"La voz de un niño inestable es perfecta para el coro. Todos nosotros tenemos cicatrices."
FICHA TÉCNICA
- Título original: MAMA
- Autora: Kiko Urino (en japonés 売野機子)
- Editorial Española: Arechi Manga
- Editorial Japonesa: Shinchosha
- Edición española en 3 volúmenes (2 en 1)
- Serie completa originalmente en 6 tomos que se publicó en la @Bunch de la editorial Shinchosha. El primer tomo salió originalmente a la venta en Japón en el año 2013.
- Seinen, drama, slice of life, romance, psicológico, vida escolar
- Traducción: Mónica Rodríguez
- Páginas: 388
- Precio: 16 €
- Ya a la venta
- Gracias a la editorial por el ejemplar de prensa para su lectura y reseña
SINOPSIS
Dos niños empiezan sus estudios en un internado donde se dice que aquellos con más talento reciben el gran honor de la muerte. Gabriel decide apuntarse al coro porque su familia no tiene dinero, en tanto que Lázaro llega para poner a prueba su talento.
Un buen día encuentran a Abel, el alumno de más edad del coro, muerto en el interior de una cabaña incendiada. ¿Se ha convertido en un ángel de verdad, se ha suicidado o lo han asesinado?
El crecimiento y los conflictos de estos dos amigos que comparten habitación crearán silencios incómodos y rencillas entre el resto de sus compañeros.
OPINIÓN PERSONAL
A lo largo de mi vida, he leído multitud de obras de mil géneros y temáticas diferentes. Unas son más largas, más cortas, más o menos adultas, más o menos complejas, pero hacía mucho que un manga no me descolocaba tanto y me hacía pensar en multitud de cuestiones; muchas hasta actuales. Pues eso es lo que me ha producido el primer tomo de MAMA, una obra compleja, dura, con multitud de metáforas y de mensajes ocultos, protagonizada por distintos niños que parecen tener una cosa en común: problemas o discrepancias con sus madres/familias.
"Solo yo tenía miedo de entre todos los chicos elegidos para el coro."
Ingresando ambos al grupo A, el grupo dentro del coro donde los niños tienen más posibilidades de convertirse en ángeles una vez que su voz florezca, Gabriel y Lázaro intimarán mucho tanto por ser los nuevos del grupo como porque comparten habitación.
Contándole a sus compañeros que es pobre y que no desea ser un ángel, Gabriel ha entrado al coro por el dinero que su familia recibirá mientras él permanezca en el mundo terrenal. Porque ser un ángel significa abandonar el mundo humano y trascender hacia el mundo celestial.
Ser un ángel es morir.
¿Pero cómo se eligen a los ángeles? ¿Quién puede y quién no conseguir las alas que lo asciendan hacia los cielos para cantar en la corte celestial?
A través de un slice of life muy psicológico, Kiko Urino nos crea una historia muy compleja y adulta, con toques tétricos, otros tristes y traumáticos, e historias crudas y duras a través de las vidas de unos niños de distintas clases sociales que, a raíz de sus creencias, han ido a un coro para morir a causa del don de su voz y, con ello, no llegar a la madurez de la vida.
"Pensaba que todos los que se unían al coro aspiraban a convertirse en ángeles."
Pero, por otro lado, la vida de Gabriel no ha sido fácil hasta llegar al coro.
Siendo pobre y trabajando desde bien pequeño, Gabriel ha tenido que ocuparse de su familia y de sus hermanos. Sin ningún tipo de estudios previos, teniendo que hacer de todo para sobrevivir, lo que más desea es aprender a leer y, con ello, poder él mismo leer la carta que le ha dado su hermana de parte de su madre. A pesar de que se la leyó Lázaro, él quiere poder leer esas palabras sin intermediarios y poder escribirle a su vez una respuesta.
Y es que ninguno de los niños del coro tiene una vida fácil o sencilla, siendo todos y cada uno de ellos personas que, de una forma u otra, han pasado por una serie de problemas, traumas o dificultades tanto dentro del lugar como fuera del mismo.
