jueves, 8 de junio de 2023

Reseña: Caballeros desalmados de Ginn Hale

 "He venido a salvarte la vida y me trae sin cuidado lo que quieras tú, pero eso es lo que voy a hacer"


FICHA TÉCNICA

- Título original: Wicked Gentlemen

- Autora: Ginn Hale

Editorial española: Monogatari Media Editorial

- LGBTIQ, romance MXM, fantasía, misterio, paranormal steampunk, dark academy

- Publicado originalmente por Blind Eye Books en el año 2015

- Traducción: Arrate Hidalgo Sánchez

- Edición: Tapa blanda con solapas

- Páginas: 264

-Precio: 17'95€

- Ya a la venta 

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- Gracias a la editorial por la copia de colaboración para su reseña


SINOPSIS 

Belimai Sykes es muchas cosas: pródigo, descendiente de demonios antiguos, criatura de oscuras tentaciones y poderes excepcionales, y un hombre con un pasado cruel y una peligrosa adicción. También es el único hombre al que el capitán William Harper podrá acudir cuando tenga que vérselas con una serie de horripilantes asesinatos. Pero el señor Sykes no trabaja gratis, y la compañía de Belimai le costará al capitán Harper mucho más que su reputación. Desde las opulentas mansiones de la aristocracia, donde un baño de oro oculta una trama de vivisección y brujería, hasta los humeantes barrios marginales de Quinto Infierno, el capitán Harper deberá pelear por la justicia… y por su propia vida. Sus enemigos son multitud, y su único aliado, un demonio al que conoce demasiado bien. Tales son los peligros de tratar con los desalmados.


OPINIÓN PERSONAL

Soy débil a cualquier libro con demonios como protagonistas (bueno, con cualquier ser mitológico o fantástico que entre dentro de la categoría sobrenatural-paranormal). Si le sumamos que, además, hay una Inquisición pululando y llevando el cotarro, y, como colofón, un romance gay entre un demonio y un capitán de la mismísima Inquisición, entonces directamente me hace falta para ayer. Todos estos ingredientes, y muchos más, son los que encontramos en Caballeros desalmados un libro de misterio sobrenatural donde nos trasportamos en un mundo ficticio que bebe de la época victoriana donde existen los demonios, pero que deben vivir bajo las leyes y normas de la Inquisición. En medio de una extraña desaparición, Belimai Sykes deberá unir fuerzas con William Harper, un capitán de la inquisición, para descubrir y desenmascarar una serie de asesinatos a pródigos.

Una noche, Belimai Skyes, un pródigo - es decir, un descendiente de demonios- recibe la visita de dos humanos que buscan su ayuda por un asunto sumamente delicado. Uno de ellos es Edward Talbott, un médico, el otro es William Harper, un capitán de la Inquisición. Ambos solicitan los servicios de Belimai para que encuentre a Joan, la esposa del doctor y hermana de Harper la cual ha desaparecido sin dejar rastro. Antes de casarse, Joan formó parte de una asociación que lucha por los derechos de los pródigos llamada Bien Común y escribía discursos y panfletos para dicho grupo en su lucha por los derechos de los pródigos. La cosa es que, uno de los miembros del grupo, un pródigo llamado  Roffcale, le envió a la desaparecida una serie de cartas donde relataba unos brutales asesinatos a otros miembros del Bien Común y la avisaba del  peligro que corría si no regresaba con él y los demás a Quinto Infierno, ciudad donde habitan la mayoría de  los pródigos. Creyendo que Roffcale puede ser el culpable de la desaparición de Joan, el capitán Harper lo tiene detenido en un edificio perteneciente a la Inquisición y lo que quiere es que Belimai vaya a hablar con él para sonsacarle todo lo que sepa. Belimai acepta el encargo, por una tarifa, claro está, y acompaña al capitán para ver al pródigo. Lo que ninguno de los dos espera es encontrarlo muerto de la misma forma que describía en sus misivas y verse envueltos en una trama de asesinatos en donde, además, ambos traspasarán una línea que puede ser su salvación o un craso error. 

