capaz Renka de decidir con quién quiere pasar el resto de su vida? Aunque, si el sistema del Palacio interior sigue igual, Renka jamás será la única mujer del emperador. 

En este segundo volumen vemos un cambio bastante importante en Renka. Después de todo lo vivido en la novela anterior, y de haberse comprometido a ser la siguiente emperatriz, tanto la actitud como los pensamientos de la joven han cambiado, sufriendo así una evolución personal importante y necesaria para el avance de la trama: el ascenso de Renka al trono como emperatriz. Los casos que se presentan a lo largo de la novela me han parecido muy interesantes y, además, todos ellos acaban estando intrínsecamente conectados, algo que he agradecido mucho una vez tenemos todas las piezas y podemos ver el mosaico completo.  

Pero, así como me sumergí completamente en la primera novela, en esta segunda no he podido hacer tal cosa básicamente por dos motivos: 

El primero de ello es que la propia autora olvida que Renka es ciega el cincuenta por ciento del libro y hace descripciones que ella no podría hacer al ser ciega. Eso, obviamente, desconcierta al lector, ya que una persona ciega no puede "ver" ni "mirar" y tenemos esos dos verbos demasiadas veces en el texto haciendo referencia a que Renka "vio" o "miró" hacia no sé qué. Un autor debe ser muy consciente de los detalles cuando escribe, y la ceguera de Renka es algo clave en la historia, pero en este volumen parece que solo es ciega cuando conviene y no porque así es como se ha creado al personaje. 

El segundo motivo ha sido la traducción. Sin estar debidamente pulido el redactado, el texto se hace difícil de leer por las frases mal construidas y enrevesadas, el abuso de comas en las oraciones subordinadas - y poniendo comas donde no tocan-, abuso de adverbios (muchas veces repetidos hasta la saciedad y que no son necesarios), repeticiones en las construcciones que no hacen la lectura amena y frases tan literales del japonés que suenan rarísimas en castellano. También el uso de los tiempos verbales no era el adecuado en varias ocasiones, mezclado mal los tiempos de pasado y de presente sin que hubiera concordancia entre ellos y, alguna que otra vez, se ha utilizado un lenguaje demasiado moderno en un contexto histórico de la china imperial que no le corresponde. Aunque sea una novela ligera, y el japonés sea más informal en este caso, no por ello debemos utilizar expresiones modernas del siglo XX en una historia que nos trasporta a siglos atrás y que queda como un anacronismo más que otra cosa. 

Ciertamente ha sido una pena para mí no haber podido conectar como me habría gustado con este segundo volumen porque, cuando terminé su lectura, todo lo que se había planteado me pareció que estaba muy bien pensado e ideado por parte de la autora. Es más, me gusta mucho todo el conjunto que nos cuenta Mahiro Kobayakawa en La tejedora que urde una historia de amor ciego y, cuando leí el último capítulo, deseé seguir con la novela porque, a pesar de todo lo expuesto, considero que es una buena historia y que merece mucho la pena. Eso sí, espero que puedan darle una revisión al volumen para futuras reimpresiones y que en los subsiguientes se pula más el texto. 


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