lunes, 4 de diciembre de 2023

Reseña: Papá, papá y yo. Nuestra historia de Roji

 "Aunque no tengamos lazos de sangre, tú y yo somos los padres de Hiro"


FICHA TÉCNICA

Título original: Boku no Papa to Papa no Hanashi (en japonés ぼくのパパとパパの話 )

Autora: Roji (en japonés ろじ )

- Editorial Española: Panini Manga

- Editorial Japonesa: Libre

- Tomo único serializado en la revista Byo de Wakaru BL de la editorial Libre. Se publicó en Japón originalmente en 2023

- Ahora mismo se está publicando su secuela en la revista 

- BL, romance MXM, slice of life, LGBTIQ, drama, found family 

- Traducción: Clara de las Heras (Daruma Serveis Lingüístics, S.L.)

- Páginas: 176

- Precio: 8'95€

- Ya a la venta


SINOPSIS

Ahora que el matrimonio entre personas del mismo sexo se ha legalizado, Nao y Ai, novios desde la universidad, deciden registrar su matrimonio y adoptar a un bebé llamado Hiro. Nao es sensible y de lágrima fácil, mientras que Ai es independiente y despreocupado. Estos dos polos opuestos aprenden a criar a Hiro mientras lidian con los altibajos que conlleva ser padres: llantos nocturnos, el primer día de guardería y hacerse amigos de las otras madres.


OPINIÓN PERSONAL

Desde que me topé con esta historia por casualidad en redes sociales - como la mayoría de BLs que descubro en twitter por las distintas revistas BL que sigo - había querido leerla. Aunque sea contradictorio, más que nada porque yo no quiero tener hijos (aunque tengo un sobrino que es más un hijo que un sobrino), me gustan los BL con niños, más que nada porque sirven para normalizar dos cosas fundamentales: la sangre no te hace más ni mejor padre, porque formar un vínculo familiar no depende de nuestros genes, y la normalización de las familias no heteroparentales. Ambas cosas las encontramos en Papá, papá y yo. Nuestra historia pero va más allá ya que Roji nos plantea un Japón donde se ha legalizado el matrimonio homosexual y, con ello, las parejas del mismo sexo pueden adoptar un hijo en donde ambos progenitores tengan el mismo estatus y derecho como padres.  

Gracias a que hace un par de años se legalizó el matrimonio homosexual, Nao y Ai se han casado y han adoptado a un bebé recién nacido al que nombran Hiro. Como todo padre primerizo que se precie, ambos deberán ir aprendiendo poco a poco todo lo que implica cuidar de un bebé y sufrir las penas y las alegrías de tener a otro ser vivo que depende las 24 horas de ti . A pesar del trabajazo que les da, Nao y Ai son muy felices teniendo al pequeño Hiro a su lado, criándolo y viéndolo crecer sano y feliz. Pero, en esta andadura, ambos vivirán toda clase de dudas y prejuicios de otras personas que harán que Nao y Ai se planteen distintas cuestiones y que ambos lleguen a entrar en conflicto tanto por sus vivencias personales pasadas como por sus personalidades y carácter.

Con gran realismo y sensibilidad Roji nos presenta un emotivo y tierno tomo único protagonizado por dos polos opuestos que se quieren muchísimo y han querido formar una familia como cualquier otro matrimonio teniendo un hijo, en este caso, adoptando al pequeño Hiro. 

Nao y Ai son dos jóvenes que se hicieron pareja en la universidad y que se casaron para poder adoptar a Hiro y ser ambos sus padres. Este hecho no solo les abre una nueva etapa de la vida, sino que les hará experimentar toda clase de prejuicios por parte de los demás y dudas en sus fueros internos. Ai, que siempre ha sido muy echado para delante, encaja y encara a todas aquellas personas que encasillan a las personas dentro de un canon social autoimpuesto y lleno de falsos clichés, pero Nao es mucho más reservado y sensible que Ai, afectándole mucho más los conflictos que se suceden a su alrededor por cosas vividas en su infancia. 

Esto hace que Nao no quiera llevar a Hiro a la guardería para evitar preguntas desagradables o miradas extrañas porque, aunque sea legal casarse con alguien de tu mismo sexo y adoptar, la gente todavía lo ve como algo extraño y, lo que es peor,  otras personas le dan demasiada importancia y efusividad haciendo que algo que es normal cuando una pareja es hetero sea como algo excepcional en una homosexual, llegando a incomodar a la otra persona aunque no se pretenda eso. 


