" Está en nuestro instinto, siempre necesitamos cazar para sobrevivir. "
Ficha técnica
- Autor: Cristian Blanco
- Editorial: Wave Books Editorial
- Sello: Wave Black
- Páginas: 360 (novela)
- Precio: 13'60€ (papel) 3'10€ (e-book)
- Disponibles en Amazon, Lektu, Gigamesh, Chronos, Librinde
Gracias a la editorial por el ejemplar
Sinopsis:
Casiano Morla es un niño solitario que vive con su madre depresiva, divorciada de un marido militar e intransigente. La pasión del chico son los insectos y cada vez que van de vacaciones a su apartamento de Santa Gardenia puede estudiarlos junto a sus dos únicos amigos: Sergio y Nando. Sergio es el mayor del grupo, con un gran sentido del humor y que parece estar deseando abandonar la infancia y abrazar a la adolescencia. Nando es un chiquillo pobre que tras la muerte de su madre y la desaparición de su hermana, malvive y sobrelleva lo mejor que puede la convivencia con su padre, un delincuente al que teme medio pueblo, y sus dos hermanos mayores que disfrutan torturándolo. Al menos hasta ese verano, cuando la vida de los tres amigos cambiará por completo con la llegada de un niña llamada Lluvia junto a su misteriosa familia. La aparición de animales muertos en extrañas circunstancias en los alrededores del pueblo, llamará la atención de los chicos, quienes junto a su nueva amiga deciden investigar lo que sucede en la zona y el misterio que les rodea. ¿Qué hay de los avistamientos de extraños y enormes lobos? ¿Y si hubiera algo aún más terrorífico acechando en el bosque?
Sumándose a las líneas de Wave Black, Cristian nos traerá las aventuras de un grupo de chavales muy variopinto, una historia llena de acción, misterios y amistad, cinematográfica y con un homenaje a la literatura y cine de los 80 que tanto nos enamora. No volveréis a mirar a la luna con los mismos ojos... menos aún cuando escuchéis aullar un lobo en la lejanía...
Opinión:
Que la editorial Wave Books está apostando fuerte por el talento patrio ya no debería sorprenderme, y aún así, lo hace cada una de las novelas que leo de esta editorial que lleva pocos meses de vida y que apunta hacia lo más alto. Con La llamada de la luna, nueva incorporación al sello Wave Black, estoy a punto de terminar un año lleno de fascinantes lecturas de la mejor calidad y un talento digno de elogios.
La llamada de la Luna nos sumerge en un pequeño pueblo llamado Santa Gardenia en donde tres amigos están a punto de pasar unas vacaciones de Semana Santa que cambiará sus vidas para siempre. Estos son Sergio, Casiano y Nando. Los dos primeros son de fuera y han ido con sus familiares a pasar allí las vacaciones mientras que Nando vive allí con su padre Pedro - apodado el Malo - y sus dos hermanos a cada cual más déspota: Pedro y Rodrigo. La vida en el lugar no es nada fácil a causa de Pedro y su prole - obviando al inocente y buen Nando - que son los amos y señores de Els Llindars. Mas dos cosas extrañas, y que a priopri parecen casos inconexos, se suceden. El primero es la aparición de unos erizos muertos de forma espantosa y el segundo la llegada a Santa Gardenia de la misteriosa y atrayente Lluvia y su familia. A raíz de estos dos casos, Nando, Sergio y Casiano se verán envuelto en una vorágine de acontecimientos en donde el misterio y los secretos más oscuros y crueles los harán madurar y descubrir que nada es lo que parece y que los peores monstruos inimaginables acechan en cualquier lugar.
Con una prosa cargada de misterio y una narrativa envidiable, Cristian Blanco nos sumerge hasta el tuétano en Santa Gardenia sin salir de casa, lugar al que el lector viaja del lado de los cuatro niños y de su oscura aventura como si fuera uno más de ellos. La forma que tiene Blanco de narrar la acción es electrizante e inclusive hechizante; hace que el lector quiera seguir y seguir pasando las páginas para descubrir todos los misterios que oculta una trama que no es nada sencilla. Todo lo contrario.
Cristian sabe mantener el misterio de su obra, una narrada en tercera persona en donde interactúan muchos personajes que no parecen tener una conexión concreta y que, al final, todo los hilos se juntan en un único punto y todo fluye como el agua de un río. Esa narración caleidoscópica es todo un acierto y Blanco utiliza los pensamientos y los puntos de vista de varios personajes para mantener la tensión y el misterio, jugando con la información y haciendo que el lector se muerda las uñas al no saber bien bien hacia dónde vamos y lo que les va a suceder a los distintos personajes que van apareciendo que no son pocos.
