jueves, 17 de noviembre de 2022

Reseña: El chico con girasoles en las mejillas de Mita Ori

 "¡Ya vale, me gusta cómo eres! ¡¡Te quiero a ti!!"


FICHA TÉCNICA

Título original: Hoppe ni Himawari (en japonés ほっぺにひまわり)

Autora: Mita Ori (en japonés 三田織)

- Editorial Española: Editorial Kodai

- Editorial Japonesa: Tokyo Mangasha

- Tomo único serializado en la revista Cab. Publicado en originalmente en 2014

- Puesto número 13 en la categoría BEST Rare BL en los premios BL Awards 2015

- BL, comedia, romance, slice of life, drama, dos historias, incesto 

- Traducción: Maite Madinabeitia

- Páginas: 260

- Precio: 9'95€

- Ya a la venta

Leer las primeras páginas


SINOPSIS

Dos historias BL diferentes pero con el toque que solo su autora sabe darle.

Yone es un muchacho regordete al que todo el mundo adora en el instituto, aunque eso no impide que de vez en cuando sus compañeros se metan con él. Sin embargo, sus plácidos días de bachillerato dan un giro de 180º cuando Arai, un chico de su clase que siempre le ha llamado la atención, le pide que se disfrace de chica para ayudar a que el fantasma de un antiguo alumno pueda descansar en paz.

La dulce y tierna historia de amor entre el adorable Yone y el taciturno Arai está a punto de empezar.

Este volumen incluye el relato En las profundidades del bosque, una delicada historia en la que el amor de un joven por su tío y los conflictos que acarrea se entrelazan con sutileza.


OPINIÓN PERSONAL 

Desde que llegó Mita Ori a España con Our Dining Table por la mano de Editorial Kodai y Yamada y el chico que, para mí, esta autora es una apuesta segura. Sabes que te vas a encontrar una historia con un dibujo bonito, y muy particular que distingue a la mangaka, personajes adorables, una narrativa delicada para contar tramas con drama, más o menos subliminal, pero con un toque suave que minimiza el daño emocional al lector y hace que esos temas que ella expone sean muy bien sobrellevados por parte de los lectores y romances muy muy dulces. 

El chico con girasoles en las mejillas es un tomo único en el cual Mita Ori nos presenta dos historias completamente diferentes. La primera, la que le da nombre al tomo, nos traslada a un instituto en el cual dos jóvenes de segundo de bachillerato comenzaran a experimentar el amor en el flor de la juventud con una ambientación cuqui y vertiente cómica. La segunda, titulada En las profundidades del bosque, con una sinergia completamente distinta, nos presenta a Haruka quien está enamorado de la persona más inaccesible para él: su tío materno. 

¿De qué trata y qué encontramos en la historia El chico con girasoles en las mejillas?  En un instituto solo para chicos, Yone es un chaval gordito que está en el club de horticultura porque la cosa que más le gusta en la vida es comer. Los chicos del club de baseball siempre lo están molestando tocándole las tetas (a falta de chicas pues vamos a meterle mano al chico adorable y gordito) pero el capitán, Arai, siempre está hay para salvarlo. Por su comportamiento amable, Yone no puede evitar ver a Arai como alguien magnífico. A causa de la leyenda que hay en el edificio viejo, y de un supuesto fantasma que no descansará en paz hasta que no toque las tetas de una chica, Yone se viste de chica y va allí con Arai; quien asegura haber visto al fantasma. En realidad tal fantasma no existe, solo son reales los sentimientos de Arai que está enamorado hasta las trancas de Yone. Ante la confesión que le hace el chico, Yone, feliz porque alguien le quiera, acepta. 

