martes, 2 de enero de 2024

Crónicas de manga: Más allá del amor vol. 2 de Fujimomo

"Enséñame esa parte de ti que ni tu misma conoces"


Tras besar inesperadamente a Zen, Risa huye de la escena… Pero ambos acabarán teniendo una sesión de estudio en casa del joven. ¿Qué pasará cuando se vuelvan a ver?

SINOPSIS

Risa siente una gratitud creciente hacia Zen, ya que siempre acude a su rescate cada vez que ella se encuentra en un apuro. Poco a poco, Risa se abre a Zen y comienza a sentir la necesidad de devolverle el favor de algún modo. Sus sentimientos van en aumento… y un día, ¡Risa le da un beso inesperado a Zen! Sin embargo, cuando es consciente de lo que ha hecho, huye de la escena… Pero, a pesar de su inquietud, ambos terminan teniendo una sesión de estudio en casa de Zen… ¿Qué pasará cuando se vuelvan a ver…?

- Leer la reseña del primer tomo


ANÁLISIS DEL TOMO

Después de haber sacado de dentro lo que deseaba sin restricciones, Risa está en shock por el beso que le ha dado a Zen y luego es incapaz de sacárselo de la cabeza, haciendo que no pueda pensar en otra cosa que no sea el joven pandillero; preguntándose qué estará haciendo. En ese estado emocional caótico, Risa se encuentra  con los amigos de Zen y estos la llevan a la casa del joven que está estudiando, algo inaudito meses atrás. Risa, que ya lo ha ayudado en otras ocasiones, pretende hacer lo de siempre, pero Zen le pide que se vaya porque con ella no puede concentrarse. ¿Qué quiere decir con eso y por qué a Risa le duele tanto?

Repleto de dulzura y cuquidad, Fujimomo nos trae un segundo tomo donde nuestros protagonistas seguirán desarrollando su propio crecimiento personal a la par que el de su relación. 

La vida de la solitaria Risa Amakawa, una estudiante ejemplar y dedicada al cien por cien al estudio,  ha cambiado desde que entró a su vida el extraño pandillero Zen Ôhira, un chico que, a pesar de pelearse con otros maleantes, es un joven risueño y amable que siempre está ayudando a los demás; sobre todo a Risa.  El que siempre la ayude, cuando siempre había estado sola por diversas circunstancias, hace mella en Risa y Zen se va metiendo poco a poco en su corazón. Pero todos estos sentimientos que el chico despierta en ella son algo nuevo, algo que la están cambiando poco a poco y haciendo que afloren esos sentimientos que llevaba años conteniendo y guardando en lo más hondo de su interior. 

Pero Risa no es la única que está cambiando. Zen también se está transformando por propia voluntad. Sin que los estudios le hubieran preocupado antes o que Risa realmente llegara a enamorarse de él, las cosas han cambiado; haciendo que Zen desee estar al lado de la muchacha y poder vivir a su lado las experiencias vitales propias de su edad y no perderse nada junto a ella. De ahí que quiera tomarse sus estudios en serio y deje de vagabundear por ahí y pelearse para quedarse estudiando. 

Este cambio por parte de Zen lo distancia un poco de sus amigos, aunque Risa hará lo posible para ayudar también a los amigos del chico para que este también pueda seguir con ellos. Pero Tôji sigue sin ver con buenos ojos este cambio en Zen ni que Risa se haya metido en su vida y está dispuesto a alejarla y demostrarle que Zen solo sabe pelearse y que lo que está haciendo no tiene sentido. 

Obviamente lo que siente Zen no es pasajero, así como no lo es toda la vorágine de emociones que embriagan a Risa cada vez que está con Zen y que la estan alejando de esa imagen fría falsa que ella misma se había construido para poder afrontar la soledad y el tener que apañárselas.   

Siguiendo la tónica del primer volumen, Fujimomo sigue desarrollando la relación de Risa y Zen, juntamente con su entorno y las personas que los circundan, de una forma muy directa. Es decir: no se va por las ramas y no alarga este inicio de conocerse o el proceso de enamoramiento con miles de dudas que solamente sirven para ir en círculos sin aportar nada. La historia tiene un ritmo muy bueno, uno que te mantiene enganchado a la lectura porque no se estanca en ningún momento y siempre estan sucediendo cosas a la vez que se nos van desgranando más cositas sobre los protagonistas; sobre todo en el caso de Zen del cual vemos otra faceta que no es la del pandillero. 

Más allá del amor me está resultando una lectura muy fresca, una historia muy dulce con dos protagonista entranyables que se salen de los esquemas de las historias típicas entre el chico malote y la lista de la clase. Aquí se rompen los esquemas propios del cliché de la "bella y la bestia" y se nos presenta una historia tierna con personajes bien construidos, sin conductas tóxicas y en donde solo se desprende aceptación y dulzura. Creo que esta obra se va a volver en uno de mis shojos favoritos si sigue esta tónica hasta que lleguemos al final. 


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