Y vaya personajes. Todos están perfectamente diseñados con unas personalidades únicas y muy realistas, haciendo que todos ellos sean cercanos, tanto que casi crees que podrás tocarlos y no se puede evitar odiar y adorar a muchos de ellos - Nando, cariño, yo te adopto -. El autor ha sabido crear a un gran elenco de carne y huesos, personas que reflejan una realidad que sigue imperando en nuestra sociedad a pesar de que la acción trascurre a finales del siglo XX. Mi más sincera admiración por incluir en le discurso narrativo a personajes no demasiado normativos que suelen aparecer en las novelas como secundarios y que no tienen ni voz ni voto. Sin olvidarnos, por otra parte, del personaje de Lluvia, personaje femenino fuerte y valiente que sabe valerse por si misma y que lo demuestra durante toda la historia.
La acción está perfectamente ejecutada con un ritmo que va in crecendo desde el primer capítulo. La acción sube y sube sin cesar, sin aburrir al lector, dando la información pertinente, manteniendo else misterio (que no deja de ser el elemento fundamental que mantiene en pie toda la novela) y los secretos, y a su vez haciendo que los cuatro niños vayan madurando poco a poco a través de las vicisitudes que deben vivir en unos pocos días. Porque sí, la acción transcurre en un par de días, pero una tremendamente intensa hasta culminar en un final de traca que deja al lector con la boca abierta, haciendo que todo ese ritmo que subía y subía poco a poco y de forma constante, explote en un desenlace imprevisible que me ha dejado con los ojos como y aplaudiendo.
Por otra parte cabe destacar el papel de la amistad, los lazos irrompibles que se tiene con unas pocas personas. La lealtad y la camadería que nos hace arriesgarnos por ayudar a alguien en apuros, así como la vitalidad de los niños y la visión que se tiene cuando uno todavía es un crío y ve y siente que tiene toda la vida por delante, que el futuro todavía es algo lejano y que nos impide tener miedo ante los problemas o las dificultades. Cristian Blanco me ha devuelto a mi infancia, al modo que yo tenía de ver las cosas del mismo modo en el que lo hacen Casiano, Sergio y Nando.
Nuevamente nos encontramos ante una novela bien escrita y ejecutada, una historia que sabe mantener al lector en constante tensión y nervios, envuelto en el manto del misterio hasta las últimas páginas o, mejor dicho, hasta la palabra FIN. Estamos ante una historia que no rompe con la tradición imperante con elementos ya explotados en la literatura, pero que sabe reinventar y adaptar a sus necesidades de un modo original y que casa perfectamente con la realidad de la época que retrata y la fantasía que se mezclan en toda la trama. Por todo esto recomiendo al cien por cien esta novela porque no va a dejar a nadie indiferente y hará las delicias de los lectores con ganas de evadirse y disfrutar de una buena lectura en estas fiestas o, si no, como un estupendo regalo.
Es tarde, hace frío, no salgas de casa solo una vez se ha puesto el sol, puesto que no sabes qué puede estar acechando en las sombras. Porque ¿cómo son los monstruos? ¿Quienes son los cazadores y los que serán cazados?
Nota: 5/5
Que la editorial Wave Books está apostando fuerte por el talento patrio ya no debería sorprenderme, y aún así, lo hace cada una de las novelas que leo de esta editorial que lleva pocos meses de vida y que apunta hacia lo más alto. Con La llamada de la luna, nueva incorporación al sello Wave Black, estoy a punto de terminar un año lleno de fascinantes lecturas de la mejor calidad y un talento digno de elogios.
La llamada de la Luna nos sumerge en un pequeño pueblo llamado Santa Gardenia en donde tres amigos están a punto de pasar unas vacaciones de Semana Santa que cambiará sus vidas para siempre. Estos son Sergio, Casiano y Nando. Los dos primeros son de fuera y han ido con sus familiares a pasar allí las vacaciones mientras que Nando vive allí con su padre Pedro - apodado el Malo - y sus dos hermanos a cada cual más déspota: Pedro y Rodrigo. La vida en el lugar no es nada fácil a causa de Pedro y su prole - obviando al inocente y buen Nando - que son los amos y señores de Els Llindars. Mas dos cosas extrañas, y que a priopri parecen casos inconexos, se suceden. El primero es la aparición de unos erizos muertos de forma espantosa y el segundo la llegada a Santa Gardenia de la misteriosa y atrayente Lluvia y su familia. A raíz de estos dos casos, Nando, Sergio y Casiano se verán envuelto en una vorágine de acontecimientos en donde el misterio y los secretos más oscuros y crueles los harán madurar y descubrir que nada es lo que parece y que los peores monstruos inimaginables acechan en cualquier lugar.