El chico con girasoles en las mejillas es una historia muy dulce y divertida de tres capítulos y un extra de años después protagonizada por un chico gordito y muy dulce que es feliz comiendo lo que le gusta, y el atlético capitán del club de baseball que, aunque no lo parezca, es muy amable. Enamorado de Yone sin importarle que no cumpla con los cánones de belleza ni con el canon de pareja heterosexual, Arai le pide salir y Yone no cabe en sí de gozo porque no pensó que alguien tan amable y bueno como Arai se fijara en él. Pero, obviamente, no es oro todo lo que reluce y Mita Ori nos mete una serie de dudas y de malos entendidos en una pareja primeriza que no sabe nada del amor y, como tal, se sienten inseguros y se preocupan por las cosas más insignificantes. Como todo buen adolescente, lo que puede ser una minucia que se resuelve con hablarlo, la inmadurez hace que se te caiga el mundo encima y que se te haga todo muy cuesta arriba. Como guinda del paste, todo este entramado tiene como condimento una narrativa dulce y graciosa por parte de sensei que te encandila, te hechiza y te hace morir de amor por ambos personajes. 

Todo lo contrario a la dulzura de El chico con girasoles en las mejillas, con En las profundidades del bosque  nos invade el desasosiego ante una trama mucho más seria y adulta, sin dosis de comedia y con el tabú del incesto como foco principal. Dividida en cinco episodios, nos narra la historia de Haruka quien  se reencuentra con su tío Ritsu cuando éste regresa por la muerte de la abuela (su madre) de Haruka, la persona que lo ha criado desde que su madre lo abandonó. Haruka hacía muchos años que no veía a su tío, pero con 10 años pasó los mejores días a su lado, enamorándose de él y descubriendo su sexualidad. Prometiéndole a su abuela que jamás volvería a verlo, el joven intenta por todos los medios que su tío se marche de la casa y de su vida, pero Ritsu no está dispuesto a dejarlo solo de nuevo. 

"Claro que me gusta alguien. Y sé que nunca debería haber pasado." 

Rozando lo inmoral con lo aceptable por la sociedad, Mita Ori narra la historia de un amor prohibido y lo que ese sentimiento con conocimiento de causa provoca en Haruka quien, no solo no puede olvidar a su Ritchan, sino que lleva una doble vida para poder saciar el dolor que le provoca amar a alguien sabiendo que jamás será tuyo. Ante la vuelta de su tío, Haruka intenta por todos los medios que su tío se marche, aprovechando la promesa que le obligó a hacerle su abuela en su lecho de muerte, pero Ritsu no quiere irse. No quiere dejar solo a su sobrino ni abandonar la casa en la que pasó su niñez, a pesar de que su madre lo desheredarara y renegara de él como su hijo por ser homosexual. 

Mita Ori saca muchos tabús sociales a la palestra, reflexiona sobre ellos en el personaje de Haruka  quien jamás ha podido elegir nada en la vida y, cuando lo hace, es un amor prohibido y condenado por la sociedad. Todo ello lo hace con suma delicadeza y un ritmo lento para desarrollar bien la trama y, sobre todo, profundizar en el personaje de Haruka, quien tiene todo el peso de la historia. No trata el tema con morbosidad ni de forma irrespetuosa sino planteando una situación y explorando uno de los mayores tabús sociales ya en la antigua Grecia.

La edición que nos presenta Editorial Kodai es un tomo b6 con una buena calidad de impresión, nitidez del trazo (nada de ver los dibujos borrosillos abocetados), página inicial a color, sobrecubierta y buena rotulación de Laura Bartolomé. La traducción de Maite Madinabeitia es perfecta, inmejorable, y no hay ni una sola errata. Nada. Texto de diez con la calidad que Maite siempre le otorga a los trabajos que hace. Sin duda, ella está en el pódium de mis traductoras favoritas de manga.     

El chico con girasoles en las mejillas es un manga algo distinto a los dos tomos anteriores que nos han llegado de Mita Ori por atreverse sensei a contar una historia más seria y complicada de aceptar socialmente, pero sin perder esa esencia narrativa que tiene para narrar historias. Creo que es una muy buena obra, que las dos historias están muy bien narradas y estructuradas y vale mucho la pena leerlas. Si os gusta Mita Ori, dadle una oportunidad porque puede que os sorprenda para bien.  


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