Dividido en dos partes con dos historias entrelazadas y dos voces y dos puntos de vista narrativos, Ginn Hale nos traslada en Caballeros desalmados a un mundo ficticio, a una ciudad que podría semejarse a la Londres del siglo XIX llamada Crowncross donde los demonios coexisten con los humanos desde que los altos demonios abandonaron el reino de la oscuridad donde habitaban por la promesa de la salvación de ellos y de sus descendientes. A pesar de haber tomado el bautismo y de seguir las leyes de la Inquisición, ésta no es que trate a los pródigos como a sus iguales y éstos no tienen los mismos derechos que los humanos ni las mismas oportunidades fuera de Quinto Infierno.  

Sobre esto último, Belimai es un experto. La primera parte del libro, titulada "El señor Skyes y la luciérnaga" está narrada en primera persona por él mismo y recorremos este universo bajo su punto de vista y sus pensamientos que no son para nada halagüeños. Por él nos enteramos del caso en el que se verá envuelto, conocemos cómo los primeros demonios se postraron ante la cruz y también descubriremos su pasado y los métodos que utiliza la Inquisición para sonsacar lo que desean a los pródigos y a los que no están por la labor de cooperar. Porque el Belimai Skyes que conocemos es uno solitario, roto, lleno de cicatrices y traumas adicto al oforio, una droga que lo consume a la vez que lo mantiene mínimamente cuerdo. Pero Belimai no siempre fue así. 

La segunda parte, en cambio, está narrada en tercera persona y el punto de vista es el del capitán Harper, titulada "El capitán Harper y el ciclo de sesenta segundos". En esta parte, si bien se ha resuelto el conflicto que se presenta en la primera, tenemos otro suceso que está relacionado con el anterior y nos sumergimos en la mente de Harper, así como se profundiza más en la relación de este con Belimai. Aunque es callado y reservado, Harper no es para nada un inquisidor como la mayoría. Justo y leal, Harper guarda en secreto el verdadero motivo por el cual decidió tomar este camino; uno que lo ha llevado hasta Belimai, por quien se siente muy atraído y al cual quiere proteger cueste lo que cueste. 

Ginn Hale abre en canal a ambos protagonistas a lo largo de las páginas y nos muestra sus miedos, traumas y deseos sin ambages, ya sea más oscuro o menos. Hale no se corta en mostrarnos la decadencia de Belimai, un pródigo adicto al oforio que está destrozado por dentro a merced de una droga y nos describe la necesidad de la misma, la forma en la que se la subministra y lo sigue hundiendo en el fango. Por otro lado, tenemos las obsesiones de Harper, que no es para nada el capitán modelo que puede parecer a primera vista y que él también tiene sentimientos que lo impulsan a actuar igual que otros en el nombre de lo que cree justo, mostrándonos la fina línea moral entre el bien y el mal. 

Si bien la trama principal de Caballeros desalmados es descubrir y desenmascarar los actos crueles y el abuso de poder de quienes están arriba, como trama secundaria tenemos la relación amorosa de Belimai y Harper, una que comienza muy ligeramente en la primera parte y que en la segunda da un salto más grande. A pesar de las pocas pinceladas que se nos dan sobre el romance, Ginn Hale da las justas y necesarias interactuaciones entre los protagonistas para que sintamos la química que hay entre ellos, la conexión que se establece y la atracción sexual. Las conversaciones sarcásticas entre ellos son la clave porque, además de entrever sus personalidades, también sirven como punto de unión que entreteje la relación personal y afectiva entre ambos. 

