"Creo que he despertado algo en él que no debería haber despertado nunca."
- Título original: Kiite, Ore no Hazukashii Oto (en japonés 聞いて、俺の恥ずかしい音)
- Autora: Wagimoko Wagase (en japonés 吾瀬わぎもこ)
- Editorial Española: Arechi Manga
- Editorial Japonesa: Takeshobo
- Tomo único
- Colección Nasu
- Obra publicada en la revista Reijin UNO! de la editorial Takeshobo. Publicado originalmente en Japón en 2023
- BL, slice of life, coworkers, erótica, mxm romance, con censura, fetichismos
- Puesto número 15 en la categoría Next Generation en los premios BL Awards 2024
- Traducción: Mónica Rodríguez
- Páginas: 196
- Precio: 9'95 €
- Ya a la venta
- Gracias a la editorial por el ejemplar de prensa para su lectura y reseña
SINOPSIS
Taiga Terasaki es un destacado miembro del departamento de ventas de su empresa, donde todos sus compañeros lo admiran por ser simpático y guapo. En cambio, su colega, Sota Ando, que es igual de competente en su trabajo, es reservado y demasiado serio, un detalle que lo ha llevado a ganarse cierta antipatía en toda la oficina. Un día, Ando corre hacia el baño y, al hacer pis, deja resonar un fuerte chorro. En medio de la incomodidad, Terasaki lo observa de reojo y se encuentra con una expresión extasiada de su compañero y una más que evidente erección. Ando, notablemente excitado, confiesa en voz baja que le pone que lo oigan mear...
OPINIÓN PERSONAL
Todos sabemos que Arechi es una editorial que lleva años apostando muy fuerte por el BL y que también es una de las editoriales que más obras eróticas del género está trayendo. Tanto es así que, dentro del catálogo, crearon una línea específica para obras homoeróticas (principalmente tomos únicos) llenas de ese spicy que está tan de moda en lo hetero, la línea Nasu, y que en el BL japonés siempre ha sido una parte fundamental del género. Siguiendo explorando los tomos únicos más eróticos que se publican en Japón, llega a nuestro mercado El sonido del pecado, la obra debut de Wagimoko Wagase, un tomo único que nos habla de fetiches sexuales pero, sobre todo, de aceptación.
"¿Te pone burro que alguien te oiga mear? Vaya mente más sucia."
"¿Podrías volver a escucharme mientras hago pis?"
Al día siguiente, cuando Terasaki debe volver a Ando, se da cuenta de varias cosas que no tuvo en cuenta cuando masajeaba el tallo duro y húmedo de Ando hasta hacerlo llegar al clímax: el primero es que le hizo una paja sin su consentimiento, el segundo es que, aunque se hiciera el guay diciéndole que no le diría a nadie sobre su raro fetiche, el que tiene las de perder es él por acoso sexual y Ando podría hasta denunciarlo. Así que, cuando Ando le escribe un mail diciéndole que quiere hablar con él, lo que menos esperaba Terasaki era que le pidiera que volviera a escucharlo mear.
Aunque al principio se resiste, Terasaki finalmente acaba aceptando la propuesta del adorable Ando, un hombre que le hace sentir una miríada de sentimientos distintos a Terasaki, así como un ardor ardiente y un turbulento deseo por ese hombre que parece de hielo, pero que, en realidad, es la perita más dulce del árbol.
"Por favor, déjame tenerte. No voy a pedirte nada a cambio."
Descubriendo por casualidad el fetiche de Ando, un hombre serio y taciturno con el que siempre lo comparan sus compañeros del departamento de ventas, Terasaki no pensó en sentirse atraído por un hombre y menos de uno que se pone cachondo perdido cuando alguien lo escucha cuando mea. Sintiendo lástima por él, ya que tener este tipo de fetiche sexual no puede ser fácil, Terasaki termina aceptando el trato de Ando: seguir oyéndolo hacer pis, tener escarceos sexuales a base de tocarse y masturbarse, y a cambio Ando le dará lo que él quiera, que suelen ser invitaciones a cenar por ahí.
En esta extraña situación, consentida y sin ningún tipo de actitud tóxica, la relación de Terasaki y Ando se hace más profunda, dejando de ser solamente unas caras conocidas, dos simples compañeros de trabajo que pasan a ser algo más; un algo que no será puramente sexual.
Y es que Terasaki comienza a conocer facetas de Ando que jamás habría imaginado, una cara que lo maravilla y, a la vez, lo enternece y lo llena de una calidez que no tiene nada que ver con la excitación sexual. Cuando quiera darse cuenta de todo lo que le remueve, ya será demasiado tarde; demasiado enganchado a esa sonrisa adorable, a esas lágrimas vergonzosas y a esa valentía por haberle mostrado, al desnudo, sus más ocultos deseos a él y solo a él; abandonándose a las caricias y a la pasión que Terasaki le hace experimentar.
A través de dos personajes bien caracterizados y construidos, Wagimoko Wagase crea una obra que es puro fuego y que posee una fuerza y una belleza increíbles. Porque, a pesar de la sinopsis y del tipo de fetiche que trata, la sensualidad que impera en cada página de este manga es TOTAL. Sin que la obra quede chabacana, ni mucho menos sea porno barato fetichista, El sonido del pecado integra muy bien los elementos eróticos entre dos hombres con una gran química.
Pero, como ya os he comentado antes, este tomo no solamente es erotismo puro y duro, sin más. Porque, subyacente, El sonido del pecado habla de aceptación de otra persona, de conectar más allá de lo físico, de encontrar a alguien que te acepta por lo que eres, por lo que te gusta, no te juzga y se hace uno contigo. Y creo que eso es lo que más me ha gustado de esta obra, ya que, al final, el amor es precisamente eso.
Siendo un tomo de tamaño b6, con sobrecubierta y una página inicial a color y páginas cosidas, la edición que nos presenta Arechi tiene algunos fallitos que no impiden la lectura y el disfrute de la obra. El primero es que hay un error en la sobrecubierta, la imagen de la cual no está bien encuadrada y vemos que la manga de Ando y la cara de Terasaki están mal. Real que, si no te fijas, de primeras no te das cuenta. La rotulación, a mi parecer, puede ser mejorable - aunque el tomo se lee bien -, y he detectado dos textos que están en los bocadillos errados, es decir, al revés. Por lo demás, la calidad del papel y el resto de materiales son como todos los tomos que publican: calidad estándar. Algo que la editorial no ha podido evitar es sacar el tomo con la censura japonesa, una que, al menos, no es de sable láser y permite ver lo que sucede, máxime cuando es un completo sacrilegio el leer obras de altísima carga erótica con rayones blancos. Respecto a la traducción, bajo mi punto de vista, es correcta.
El sonido del pecado demuestra que la erótica y la marranería más gorda puede ser consentida y sin una milésima de toxicidad. Porque el Boys'Love no es porno y ya, y porque la erótica no es igual a non-con en todos y cada uno de los tomos y series que hay publicados.
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