viernes, 6 de julio de 2018

Profundizando en Yona, princesa del amanecer

"- No quiero morir en esta condición absurda. Y todavía menos depender de ti. Por ese motivo quiero obtener incluso el poder de los dioses."

Ficha técnica
- Título original: Akatsuki no yona
- Autora: Mizhuo Kusanagi
- Editorial: Norma Editorial
- Fantasía, histórica, aventuras, shojo
- Abierta en Japón
- Traducción: Sandra Nogués
- Periodización: mensual
- Precio: Tomos 1 y 2 a 4€ cada uno en edición promocional, después 8€. A partir del 3 todos 8€

Sinopsis:

El futuro del reino de Kôka se encuentra en manos de la princesa Yona, una joven que ha pasado su vida bajo los atentos cuidados de su padre, el rey, y su escolta Hak. Con motivo de su 16º cumpleaños, su primo Soo-won, de quien está enamorada, viene a visitarla, pero... ¡le aguarda un cruel destino que jamás habría imaginado!

Opinión:

¿Quién no ha escuchado o leído nunca el título de Akatsuki no Yona? En este último año 2017, entre todas las demandas de lectores a las editoriales manga del país, este título fue uno de los más sonados para ser licenciado en nuestro país (con permiso de Jojo's que ya fue licenciado XD). Por todo ello, Norma Editorial decidió tirarse a un mar embarbecido lleno de tiburones, vamos liarse a manta a la cabeza, y licenciar este manga shojo de 26 volúmenes ya en su haber (en abril de este año 2018 salió el último) con una temática histórica lleno de aventuras y toques mágicos de leyenda.

Yona, princesa del amanecer; nos traslada al Reino de Kôka donde gobierna el rey Il, un hombre considerado un cobarde por detestar las armas y la violencia. El rey tiene una única hija, Yona, de quince años que está a punto de cumplir los dieciséis. Yona es una joven infantil y caprichosa que no sabe nada de la vida a causa de haber sido criada en el Castillo de Hiryû entre algodones por su padre y los criados. La princesa cuenta con su propio guardián, Hak, un joven valeroso y fuerte que pertenece al clan del viento, próximo general del viento y apodado "la Bestia del trueno" por su fuerza.

Para la celebración de su cumpleaños, llega al Castillo de Hyrû Soo-won, primo de Yona y el chico por el cual Yona está perdidamente enamorada. Ahora que la princesa va a cumplir dieciséis, Il debe pensar en el futuro marido de su hija quien será el futuro rey de Kôka una vez él muera ya que Yona, como mujer, no puede heredar el trono. Ella le pide a su padre que sea su amado Soo-won, pero Il se niega a ceder ante la petición de su hija.

Después de la celebración de su aniversario, Yona decide hablar con su padre y convencerlo para que entienda que quiere a Soo-won y que él es y será siempre el único en su corazón. Sin embargo, cuando llega a los aposentos del rey Yona se encuentra con una escena aterradora. Frente a ella hay dos figuras. Una es su padre a quien le acaban de atravesar el estómago con una espada y la segunda es su asesino: Soo-won.

Yona y Hak
A partir de este suceso, la vida de Yona cambiará. Perseguida para intentar silenciarla y quitarla del medio, la joven deberá huir para salvar la vida. Con la ayuda de su inseparable Hak, Yona deberá aprender a levantarse y a luchar por su vida y por la de aquellos que la rodean. Un nuevo destino se abre ante ella. Porque Yona no es sólo una simple princesa. Y Yona no está dispuesta a mantenerse en la inopia y ser una inútil como lo había sido hasta ahora.

Ya era hora de que regresara al mercado de  nuestro país un shojo histórico, un shojo que es más que una historia romántica entre los dos protagonistas; un shojo como los de Yû Watase, Chiho Saito o Chie Shinohara (ojalá alguien se animara a traer su obra más laureada Sora wa Akai Kawa no Hotori conocido por Red River o Anatolia Story) donde la acción y los combates se entrelazan con una trama que comienza de forma sencilla, pero que se va complicando y tomando forma de verdad cuando la autora va avanzando en la historia.

