domingo, 17 de diciembre de 2023

Crónicas de manga: Domar a la bestia vol. 2 de Yuitsu

"Por mucho que me digas que no, pienso mimarte todo lo que pueda" 



SINOPSIS

Tras dejar su trabajo de hermano mayor de alquiler, Arata empieza a salir con Junta. Sin embargo, la libido de Junta está desatada al ser la primera vez que está con un chico, y Arata se pone celoso y posesivo, algo que acabará afectando a su autoestima. Cuando parece que la cosa no puede ir a peor, entra en escena el guapo y carismático compañero de trabajo de Junta. Arata deberá ir con cuidado...

- Reseña del primer volumen


ANÁLISIS DEL TOMO Y DE LA OBRA

Después de confesarse sus verdaderos sentimientos, Arata y Junta comienzan a salir juntos y a explorar esa nueva fase de su relación, una que se inició puramente carnal ante la necesidad de Junta de que alguien lo mimara y cuidara. Sin trabajar ya como hermano mayor de alquiler, Arata solamente mima y consiente a su precioso Junta. Aunque ese mimar incluye, además de citas, mucho muchísimo sexo. ¡Y es que ninguno de los dos tiene suficiente! Aún así, Arata se siente frustrado porque Junta no acaba de abrirse a él por completo, de confiar enteramente en él, despertando en su interior una inseguridad que tenía escondida muy dentro de él y que hace que su posesividad para con Junta aumente. Sobre todo cuando Arata conoce a Eiji, compañero del curro de Junta y su amigo. Los celos lo carcomen así como su deseo irrefrenable de acaparar a Junta y de marcarlo como suyo. ¿Podrá Junta terminar de entregarse a Arata por completo? 

Lo que Arata no sabe es que Junta tiene miedo de que, quienes están a su alrededor, paguen las consecuencias de sus peleas con tiparracos de baja ralea que le buscan las cosquillas. Aunque eso no es lo único que lo preocupa. Y es que Junta quiere mucho más de Arata, pero tiene miedo de confesarle sus verdaderos deseos. ¿Dejará Junta de alejar a quienes quiere por miedo de que se metan en problemas por él? ¿Le confesará a Arata lo que realmente quiere de él en la cama?

Siguiendo la trama donde se quedó en el primer volumen, Yuitsu acaba de redondear esta ardiente y pasional historia de amor, con grandes dosis de potentes e increíbles escenas de sexo, entre Arata y Junta dos jóvenes muy diferentes entre sí que se conocieron de la forma más rara posible: mientras uno trabaja como hermano de alquiler y el otro lo contrata.

A pesar de que ambos sienten por el otro un inmenso amor, y que tienen una química espectacular y una libido brutal, hay algo que sigue sin encajar. Y ese algo es la falta de entrega total por parte de Junta y la inseguridad de Arata. 

Si bien Domar a la bestia es una obra que se centra muchísimo en lo que siente y piensa Junta, en este segundo tomo Arata toma más protagonismo, profundizando Yuitsu algo más en su psique y conociendo una parte suya más oscura que escondía en su interior. A pesar de que en el tomo anterior se nos fueron dando pistas de que Arata no era tanto lo que parecía, no es hasta este último volumen que descubrimos todas las facetas del chico y de dónde viene realmente esa inseguridad y los motivos reales por los que decidió hacerse hermano mayor de alquiler. 


Añadiendo la figura de Eiji, el compañero y amigo de Junta, Yuitsu tiene al detonante perfecto para que tanto Junta como Arata reflexionen en su relación y en qué quieren el uno del otro, sobre todo en el caso de Junta. A pesar de que parece un macarra y un tío peligroso, Junta es un trozo de pan, un ser de luz lleno de amor que quiere ser querido y mimado pero que, por ser el hermano mayor dentro de su familia, y a causa de las continuas peleas que tiene con pandilleros, debe refrenar su verdadera naturaleza por miedo a que la gente que se le acerque sufra las consecuencias de sus continuas escaramuzas. 

Si bien antes para Junta era más fácil mantener las distancias, desde que está con Arata la cosa es diferente. Con él siente una pasión irrefrenable, un deseo continuo de que Arata esté lo más adentro y en lo más profundo posible de su ser. No solamente en el plano sexual, aunque en eso obviamente también. Junta, que es un completo inexperto en el amor, desea a Arata con tal fuerza que tiene miedo de confesarle realmente lo que desea, aunque el propio Arata estaría más que encantado de saberlo para darle todo lo que desee. 

Sin mucho drama, y con la sencillez propia de Yuitsu a la hora de resolver los conflictos en sus obras, la sensei nos relata una historia muy buena, adulta y con cierta profundidad con una narrativa sencilla donde prima la erótica como punto focal y esencial para el desarrollo de la trama y de los mismos personajes. Eso no quita que los protagonistas de Domar a la bestia sean planos o simplones. Todo lo contrario: son personajes bien caracterizados, resaltando la sensei las características más importantes y fundamentales para el desarrollo mismo de la historia y el personal de los personajes, ya que en Domar a la bestia ellos son los que llevan la batuta y arrastran consigo todo lo demás.         

Y esto es lo que me gusta tanto de Yuitsu en general y de Domar a la bestia en particular: que se puede hacer una muy buena historia siendo erótica prácticamente en su totalidad y sin perderse por el camino a buenos personajes con carisma, personalidad, y con una psicología detrás.  Aunque el factor clave para que todos estos ingredientes funcionen a la perfección es el increíble dibujo de la autora. Y es que el trazo de Yuitsu es una delicia. Su dibujo es realista, expresivo y tan detallista que las expresiones faciales de los personajes hablan por sí solas más que los bocadillos que los acompañan en las viñetas.  

Cositas más técnicas a comentar de este segundo volumen: la primera es que al final del mismo se incluye uno de los booklets que salieron en Japón con una historia muy ardiente de los protagonistas que no tiene desperdicio. La segunda a comentar es que la edición me ha encantado y volvemos a tener todo sin censura salvo dos páginas que, no sé el motivo, tienen censura. Posiblemente hubiera algún tipo de problema con los materiales o las capas no se quitaran antes de llevar a imprenta. En fin, sea como fuere eso no impide que se disfrute del tomo y del arte espectacular de la sensei. 

Domar a la bestia es mi obra favorita de Yuitsu, porque (y me repito otra vez) es adorablemente marrana, agradecida de leer y contiene entre sus páginas todos los elementos de la literatura erótica (en este caso de la literatura erótica visual) que tanto me gustan. Si sois fans de las obras sin pretensiones, obras entretenidas, obras que trasmiten pasión desde las primeras páginas, si os gusta una buena historia plagada de erotismo, sexo del bueno y dibujo espectacular, Domar a la bestia será uno de vuestros mangas del año así como lo ha sido para mí. 


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