Y eso son puntos muy positivos de Papá, papá y yo. Nuestra historia: la visibilidad de esas ideas preconcebidas, de esa condescendencia que muchos tienen hacia las personas del colectivo LGBTIQ que, más que ayudar, nos hacen sentir incómodos porque somos, ante todo, personas normales y corrientes, con defectos, que la cagamos y no necesitamos la validación constante o el apoyo o el reconocimiento por hacer cosas que hace la gente heterosexual en su día a día.  

Pero, sin duda alguna, lo que nos cuenta Papá, papá y yo. Nuestra historia es precisamente la historia de amor de Nao y Ai y cómo ha evolucionado su relación ahora que son padres y su amor por Hiro. Y es que ser padre cambia muchas cosas en uno mismo y te llena de dudas y de temores. ¿Estás siendo un buen padre para tu hijo? ¿Los lazos sanguíneos son importantes? ¿Cómo sé si mi hijo es feliz? Todas estas dudas aparecen a lo largo del tomo y son dudas normales y comprensibles, sobre todo cuando tienes un hijo al cual has adoptado, que no es de tu sangre, cuando te han educado dentro del seno de una familia consanguínea y que siempre se da por hecho que una familia debe compartir lazos de sangre. Pero, en realidad, los lazos de sangre no son nada si los padres no quieren a sus hijos y no le dan el amor y el cariño que merecen. 

Esta idea es una grandísima verdad y por eso adoro las historias con found family porque compartir genes no determina tu felicidad o crecer en el seno de una familia que te quiera. Los padres no son todos iguales, ni buenos, ni cariñosos ni amables. No todos los padres y madres actúan como se supone que debe actuar un progenitor para con sus hijos por mucho ADN que compartan. Papá, papá y yo. Nuestra historia pretende normalizar las familias sin lazos de sangre, mostrar al lector que son igual de válidas y que el amor que hay entre todos sus miembros es igual de verdadero, desmontando la falsa creencia de que solo se quiere a un hijo si lo has parido tú o tiene tu ADN. Lo que forma a una familia de verdad son las acciones que hacen sus integrantes no un código genético. 

Personalmente he amado este tomo de principio a fin por todo lo que os he mencionad - y por lo que callo para no destrizarle la experiencia lectora a nadi e- gracias a todos los momentos relacionados a la crianza de Hiro. Aunque Roji no tiene hijos, se ha informado muy bien sobre todas las fases por las que pasan los niños pequeños desde que nacen hasta los tres años y yo, como no podía ser de otra manera, me he sentido TAN identificada. Las noches sin dormir, calmar los lloros de un bebé cuando no sabes qué le pasa y ya has hecho de todo, el cambio de pañal cuando el bebé no deja de patalear, el momento baño cuando son más grandecitos que no quieren secarse, los escupitajos de la papilla... Hiro parece el alter ego mono de mi sobrino (o mi hijo según lo mire) y lo he adorado y he tenido recuerdos del infierno y otros muchos más dulces. Es lo que tiene criar a un hijo: no es un camino fácil, pero es muy importante ser consciente de todo lo que implica antes de tomar la decisión de traer un hijo al mundo o de adoptar a uno. 

La edición de Panini es muy correcta. El tomo es de tamaño b6 con sobrecubierta, sin páginas a color. La impresión de las viñetas es muy buena y nítida, sin moiré y con buena rotulación. Aunque no ha sido mi caso, parece ser que hay personas que les han tocado tomos con mal guillotinado (así que revisadlos antes de comprar si podéis, por si acaso), pero no es toda la tirada afortunadamente. Aunque hay tres-cuatro erratas en el texto y un bocadillo repetido, esto no afecta a la lectura y la traducción de Clara de las Heras me ha gustado muchísimo. Ya he leído varios tomos BL traducidos por ella y, ciertamente, me gusta bastante. Así que siempre que veo que ella traduce alguna obra tengo por seguro que va a tener una buena traducción. 


Os recomiendo muchísimo Papá, papá y yo. Nuestra historia porque es un tomo único precioso con todas las letras y en mayúsculas, cuqui, emotivo, cargado de sensibilidad (aunque Roji está publicando su secuela ahora mismo en Japón, así que próximamente tendremos más de esta bellísima familia) que nos muestra algo cotidiano, realista y normal dentro de las personas del colectivo LGBTIQ y fuera de él con el que todos nos podemos sentir identificados (máxime si tenéis hijos o niños a vuestro cargo como en mi caso). 

Para mí es, sin duda de los mejores BL que he leído este año y de esas historias que me llegan tan hondo que suelo releer como lectura de confort.      




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