Porque Yona, princesa del amanecer; no nos cuenta la vida y milagros de una princesa desterrada que deberá recuperar su trono y desenmascarar al asesino de su padre que, para más inri, era el hombre que ella quería. No. Yona es mucho más ya que el objetivo real de la joven es el de encontrar a los cuatro legendarios Guardianes del Dragón para que la ayuden a proteger a su pueblo y, de ese modo, ayudar a las gentes del reino de Kôka. 

Y es que el reino no es un lugar tan maravilloso y pacífico como Yona había creído en su ignorancia. Ella, en el Castillo, había vivido en el desconocimiento de la realidad y de los problemas que sufría la gente. Ahora, como princesa desterrada que debe huir para salvar la vida, conocerá de primera mano ese sufrimiento y, a pesar de que su objetivo es recuperar el trono y vengarse de Soo-won por la muerte de su padre, no dudará en ayudar a los que la necesitan.

Que no os engañe le precioso dibujo de Kusanagi. La historia de Yona, princesa del amanecer; está llena de sangre, muertes y crueldad. Mucha crueldad. Kusanagi, a través de este mundo ficticio (inspirado y basado en historia y leyendas coreanas), nos presenta un mundo cruel y realista donde los fuertes abusan de los débiles, donde impera la corrupción y donde a los poderosos no les importa el sufrimiento de los más desfavorecidos. Pero lo que más me ha sorprendido es la introducción de planeamientos morales que pocas veces se introducen en este tipo de historias. El más notorio, chocante en este género y, a la vez, realista, es el que le plantea Hak a Yona: ¿de verdad está preparada para matar a alguien?

Soo-won, nuevo rey de Kôka
Porque sí, Yona está constantemente en peligro y ella no quiere ser un estorbo para Hak, es más quiere aprender a defenderse y a defenderlo a él. Pero, como princesa, nunca ha empuñado un arma, y más con el odio que su padre les tenía, ¿podrá hacerlo? Hak no le plantea la duda de si podrá luchar como mujer, él nunca duda de la capacidad de Yona, sino si, a la hora de la verdad, podrá hacer lo más difícil: matar a alguien y soportar las consecuencias de ello. 

Hablemos ahora de Yona como protagonista. Como en todo shojo que se precie, la protagonista es, obviamente, una chica adolescente. En este caso, Yona comienza siendo una niña mimada y consentida que lo ha tenido todo en la vida hasta que su padre muere asesinado. A partir de entonces su actitud cambiará al darse de bruces con la realidad. Es cuando se da cuenta de que es una ingenua y una ignorante, y no quiere seguir así por más tiempo. Quiere cambiar. Quiere ser la princesa (aunque sea en las sombras) que el reino y los más necesitados merecen. Esto acarreará más de un quebradero de cabeza en la joven así como grandes padecimientos porque Yona no es de piedra y Kusanagi no esconde las debilidades de la joven, al igual que destaca sus virtudes.

En cada tomo, la autora nos va desarrollado de forma muy verosímil este cambio en Yona. La joven no pierde su carácter jovial, pero lo ocurrido la hace madurar de golpe, haciéndola comprender que necesita cambiar. Ella misma es la artífice de su evolución, de su madurez. Sí que es por un factor determinante, pero es ella quien decide ahora cómo quiere ser y su camino a seguir. Esto hace que Yona se vuelva valiente y poderosa, una joven con decisión y hasta capacidad de reacción. A su vez también irá desarrollando habilidades de combate con el arco y la espada, demostrando que puede ser igual de buena que un hombre. Una de las cosas que más me han gustado de este manga es lo bien que trata Kusanagi  la figura de la mujer en el sentido de que, aquellas que tienen más protagonismo dentro de su papel secundario, muestran arrojo y valor. Y eso lo vemos en la capitana de un barco pirata llamada Gi-Gang que aparece a partir del tomo 5. Es cierto que, por la época, hay alguna que otra actitud machista hacia las mujeres, pero procedentes de aquellos que son malvados y, en el caso de algún personaje principal, no es a mala fe, sino a causa del pensamiento generalizado de la época (también el de Japón y otros países patriarcales como el nuestro). Pero no pasa nada, Yona ya se encarga de cerrarles la boca a todos (risas). 