Caballeros desalmados es un libro que trata muchísimos temas en un mundo muy bien creado e inspirado en la época victoriana y esa segunda revolución industrial inglesa del siglo XIX. Ginn Hale coge a los demonios (que todo el mundo ya conocemos y de quienes se han escrito millones de cosas y se han hecho millones de contenidos varios) y los hace suyos, haciendo una historia original que además trata el abuso de poder, el racismo y el clasismo. Lo mismo hace con la figura de la Inquisición, tomando lo que todos conocemos del que fue un tribunal eclesiástico que se dedicaba a erradicar la herejía, y dándole la forma de organización que se dedica a mantener el orden y hace cumplir la ley bajo el símbolo de la cruz. La religión que pulula en la obra es la cristiana, pero jamás se le da nombre porque Hale ha hecho un mundo propio muy rico e interesante con sus creencias, normas y leyes que sumerge al lector en este universo semejante a los propios del steam punk.    

La narrativa de Ginn Hale es fluida y muy ágil. Es capaz de explicar muchísimas cosas en poco espacio e ir siempre al grano, con muy pocos momentos de transición que los utiliza para explicar detalles  que son necesarios e importantes para comprender el universo en el que estamos o a los personajes y su psique. Esto hace que la lectura no se haga pesada, sino que el lector se mantenga atento, enganchado, avanzando para saber más y más hasta desentrañar todos los secretos. Y es que nada de lo que sucede o se expone en Caballeros desalmados es baladí. Todo tiene un fin y un propósito, haciendo que el conjunto nos lleve justamente al desarrollo y desenlace de la trama principal.

Ambas historias, que podríamos decir que conforman una sola, pero dividida en dos tanto por ser dos misterios/casos diferentes, como por la voz y el punto de vista narrativo, empiezan y terminan. Es decir: no quedan cabos sueltos y todo queda resuelto, aunque al final tenemos un epílogo que termina dejando una puerta abierta, un futuro para los protagonistas en el que todo es posible y que pinta mucho mejor que la vida que portaban cuando Belimai y Harper se conocieron. 

Lo única pega que podría ponerle al libro es que la relación de Belimai y Harper a penas se desarrolla narrativamente hablando. Sí, es cierto que el romance es muy a segundo plano, en la segunda parte un poco menos, pero de la primera a la segunda historia hay un lapso de tiempo que no conocemos y donde los personajes han intimado más, pero que el lector no es testigo salvo por los pensamientos que tiene Harper sobre Belimai y lo que siente por él. Esto no hace que el romance no te lo creas: la química de ambos es grande desde el principio y, como he comentado más arriba, los diálogos entre ambos - y algo más que descubriréis si leéis la novela - permiten que veamos un avance entre ellos, una confianza, una atracción. Pero también se queda todo muy abierto entre ellos y, si bien el lector sabe por dónde van a ir los tiros leyendo el epílogo (que vuelve a estar narrado por Belimai) es una pena que no se haya hecho más hincapié.

Otro factor, que no lo expongo como punto negativo, al contrario, es que el libro es muy corto y te deja con ganas de más. El mundo de Caballeros desalmados es tan interesante que quieres saber más sobre él, también conocer qué les pasa a varios personajes secundarios que tienen un papel muy importante en la trama y, sí, más de Belimai y Harper. Aunque la autora tiene relatos cortos sobre ellos, hubiera estado genial que hubiera podido estar en el propio libro.  

La edición española de Monogatari Media Editorial es de formato tapa blanda con solapas y con una maquetación muy estética y bonita que contiene dos mapas: uno de Crowncross y otro de Quinto infierno, los dos lugares donde se desarrolla la historia. La traducción es de Arrate Hidalgo Sánchez (supongo que la misma que ya hizo en su día cuando la novela fue editada en España por otra editorial hace unos años). He leído algunas de sus traducciones, donde ha hecho muy buen trabajo, así que sabía que me encontraría un texto muy rico y bien adaptado del inglés y no me equivocaba. Ninguna queja sobre su gran trabajo: he disfrutado muchísimo de su traducción. 

Para concluir, Caballeros desalmados es una muy buena lectura de misterio sobrenatural, romance gay entre dos personajes que tienen más que aceptada y normalizada su sexualidad, una pizca de erotismo, con toques oscuros, asesinatos y abusos de poder, ambientada en un mundo muy steam punk que emula la época victoriana. Si todos estos ingredientes, o algunos de ellos, os gustan no dejéis escapar esta novela.   


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