"¿Y si jugamos a un juego? Si ganas tú, te dejo en paz. Si gano yo, me das la oportunidad de ponerte el mundo del revés"
- Título original: Cameron wants to be a hero
- Autora: Anyta Sunday
- Ilustraciones de portada e interiores a cargo de Lauren Dombrowski
- Serie: Con amor, Ausetn nº2
- Retelling de La abadía de Northanger de Jane Austen
- LGBT, romance, gay, comedia, slice of life, drama, homoerótica
- Traducción: Virginia Cavanillas
- Páginas: 296
-Precio en papel y en ebook: 13'99€//5'99€ o gratis con kindle unlimited
- Ya a la venta en amazon
- Gracias a Virginia Cavanillas por la copia electrónica para su reseña
- Puedes leer la reseña de Emerett nunca se ha enamorado el primer libro de la saga Com amor, Austen.
SINOPSIS
Lake: Dime que esta vez has conseguido su número de teléfono.
Cameron: Sí. Pero no creo que deba hacer uso de él tan pronto.
Lake: ¿A qué llamamos «pronto»? ¿No lo viste ayer?
Cameron: Se supone que hay que esperar tres días, ¿no? Si no va a parecer que estoy desesperado.
Lake: Es que estás desesperado.
Cameron: Gracias.
Lake: Por lo que me has contado, parece que esto podría llegar a algo.
Cameron: ¿Tú crees?
Lake: Mándale un mensaje. Algo sexi.
Cuando se trata de libros románticos, Cameron Morland sabe muy bien leer entre líneas. Pero, ante un romance real, puede que el chico necesite un diccionario.
O a Jane.
Es La abadía de Northanger, con su mansión neogótica y sus divertidos malentendidos, pero contemporánea. Y gay.
OPINIÓN PERSONAL
Cada vez soy más fan de los retelling, de los nuevos mundos e historias que los autores están creado, bajo su primas e ideas, tomando historias ya contadas para crear unas propias y que siguen manteniendo la esencia del original. Eso mismo es lo que ha hecho Anyta Sunday con su saga Con amor, Austen; transformando cada uno de los libros de la gran autora inglesa en nuevas historias modernas y de temática LGBTIQ, concretamente en romances homoeróticos. En esta segunda entrega de la saga, Anyta adapta La abadía de Northanger bajo el título de Cameron quiere ser un héroe, un libro en el cual tenemos como protagonista a alguien que, mayormente, consideramos atípico, pero que en realidad es más humano y cercano de lo que podemos llegar a imaginar.
Cameron Morland es, sin duda, una persona que quiere ser el héroe de su propia historia, pero que está a años luz de conseguirlo. Ama leer, sobre todo a Jane Austen, tiene una vívida imaginación y trabaja junto a su hermano Brandon en Pregúntale a Austen Film Studios adaptando historias bajo el prisma del colectivo LGBTIQ. Las cosas empiezan a dar un giro en su vida cuando su padre le advierte de su próxima llegada a Port Rātapu y que debe largarse de su casa. Por que sí, Cameron está viviendo en casa de su padre mientras no está y sí el padre de Cameron desprecia a su hijo menor, rebajando su autoestima por los suelos siempre que tiene oportunidad y comparándolo con su hermano Brandon. Al menos el buen señor no merma la buena relación de los hermanos con su lengua viperina.
Estando así las cosas, Cameron no solo debe preocuparse de encontrar un nuevo sitio donde vivir, también debe sacar el coraje necesario para asistir a la fiesta de inauguración de Austen Studios y para ello están sus amigos Lake y Knight para llevarlo a rastras si hace falta. Una vez allí, y atacado de los nervios por ser el centro de atención y atender a los invitados por el retraso de su hermano Brandon, Cameron se esconde en su despacho cuando, al poco, aparece un chico guapísimo llamado Henry que dice estar interesado en resolver un misterio, concretamente, saber quién está detrás de Pregúntale a Austen Studios. ¿Ese chico guapísimo quiere conocer a Cameron? ¿En qué momento alguien querría conocerle a él, o mejor dicho, lo que es él en realidad?