A pesar de tanto drama, el humor y las escenas cómicas están muy presentes desde el principio. Cuando debe haber drama, lo hay y bien tratado, pero en escenas de transición o capítulos de relax, el humor ayuda a bajar la tensión de la historia (que hay a cascoporro y, a veces, el lector, la autora y los personajes se merecen un respiro).
Hak y Yona

Como todo shojo que se precie, no faltan algunas escenas románticas y otras de índole semejante donde hay flores y brillos. En este caso, de momento, hay menos que más y se debe a que, aunque Yona también tiene el factor romance como punto principal de la trama, no es el más importante sino que es una rama más que se engloba en un todo donde prima más la acción y la aventura, los problemas que los protagonistas deben superar. Eso sí, las pocas que hay se agradecen además de que son introducidas en momentos donde pegan, es decir, no son metidas con calzador para que se vea romance (no olvidemos que esto, repito, es un shojo), sino que por contexto son verosímiles. Esos momentos de Yona y Hak son impagables.
               
Al ser una serie de tantos tomos (26 y abierta todavía), Kusanagi se lo está tomando con calma, logrando así profundizar más en todos los personajes y no solo en los más protagonistas (Yona, Hak y Soo-won). Los cuatro Guerreros del Dragón y un chico llamado Yoon (algo así como el galeno del grupo y un estratega de cuidado) son uno de estos principales que la autora, a medida que vayan apareciendo, nos irá explicando su vida, su pasado. Uno que, dependiendo de la circunstancia de cada uno de estos jóvenes, será mejor o peor. A su vez, ellos también irán madurando por el camino al igual que Yona y Hak. 

Pasemos ahora a hablar sobre la edición que nos ha traído Norma Editorial.

El formato es como el de un tomo normal, salvo que es un poco más alto. Los tomos vienen con unas sobrecubiertas distintas a la edición japonesa original de los primeros tomos, adaptándolas a estilo que después tiene la edición japonesa de Yona, todo un acierto que embellece más esta obra. Norma está mimando mucho este manga. No sólo sacaron los dos primeros tomos en promoción a 4€, sino que sacaron muy pronto los 5 primeros tomos hasta darle una periodicidad mensual (la que tiene ahora). Por si eso fuera poco, los tomos 3 y 4 traían posavasos imantados de regalo y el tomo 6 porta un cofre contenedor para los 5 primeros tomos.

Nada que decir sobre la traducción. Sandra Nogués hace un buen trabajo adaptando a nuestro idioma el mundo de Yona, princesa de amanecer; dándole a la forma de expresarse de los personajes ese aire antiguo donde se utilizaba un lenguaje y unas formalidades distintas.

Yona, princesa del amanecer, es un soplo de aire fresco en el mercado shojo de estos últimos meses. Una apuesta fuerte que cumple con el lector gracias a la historia interesante y grandes personajes que ha sabido crear Mizuho Kusanagi. Los lectores no deben asustarse de la gran cantidad de tomos que tiene la serie, puesto que, en los siete tomos que he leído hasta la fecha (a la espera del tomo 8 de este mes), la trama no decae en ningún momento, porque Kusanagi sabe introducir e incorporar a la trama principal tramas secundarias tan interesantes como la que ha originado toda esta historia.

A todos aquellos que todavía no hayáis caído en la tentación, os invito a que le deis una oportunidad a esta gran obra, aprovechando que los dos primeros tomos están (todavía) a 4 € cada uno. Estoy convencida que no os arrepentiréis.

Yona y su grupo

Barómetro de recomendación: 5/5



2 comentarios:

  1. Yo justo ahora estoy con el anime. Voy por la mitad. Entretenido de momento.
    He llegado aqui cotilleando un poco tus sitios web a raiz de la trilogia de Cixin Liu. Leiste ya el tercero?? No encontré entrada al respecto. Curiosidad por tu opinion. Un saludo y perdona por el offtopic

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    1. Lo tengo pero todavía no he podido leerlo a causa de otros libros pendientes entre otras cosas,pero este otoño lo leeré y haré su reseña
      Gracias por comentar.

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