"Quiero decirle a mamá que esta es la persona a la que quiero. ¿Qué cara pondría si lo hiciera?"
A Leo lo echaron de su trabajo como escort en el club Diablo y, aunque todo indicaba que lo trasladarían a un burdel exclusivo para mujeres, consiguió salir del paro gracias a una empresa de juguetes sexuales. Sin embargo, como trabaja durante el día y Takahiro de noche, ahora nunca coinciden y terminan pasando sus días separados. Aunque no sean capaces de admitirlo en voz alta, como no pueden hablar ni follar tranquilamente, sienten que se están distanciando. ¡Así que Takahiro decide colarse en la cama mientras Leo está durmiendo...!
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ANÁLISIS DEL VOLUMEN
"¡No puedo dejar que él se entere de esto!"
"«¿Adónde quieres ir?» «A casa de mis padres»."
Takahiro no puede pasar por alto el extraño comportamiento de Mareo, el cual ya no le cuenta nada de su día a día en el curro como solía hacer o como esperaba que hiciera. A esto, además, hay que sumarle el que, ahora que sus horarios son diferentes, no coinciden casi por el día, mucho menos por la noche como antes y eso está resintiendo su intimidad, además de la posibilidad de conversar en profundidad, algo que ambos deben seguir trabajando para no guardarse sus miedos, dudas y temores dentro de una relación en la que, al ser Mareo originalmente un heterosexual al que Takahiro desvirgó de la peor forma posible, los cimientos en los que están construyendo algo, en principio serio, son todavía frágiles.
Con unos buenos cimientos creados a partir del tercer volumen, el cuarto volumen de Néctar es mucho más maduro y serio que los anteriores, profundizando más en la psicología de los personajes y en su background.
"Mi intención es estar contigo el resto de mi vida, ¿te queda claro?"
Sin ejercer ya como escort en un club exclusivo para mujeres y trabajando ahora en una oficina en una empresa de juguetes sexuales, Leo, aka Mareo Suga, lo único que quiere es que Takahiro no se preocupe por tener solo mujeres como compañeras de trabajo y, para ello, decide proponerle a su novio el ir a casa de sus padres para presentárselos y, con ello, dejar constancia de sus intenciones serias en su relación, una que para él no es ni heterocuriosidad ni algo pasajero, sino algo real que quiere mantener hasta el fin de su vida. Esta propuesta, en vez de proporcionarle a Takahiro tranquilidad, le produce todo lo contrario. Porque hay algo oscuro y doloroso en el pasado de Takahiro con referencia a su familia y a su sexualidad, un rechazo que no quiere que también tenga que vivir Mareo, mucho menos cuando se percata de la buenísima relación que tiene con su madre y lo mucho que lo han cuidado. Las cosas vuelven a dar un giro cuando a Takahiro lo trasladan a otro local. Si ya con el nuevo trabajo de Leo casi no coincidía, si Takahiro se marcha de Tokio...
"No quiero ceder, pero tampoco quiero pisotear sus propuestas."
Creando a través de los episodios de Néctar unos fuertes cimientos con los que ir construyendo una trama sólida y unos personajes psicológicamente complejos, este cuarto volumen es mucho más serio y adulto que los anteriores, y no me refiero a que tenga más erótica (que no es el caso), sino a que vemos que la psicología de Mareo y Takahiro es mucho más concreta y está mejor perfilada, o sería más concreto decir que al fin estamos viendo ese background y esa profundidad psicológica que necesitaban los personajes para ir en consonancia de la trama y, así, ser capaces de comprender sus reacciones, miedos, alegrías, penas... Vamos el porqué actúan de una forma o de otra en situaciones determinadas y concretas.
Siendo una obra con la esencia y marca de Akabeko, una reina del BL más adulto y psicológico, Néctar es una obra muy buena que va mejorando a medida que vamos avanzando en su lectura y que los cimientos necesarios para la construcción de la trama se colocan, se asientan y la mangaka va construyendo una historia de amor a la vez que psicológica y erótica.
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