Después de tener la charla de investigación más surrealista y divertida posible, Cameron baila con Henry, se maravilla con ese perspicaz profesor de literatura y acaba con sus calcetines como prenda prestada. Con un nuevo motivo para volver a verlo, Cameron deberá sacar a flote su valentía para volver a ver a Henry, pero resulta que Henry vive en la abadía Tilney, un lugar que está embrujado, un lugar que lo aterrorizó de niño, vio a un fantasma y perdió el borrador de su primer guion. ¿De verdad tenía que ir allí? Cameron no es un héroe valiente para ir a un lugar embrujado. ¿O sí? Sobre todo cuando Lake y Kinght se marchan de vacaciones y alquilan su casa a los hermanos John e Isabella, dos personas bastante peculiares - y cargantes- que parecen muy interesados en los hermanos Morland, sobre todo John que no ceja de tirarle los tejos a Cameron y él no sabe cómo desembarazarse de él. Cameron no es un héroe, pero quiere serlo y también quiere volver a ver a Henry y conocerlo mejor, porque no había sentido con nadie una conexión y unos deseos tan fuertes.
Cameron quiere ser un héroe es una comedia romántica moderna, con su dosis de drama, en la cual tenemos a Cameron, un chico tímido, inseguro y con complejo de inferioridad que no cree ser lo bastante bueno para... nada. A pesar de que tiene muchísima imaginación, muy buena memoria e ideas y trabaja como el que más en Austen Studios, no le gusta entrar en conflictos con nadie y le cuesta mucho decir que no porque le genera ansiedad emocional el desgaste que supone enfrentarte a alguien. Su timidez tampoco ayuda, así como el miedo y las comidas de olla que se da a sí mismo cuando quiere mucho algo y su complejo de inferioridad le impide ver la salida del túnel. La llegada de Henry en su vida es como un soplo de aire fresco. Henry es una persona imaginativa, con una mente rápida y brillante y que ama los libros igual que él. Cameron se siente muy a gusto a su lado, a pesar de la forma tan pintoresca en la que se conocen, pero la impronta que deja en él hace que desee conocerlo más en profundidad.
La llegada de los hermanos John e Isabella le pone bastantes obstáculos en el camino. John quiere tener algo con Cameron y él no sabe cómo decirle que no a las claras e Isabella también quiere acaparar a Cameron para hablar de libros y hacer planes todos juntos. Pero, a pesar de las dificultades iniciales, nuestro protagonista consigue acercarse a Henry y, junto a él, hacer ese viaje propio del héroe en el que crecerá y conseguirá sacar ese valor y esas fuerzas que tiene dentro para poder verbalizar lo que quiere.
Henry, por su parte, ha vuelto a su hogar desde Inglaterra y, podríamos decir, que es todo un caballero inglés, uno salido de los mismísimos libros que adora Cameron. Junto a su hermana Georgie, Henry intentará coincidir con Cameron, quedar con él y conocerse mejor. A pesar de que sus encuentros siempre son accidentados, estos son intensos, agradables y en los que ambos conectan de una forma íntima y profunda. Pero, aunque Henry parezca perfecto, no lo es y esconde uno de sus mayores secretos a su padre, Darcy, porque sabe que éste no lo aceptaría.
Tomando la esencia de La abadía de Northanger, Anyta Sunday nos narra una comedia romántica moderna, con sus dosis de drama y reflexiones, en la que tenemos a dos personajes que, aunque con caracteres distintos, son almas gemelas que se entienden y compenetran a la perfección. La pluma de Anyta en Cameron quiere ser un héroe es más lírica y clásica que en Emerette nunca se ha enamorado, algo que le va perfectamente por la personalidad de Carmeron puesto que, aunque utiliza la tercera persona, esta está bajo el punto de vista de Cameron. Como es habitual en sus novelas, Anyta tiene un estilo ligero, pero rico en matices y en descripciones, los personajes están bien caracterizados y tienen una psicología muy definida y, en esta saga, los personajes antagonistas son muy caricaturescos y grotescos (pero también hiperrealistas) para marcarlos bien al lector. Esta marca nos separa quienes son los "buenos" y los "malos" y así prepara al lector para las acciones que los mismos harán contra los protagonistas y estemos más preparados.
