"No esperaba que pudiera acabar enamorándome de verdad."
SINOPSIS
Leo es un escort hetero que no puede acostarse con mujeres después de que Takahiro, un antiguo escort especializado en el papel de activo, lo iniciara en el sexo anal.
Después de un segundo encuentro casual se declararon follamigos y, como resultado de aquello, empezaron a vivir juntos. Tras problemas laborales y malentendidos sentimentales, su relación como pareja se hace más y más profunda.
¡El volumen que cuenta el inicio de esta problemática pareja y cómo pasaron de follamigos a amantes no ha hecho más que empezar!
- Leer reseña de los volúmenes anteriores
- Gracias a al editorial por el ejemplar de prensa para su lectura y reseña
ANÁLISIS DEL VOLUMEN
Takahiro y Leo son dos hombres que se conocieron en el peor de los escenarios posibles: en una novatada al propio Leo donde sus compañeros escorts lo llevaron a un prostíbulo gay donde Takahiro, conocido entonces como Ryûsei, lo desfloró a base de bien por su virginal recto. Sin poder olvidarse del placer que le proporcionó el prostituto, Leo acaba reencontrándose con él, acostándose de nuevo con él y haciendo que Takahiro se le ofrezca como su chico de compañía exclusivo.
Es justamente en este momento de la línea temporal donde Akabeko nos traslada en este tercer volumen, uno que es un completo flashback que nos traslada a los acontecimientos que suceden después de la antología de relatos Rakka (donde aparecen ambos por primera vez y se nos narra el episodio de la pérdida de la virginidad rectal de Leo) y antes de lo que sucede durante el primer tomo de Néctar, y relatándonos todos los hechos desde la perspectiva de Takahiro. Es decir, Akabelo nos presenta todos los pormenores que sucedieron entre él y Leo hasta que ambos terminan enamorados y Takahiro le propone vivir juntos.
"Me olvidaré de aquella piel que se encontraba entre mis brazos."
Pensando que no lo va a ver más después de aquello, ambos acaban reencontrándose y, ante la compatibilidad de sus cuerpos, Takahiro decide ser el follamigo exclusivo de Leo hasta que este se canse.
Sin darse cuenta, sin ponerle él mismo fecha de caducidad a esa relación, haciendo que sea el otro quien decida cuándo y cómo se acaba eso, Takahiro irá enamorándose locamente de Leo con cada uno de sus encuentros; viendo los intentos torpes de Leo de ligar con él, pero sin realmente fiarse de nada por el daño psicológico que le hiciera su anterior, y cruel, experiencia amorosa.
Así pues, y siempre desde el punto de vista de Takahiro, Akabeko nos relata un momento clave entre la relación de Leo y Takahiro: la fase del enamoramiento y desde el punto de vista del personaje que más necesitamos comprender psicológicamente hablando para que la historia tenga el desarrollo complejo y adulto que necesita: estando dentro de la mente de Takahiro.
"Entonces... si nunca me canso de él, ¿seguirá estando conmigo durante toda la vida?"
Desconfiando de Leo por su sexualidad, pero sin ser capaz de separarse de él y de esperar sus llamadas como agua de mayo, vemos a un Takahiro vulnerable, imperfecto, dolido y solitario que necesitaba amor; una persona que le dé ese amor que tanto anhelaba. Siendo realmente más frágil de lo que parece, Takahiro se nos presenta al desnudo y como al lado de Leo no solamente comenzará a sanar su vacío interior, sino que nuevos temores y dudas se manifestarán y son aquellos que ya hemos visto en los tomos uno y dos de Néctar. Al haber decidido que la pelota está en el tejado de Leo, Takahiro no tuvo en cuenta en un primer momento que eso sería una de las mayores trampas mortales, siendo un miedo que termina por arraigarse en su interior sin imaginarse que algo que parece inocuo le otorga el mayor de los poderes a Leo; uno que puede destrozar a Takahiro en un pestañeo. Mas Takahiro no imagina que Leo no tiene ninguna intención de dejarlo marchar y que, en su inocencia, siempre ha ido con la verdad por delante y que jamás ha buscado jugar con él, sino que todo lo que hace y dice cuando está con él es de corazón.
Como lectora y escritora, era completamente necesario hacer este tomo, tanto el plasmar este momento temporal de la historia para poder rellenar el vacío que había al empezar el primer volumen in media res como para conocer más en su profundidad a Takahiro. Si bien en los volúmenes anteriores habíamos tenido pinceladas importantes, el foco estaba más centrado en Leo, o al menos era mucho más fácil poder comprender la personalidad y motivaciones de este. Sin embargo, Takahiro era alguien mucho más enigmático, alguien que necesitaba un tomo para él y en código de pasado para poder comprenderlo, desarrollarlo y empatizar más con él para comprenderlo.
Néctar es un manga adulto, que no es para todos, una historia en donde nos movemos en el ámbito de la prostitución y en la que nos sumergimos de lleno en una relación que empieza de la forma menos romántica posible, siendo una inicialmente tóxica, física y muy psicológica que se basa en la manipulación a través del placer. Lo más maravilloso y positivo de esta obra es que da un mensaje de segundas oportunidades, de que podemos encontrar personas que nos hagan felices cuando menos y donde menos lo esperamos, que hay personas que, a través del cariño y la amabilidad de otros, pueden hacerse mejores seres humanos y que sentirse amados hace que a su vez deseen cuidar y proteger. Y Akabeko es maravillosa haciendo historias humanas muy chungas y psicológicas, pero que acaban llevando a sus personajes hacia la luz. Si todos estos elementos son vuestro rollo, id a por Néctar.
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