Con una prosa cargada de misterio y una narrativa envidiable, Cristian Blanco nos sumerge hasta el tuétano en Santa Gardenia sin salir de casa, lugar al que el lector viaja del lado de los cuatro niños y de su oscura aventura como si fuera uno más de ellos. La forma que tiene Blanco de narrar la acción es electrizante e inclusive hechizante; hace que el lector quiera seguir y seguir pasando las páginas para descubrir todos los misterios que oculta una trama que no es nada sencilla. Todo lo contrario.
Cristian sabe mantener el misterio de su obra, una narrada en tercera persona en donde interactúan muchos personajes que no parecen tener una conexión concreta y que, al final, todo los hilos se juntan en un único punto y todo fluye como el agua de un río. Esa narración caleidoscópica es todo un acierto y Blanco utiliza los pensamientos y los puntos de vista de varios personajes para mantener la tensión y el misterio, jugando con la información y haciendo que el lector se muerda las uñas al no saber bien bien hacia dónde vamos y lo que les va a suceder a los distintos personajes que van apareciendo que no son pocos.
Y vaya personajes. Todos están perfectamente diseñados con unas personalidades únicas y muy realistas, haciendo que todos ellos sean cercanos, tanto que casi crees que podrás tocarlos y no se puede evitar odiar y adorar a muchos de ellos - Nando, cariño, yo te adopto -. El autor ha sabido crear a un gran elenco de carne y huesos, personas que reflejan una realidad que sigue imperando en nuestra sociedad a pesar de que la acción trascurre a finales del siglo XX. Mi más sincera admiración por incluir en le discurso narrativo a personajes no demasiado normativos que suelen aparecer en las novelas como secundarios y que no tienen ni voz ni voto. Sin olvidarnos, por otra parte, del personaje de Lluvia, personaje femenino fuerte y valiente que sabe valerse por si misma y que lo demuestra durante toda la historia.
La acción está perfectamente ejecutada con un ritmo que va in crecendo desde el primer capítulo. La acción sube y sube sin cesar, sin aburrir al lector, dando la información pertinente, manteniendo else misterio (que no deja de ser el elemento fundamental que mantiene en pie toda la novela) y los secretos, y a su vez haciendo que los cuatro niños vayan madurando poco a poco a través de las vicisitudes que deben vivir en unos pocos días. Porque sí, la acción transcurre en un par de días, pero una tremendamente intensa hasta culminar en un final de traca que deja al lector con la boca abierta, haciendo que todo ese ritmo que subía y subía poco a poco y de forma constante, explote en un desenlace imprevisible que me ha dejado con los ojos como y aplaudiendo.
Por otra parte cabe destacar el papel de la amistad, los lazos irrompibles que se tiene con unas pocas personas. La lealtad y la camadería que nos hace arriesgarnos por ayudar a alguien en apuros, así como la vitalidad de los niños y la visión que se tiene cuando uno todavía es un crío y ve y siente que tiene toda la vida por delante, que el futuro todavía es algo lejano y que nos impide tener miedo ante los problemas o las dificultades. Cristian Blanco me ha devuelto a mi infancia, al modo que yo tenía de ver las cosas del mismo modo en el que lo hacen Casiano, Sergio y Nando.
Nuevamente nos encontramos ante una novela bien escrita y ejecutada, una historia que sabe mantener al lector en constante tensión y nervios, envuelto en el manto del misterio hasta las últimas páginas o, mejor dicho, hasta la palabra FIN. Estamos ante una historia que no rompe con la tradición imperante con elementos ya explotados en la literatura, pero que sabe reinventar y adaptar a sus necesidades de un modo original y que casa perfectamente con la realidad de la época que retrata y la fantasía que se mezclan en toda la trama. Por todo esto recomiendo al cien por cien esta novela porque no va a dejar a nadie indiferente y hará las delicias de los lectores con ganas de evadirse y disfrutar de una buena lectura en estas fiestas o, si no, como un estupendo regalo.
Es tarde, hace frío, no salgas de casa solo una vez se ha puesto el sol, puesto que no sabes qué puede estar acechando en las sombras. Porque ¿cómo son los monstruos? ¿Quienes son los cazadores y los que serán cazados?
Nota: 5/5