La acción y los momentos cómicos y dramáticos están muy bien medidos en Cameron quiere ser un héroe, tomando Anyta muchas escenas icónicas de la obra original y adaptándolas con acierto en una época moderna. Aunque los momentos divertidos, cuquis y fogosos se mezclan con los más duros, en este caso no los hace menos duros. En mi opinión Cameron quiere ser un héroe es una de las historias más realistas de Anyta Sunday, y no porque lo que nos cuenta sea increíblemente verosímil, sino por el propio Cameron. Y es que este libro es Cameron cien por cien. Sí, Henry es un personaje increíble, un catalizador y detonante que hace evolucionar a Cameron a lo largo de la novela, pero sin Cameron este libro no sería ni la mitad de bueno.
Como he dicho más arriba, Cameron es considerado un protagonista atípico porque no es el perfecto héroe valiente, decidido y que no se deja pisotear por nadie y lucha como ninguno y se enfrenta a todos verbalmente para mandarlos a tomar viento. No. Cameron no es un héroe y es un personaje tan humano que cualquiera de nosotros podemos vernos en él en algún momento de la novela. Eso es lo que la hace especial, eso es lo que hace a Cameron un buen protagonista porque representa a cualquier persona. Todos hemos sido Cameron en algún momento de nuestra vida y, luego, como hace él, nos hemos levantado del suelo y hemos dicho basta. La evolución de Cameron es la más importante de la novela y la más grande (Henry no necesita tanta evolución, aunque la tiene) y es un perfecto personaje redondo porque su evolución es orgánica, coherente y no se sale del esquema que es su psique. Eso también es importante: que un personaje evolucione no es sinónimo de que pierda su esencia y cambie radicalmente. Eso no es real ni realista. Anyta no cae en ese error y tenemos a un personaje perfectamente construido y redondo de principio a fin.
Otra cosa a destacar son los momentos eróticos. Anyta es una reina escribiendo relaciones sexuales gays, pero aquí demuestra que puede ser incluso mejor. Las escenas de Cameron y Henry no podrían ser más Cameron y más Henry y más literarias. Pasan a ser de mis favoritas del mundo mundial.
Aunque una de las disputas abiertas no se cierra en este libro, que nadie se preocupe, porque la resolución del mismo la tendremos en la próxima entrega de Con amor, Austen: Bennet: el orgullo de enamorarse retelling de Orgullo y prejuicio. Hay muchas ganas de ver la estopa que le dan a cierto personaje.
Más cosas a añadir: la maravillosa traducción de Virginia Cavanillas. Que haya programas que traduzcan está haciendo mucho daño y denostando el laborioso trabajo de la traducción (y todo por ahorrarse unos cochinos euros), pero jamás una IA podría hacer un mejor trabajo que un ser humano y menos si ese humano es Virginia. Vir conoce la historia a la perfección, además de a la autora, y el mimo y la profesionalidad que le pone no tienen ni paragón ni precio. Su traducción está cuidada al milímetro y ha hecho otro maravilloso trabajo adaptando al español cada una de las palabras escritas en inglés por Anyta Sunday.
En definitiva, Cameron quiere ser un héroe es un muy buen retelling y también una muy buena comedia romántica LGBTIQ. Quienes ya conocéis a Anyta y os gusta su prosa y sus historias, no necesito convenceros de nada para que queráis leer otra obra suya. A quienes no le habéis dado todavía una oportunidad, os estáis perdiendo obras muy fluffys, muy confortables, adorables y sensuales que os harán creer en el ser humano y en el amor, que en los tiempos que corren no es poco.
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