"Aún me pregunto por qué olvidé la hermosa voz que tengo a la hora de cantar."
Uno de los niños del coro llega a una conclusión sobre los requisitos a tener en cuenta para convertirse en ángel. ¿Es talento, educación o destino? ¿En qué se basa Dios para señalar a su elegido?
Los alumnos del grupo A están cayendo como moscas. Después de Abel, Sion y Ruth, llega el momento de Enoch y Lázaro. Entonces ocurre algo que obliga a Gabriel a tomar una dura decisión.
¡Esta conmovedora historia de unos niños que sacrifican su vida entera por un talento nato llega a su fin!
- Leer la reseña de los volúmenes anteriores
- Gracias a la editorial por el ejemplar de prensa para su lectura y reseña.
ANÁLISIS DEL TOMO Y DE LA OBRA
Kiko Urino cierra el círculo de MAMA en este último volumen 2 en 1, una obra metafórica y psicológica que nos muestra la dualidad entre la vida y la muerte en pos de conseguir alcanzar el peldaño supremo del talento innato que alguien puede poseer: la inmortalidad del cielo.
"No importa cuán pequeña sea la cicatriz, nadie debería vagar sin rumbo."
"Si me entregaba a la nieve, esta sabría conducirme al destino que Dios me tenía preparado."
Siendo Enoch el último de los niños del coro del cual no se nos había narrado su historia, llega su turno y, nuevamente, la cuestión de los ángeles y el modo en el que alguien puede llegar a serlo sale a la palestra; y si bien en el primer volumen habíamos tenido las primeras teorías sobre qué debía tener alguien para ser candidato a ángel, ahora descubrimos esos requisitos que también debe tener un niño para lograr ser ascendido al coro celestial. ¿Qué debería hacer alguien que desea ser un ángel, pero que no cumple con esos requisitos? ¿Qué pede hacer Enoch por sus amigos y compañeros antes de convertirse en ángel?
"¿Crees que aquellos que se sienten solos son los que acaban convirtiéndose en ángeles?"
Compleja, metafísica, llena de cuestiones vitales, presentando situaciones completamente humanas, siendo un retrato de todo lo malo y lo mejor del ser humano, MAMA es una obra que transita entre la vida y la muerte, tomando como protagonistas a un grupo de niños que poseen un talento innato, algo que solamente poseen unos pocos. Divinizando dicho talento, estos niños son enviados a un internado escuela donde hay un famoso coro. En dicho coro llegan los mejores candidatos para convertirse en ángeles, seres que una vez consigan la voz sobrenatural que Dios otorga a sus elegidos, abandonará el mundo terrenal para ascender al cielo y a la corte celestial para unirse a los demás ángeles.
"La desgracia me persigue. Seré un miserable hasta el final de los tiempos."
Tomando la idea de la muerte como la ascensión a un mundo divino lleno de luz, un mundo donde solo van unos elegidos llenos de fe en Dios, todos los chicos del coro pertenecientes al Grupo A son los que más posibilidades tienen de ascender y solo Gabriel, quien ha entrado allí para conseguir el dinero que necesita su familia para subsistir lo ve todo como una amenaza. Y es que él no puede ascender: no puede morir y dejar desamparada a su madre y a sus hermanos: necesita vivir y ganar dinero. Habiendo trabajado de muchas cosas, la mayoría deshonestas como la prostitución, cantar en un coro con otros niños es un trabajo más que legítimo, una forma de no sentirse sucio.
Juntando a distintos niños en un ambiente cerrado y regentado por los ideales religioso de los adultos, Kiko Urino nos presenta distintos seres humanos, de edades, clases sociales y procedencia distintas, pero que comparten un mismo elemento: la voz prodigiosa que sirve para alabar a Dios y aliviar las penas de los corazones de los adultos creyentes en la divinidad.
En este contexto, Kiko Urino entreteje un relato existencialista y de crecimiento personal lleno de dolor, tristeza, envidias, celos, amor, desamor, creencias y fe ciega; sentimientos humanos que se entremezclan y que provocan en el lector una miríada de emociones y distintas lecturas.
Y es que MAMA es un relato abierto, un relato que no es solo de la mangaka, y ya sea a posta o de forma casual, al ser una obra tan metafórica, el lector puede hacer muchas y distintas lecturas de todo lo que acontece en esta obra, habiendo distintas lecturas donde ninguna de ellas es errónea, sino que estas dependen de las vivencias del lector, sus creencias y su moral. Nosotros también somos Gabriel y los demás chicos del coro que estamos encerrados en un lugar donde se nos dictan unas normas, lo que debemos hacer, lo que debemos de pensar. Lo que debemos creer y desear. En la sociedad también nosotros tenemos una luz a la que debemos mirar y seguir a ciegas, solo unos pocos rompemos esas cadenas y nos liberamos de esa ascensión.
El mundo de los adultos y el de los niños, así como los distintos tipos de familias y madres se entrecruzan en MAMA en donde las familias de cada unos de los niños tiene un papel fundamental a la hora de las condiciones que deben tener los chicos del coro para convertirse en ángeles. Eso y las heridas emocionales de todos ellos. Porque sea mayor o menor la herida, todos y cada uno de ellos tienen una carencia, algo que los atormenta y que los carcome. Eso también es MAMA: hablar del dolor del corazón humano que no es otra cosa que mostrar una cara realista a través de la metáfora sobre la salud mental. Porque hasta el niño que lo tiene todo puede estar roto por dentro, puede necesitar ayuda porque hay algo que lo hiere por dentro, que lo marca, que lo va pudiendo poco a poco.
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