Este es el caso de Abel, el niño más mayor del coro. Con quince años, Abel tuvo un cambio radical de personalidad cuando vivió un episodio traumático que le partió el corazón y destrozaron todo en lo que había creído hasta entonces. Pasando de ser un chico amable a un maleante, a darle al tabaco y a la bebida, su relación con Mika, uno de sus compañeros, no es para nada moral ni aceptable. Pero después del concierto de Navidad, Abel aparece muerto. ¿Habrá logrado convertirse en un ángel? ¿Pero qué es ser un ángel? ¿Será verdad que esos niños ascienden al cielo o eso es lo que quieren creer?
"Murió en agonía. No hay ni dioses ni ángeles."
Teniendo una religión fuertemente arraigada en la que se cree que hay niños especiales a raíz de su habilidad para cantar la música celestial en honor a Dios, tener un niño con estas características es algo digno de felicidad y de regocijo. Es todo un honor poder ver como un niño se convierte en ángel.
Adornando el hecho de que ser un ángel equivale a la muerte, esta se pinta como un regalo, como un modo divino de ascender al cielo. Solamente Gabriel está asustado por esto, siendo el único que quiere sobrevivir y llegar al momento en el que le cambiará la voz, pero no para convertirse en ángel, sino para poder dejar el coro. Es decir: el momento del cambio de voz que marca el paso de la niñez a la adolescencia-adultez.
Aunque esto no es solamente lo que se trata en MAMA, sino que también vemos las relaciones de los niños con sus maderes, ya que la figura materna es una fundamental cuando uno todavía no ha llegado a la edad adulta reglamentaria por la ley o la socialmente aceptada. Los cuidados de una madre son lo que nos marcan la niñez, vitales para desarrollarnos como adultos. Cada uno de los niños, al estar en el coro, dejar atrás a sus madres, a su niñez, teniendo que madurar rápidamente, ¿pero a qué precio?
Porque todos tienen heridas emocionales, cicatrices y traumas, como si eso hiciera que sus voces tuvieran otro matiz y cariz. Como si el estar roto fuera lo que se necesita para poder brillar en el coro.
Siendo un completo slice of life que parece situarse en el siglo XX, MAMA es una historia muy adulta que aporta muchos mensajes distintos y en donde se tocan muchas temáticas, haciendo que el lector entienda más o menos dentro de todo el tema que rodea la vida y la muerte a través de la voz, contado todo con crudeza y, a la vez, con sensibilidad.
El dibujo y la forma de narrar de Kiko Urino recuerda mucho a aquellos shojos clásicos de los años setenta - aunque sin tantas viñetas y textos por página-, de autoras tan icónicas como Moto Hagio o Keiko Takemiya, así como algunas de las relaciones que nos narra en este volumen me ha recordado a La balada del viento y los árboles.
Sin que perdamos ninguna de las imágenes ni extras de los tomos originales, Arechi nos presenta un tomo 2 en 1 de tamaño b6, con los dos primeros tomos originales del manga en una edición muy bonita y cuidada, que tiene la misma calidad que todos los mangas que editan actualmente. Lo único que he visto como algo destacable es algo que puede considerarse morié en las tramas de algunas viñetas, cosan que puede que vengan de serie en los archivos originales o que hasta esas tramas sean así en el original. No lo sé, más que nada porque todo lo demás tiene buena impresión y eso me ha llamado la atención. La rotulación es correcta: todo se lee muy bien, no hay problema ni en los textos fuera de bocadillos o con los que están en bocadillos pequeños. La traducción también está bien: los textos son fluidos, todo se entiende bien y no he encontrado incongruencias ni cosas extrañas en su lectura. Buen trabajo para todos los que han trabajado con el texto.
Sabiendo jugar con el misterio y con muy buen juego narrativo que te mantiene en vilo en todo momento, Kiko Urino relata amor, desamor, celos, amistad, odio y el sufrimiento de las madres de estos niños que tienen un don que, al florecer, se marchita.
¿Acompañarás a los chicos del coro hasta su final?
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